El fracaso en la puesta en órbita del satélite español Ingenio debido a un fallo en el cohete que lo transportaba se debe probablemente a un fallo humano, según las investigaciones preliminares de la empresa francesa Arianespace, que era la encargada del lanzamiento. La misión para poner en órbita el satélite, en el que se habían invertido unos 200 millones de euros, no estaba asegurada, informa Efe.
El proyecto, que nació en 2007, estaba liderado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). El CDTI ejerce la representación de España ante la Agencia Espacial Europea (ESA), que es la que se encarga de suscribir el contrato con la francesa Arianespace.
El organismo europeo ya ha informado de que, al igual que se actúa con todas las misiones espaciales institucionales, en este caso tampoco se había incluido en el proyecto un seguro que eventualmente cubriera la posibilidad de pérdida de la misión.
El cohete Vega de la Agencia Espacial Europea que transportaba el satélite español Ingenio y el francés Taranis se desvió de la trayectoria prevista solo ocho minutos después del despegue. La desviación supuso la pérdida de esta misión, que tenía previsto poner en órbita el satélite español para la observación de la Tierra, considerado como uno de los hitos de la industria aeroespacial española, que ha liderado su construcción y que se iba a encargar durante los próximos años tanto del control de la misión como de las comunicaciones y del procesamiento de todos los datos que tenía que proporcionar.
El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha lamentado la “pérdida de la misión que llevaba Seosat-Ingenio a su órbita”, aunque ha explicado que, a pesar de ello esta inversión ha servido para desarrollar conocimiento y tecnología que permite a la industria española competir y ganar otros acuerdos, que no habría sido posibles de no haber existido este programa y por valor superior a la inversión en el satélite.
“Las tecnologías desarrolladas han capacitado a las empresas españolas, facilitando que accedan a nuevos contratos como la recién firmada misión LSTM” para el programa Copérnico de la ESA. Gracias al trabajo de la industria española en este proyecto, el pasado viernes 13 de noviembre se formalizó ese nuevo contrato para la industria española (ESA-Airbus) por valor de 380 millones de euros para desarrollar un nuevo proyecto satelital, esta vez en el paraguas del programa Copérnico de la UE, en el entorno colaborativo con la ESA.
El Ministerio esperará al informe final con detalle de los resultados de la comisión de expertos para abordar los siguientes pasos relacionados con la misión Seosat-Ingenio“, ha señalado este departamento en un comunicado.
La ESA ha informado de que se pone a disposición del Gobierno de España para comenzar a explorar vías alternativas que permitan reemplazar la funcionalidad instrumental de Ingenio. La información técnica ofrecida por los responsables del lanzamiento es aún muy escasa pero han avanzado que se ha constituido una comisión de expertos que revisará el sistema del lanzador y que “arrojará conclusiones, previsiblemente, en un tiempo breve”, añade la misma nota.
Fallo en la fase del control de calidad
La ESA y su contratista Arianespace, encargado del servicio de lanzamiento, han confirmado que la causa de la pérdida de la misión espacial para poner en órbita al satélite Seosat-Ingenio y al francés Taranis, ha sido debida a un problema en dos conectores del sistema de control de velocidad de propulsión (TVC, Thrust Vector Control).
Según Arianespace, no se trata de un error de diseño del lanzador Vega sino que está, posiblemente, relacionado con una intervención humana en la fase de control de calidad, resume la nota del Ministerio.