El huevo de pascua que la mayoría conoce representa la herencia de una tradición de las religiones nórdicas que celebraban la llegada de la primavera. Los huevos representaban fertilidad y el renacimiento de la vida. Con el paso del tiempo, la tradición fue adoptada por el cristianismo para asociarla al fin de la cuaresma y posteriormente se incluyó la idea de esconderlos por el jardín o la casa para que fueran encontrados por niños y niñas. Pero también se conoce como 'huevo de pascua' (Easter egg en inglés) a otra práctica a priori nada relacionada con la religión: esconder un mensaje que ha de ser encontrado por una persona que consuma una serie, un videojuego, un programa informático u otro tipo de producto cultural.
Uno de los casos más conocidos y que mejor aprovechó la potencia de este mecanismo fue la serie Pérdidos (Lost). Los productores J.J. Abrams y Damon Lindelof fueron precursores de este tipo de prácticas, dejando pistas, secretos y todo tipo de referencias escondidas a lo largo de las 6 temporadas. Uno de los ejemplos más claros fueron los libros que leían los personajes. La Lostpedia (la wikipedia creada por los fans de Lost) llegó a recopilar un listado de todas las obras literarias que aparecen sin aparente importancia en la serie pero que tenían conexión con la trama y daban pistas, a veces falsas, de lo que en realidad estaba ocurriendo.
El uso de está técnica está ya hoy muy extendido y tiene una función triple: por un lado sirve para retar a la audiencia. En un contexto cada vez más complejo, el espectador se vuelve exigente y necesita sentir que, además de seguir una historia, puede estar atento a los detalles que se esconden en ella. Por otro lado es una forma de ampliar la conversación que genera por ejemplo una serie: el visionado no termina cuando acaba el capítulo sino que luego hay que correr a Twitter, Instagram o Facebook en busca de detalles que otras personas hayan podido ver. Y por último es una herramienta de marketing. La gente habla de ti.
En ocasiones los easter eggs cruzan dos universos de ficción. Uno de los casos más famosos es el huevo de pascua de Thelma y Louise incluido en el videojuego Grand Theft Auto V. Durante el juego, si robas un helicóptero y sobrevuelas cierto lugar montañoso justo después de las 7 de la tarde [sí, es un guiño muy bien escondido], puede verse desde la perspectiva aérea y subjetiva del jugador cómo un coche de policía se aproxima a otro. Pero antes de que llegue al coche, éste arranca, avanza hacia el precipicio y se recrea el final de la mítica película.
[SPOILER: sáltate dos párrafos si no has visto la serie Watchmen]
Uno de los huevos de pascua de la serie Watchmen que más ha gustado a la audiencia ha sido el de “Pale Horse”. Dentro de la serie existen eventos que son literalmente los mismos que en la realidad, otros que son completamente inventados y alguno que contiene leves modificaciones. Uno de estos últimos es la filmografía de Steven Spielberg.
En Watchmen, el afamado director estrena una película titulada “Pale Horse”. La película es como la lista de Schindler solo que en vez de basada en el holocausto judío está basada en una muerte masiva que se produce en la serie por culpa de un incidente alienígena. El título de la película es a su vez una referencia a un grupo de música (ficticio) cuyos miembros fallecieron también en este incidente. Y a su vez también a los los versículos 7 y 8 del sexto capítulo del Apocalipsis. Hay mucho más y se riza el rizo a niveles más complejos aún, pero paramos aquí para que no te explote la cabeza.
El origen más conocido de los huevos de pascua entendidos como secretos ocultos en las obras culturales desvela que partió de una reivindicación sindical. En 1979 la empresa de videojuegos Atari no incluía los nombres de los programadores en los créditos de sus juegos por miedo a que estos fueran fichados por la competencia. Durante el desarrollo del videojuego “Adventure” uno de aquellos programadores, Warren Robinett, se mostró molesto por esta política. Tras ser ignorado por sus superiores, programó en secreto el mensaje “Creado por Warren Robinett”.
Escondió el mensaje para que apareciera solo si un jugador movía su avatar sobre un píxel denominado “Punto Gris” durante cierta parte del juego e introdujo un escenario previamente prohibido donde se encontraría dicho mensaje. Cuando Robinett dejó Atari, no informó a la empresa que había incluido esta referencia en el juego. Poco después de su partida, el “Punto gris” y su mensaje fueron descubiertos por un jugador.
Atari inicialmente quiso eliminar el mensaje y sacar el juego de nuevo hasta que se dio cuenta de que resultaría demasiado costoso. A partir de aquel momento comenzarían a instaurarse los huevos de pascua en los videojuegos y Atari empezaría a acreditar a sus programadores.
También hay huevos de pascua escondidos en Facebook, cuentas de Twitter con más de 200.000 seguidores especializadas en el tema y miles de vídeos de Youtube analizando el tema. Hasta Google tiene muchos de ellos, incluyendo una versión de otro mítico juego de Atari que aparece si buscas las imágenes relacionadas con “Atari Breakout”.
Esta capacidad de reproducción desenfrenada y metarreferencialidad es algo muy propio de la cultura de Internet. Una historia interminable que nos obliga a buscar detalles que han pasado desapercibidos en casi cualquier objeto cultural que consumimos. Este artículo incluído, claro.