Ha protagonizado vídeos virales por todo el mundo durante los últimos meses. El más reciente, hace un par de semanas en León, donde se vio a una mujer paseando a un robot amarillo con forma de perro y correa incluida. El can mecánizado es el robot Spot de la compañía Boston Dynamics, que acaba de llegar a España de la mano de la compañía española Plain Concepts. La mujer es una trabajadora de esta empresa española, que tiene una de sus sedes en esa ciudad y que acaba de presentarlo en Madrid.
El 'perro', de unos 30 kilos de peso y dotado con diez cámaras que le permiten ubicarse en el entorno, es una plataforma de uso industrial que puede desplazarse por todo tipo de suelos, sortear obstáculos, subir escaleras y mantener el equilibrio, incluso cuando se le empuja. Pero la gran ventaja para las empresas, dicen en Plain Concepts, son las diferentes aplicaciones que se le pueden añadir a esa plataforma. “Nuestro trabajo empieza ahí, todo está en lo que le pongamos encima”, señala su CEO, Pablo Peláez. El 'perro' cuesta 63.700 euros, pero según las aplicaciones que se le añadan podría llegar hasta los 300.000 euros. Por ejemplo, en febrero, Boston Dynamics presentó un brazo que permitía a Spot agarrar y mover objetos y que cuesta 30.000 euros sobre el precio de la plataforma.
Plain Concepts, que nació como una “boutique de desarrollo en tecnología Microsoft” y está experimentando ahora una expansión internacional, con sedes en Seattle, Londres, Amsterdam y Frankfurt, ha llegado a un acuerdo con Boston Dynamics para el desarrollo en España del software de este aparato, que soporta un máximo de 14 kilos, pero su objetivo es vender también sus innovaciones en Europa y a empresas que ya hayan adquirido el robot Spot en otros países.
“Es una tecnología americana y llevan 10 años desarrollándola”, señala Peláez, que tiene como objetivo “acercar esta tecnología a empresas españolas” para que puedan “aumentar su competitividad”. Lo hacen, dice, sin marcarse un objetivo de ventas y centrados en el desarrollo de software. “Todavía es algo nuevo. El año pasado solo se vendieron 500 unidades en todo el mundo”, explica. Y solo lo tienen grandes corporaciones, como Airbus, Boing, Toshiba o SpaceX, que lo utilizó para explorar el área en la explotó el prototipo de su nave Starship el pasado mes de febrero.
“Hay que buscarle utilidad”
Por el momento, muchas de estas compañías han adquirido el Spot por su repercusión mediática y por ser pioneros, “pero luego hay que buscarle utilidad”, reconoce Peláez. “El problema cuando compras un dron u otro tipo de robots es cómo utilizas eso dentro de tu industria. Tienes un hardware, que es como un coche que manejas con un mando, pero lo que quieres es colocarle cámaras termográficas, sensores, sensores de audio, aplicaciones para mapear entornos... La base, por si sola, es capaz de caminar. Eso es lo que ganan y, a partir de ahí, nosotros lo que vamos a hacer es adaptar ese hardware a la situación empresarial de nuestros clientes”, explica el jefe de investigación de Plain Concepts, Javier Cantón.
Aunque Boston Dynamics ha promovido y aprovechado la viralidad de imágenes tan llamativas como el perro robot bailando, saltando o en actitudes propias de los perros de carne y hueso, este artilugio no está pensado para su uso doméstico. De hecho, está desaconsejado porque no cuenta con medidas de seguridad propias para los hogares. “Es un producto industrial, solo industrial”, insisten desde Plain Concepts.
De hecho, la compañía centra la utilidad de Spot en tres áreas: seguridad en distintos entornos, inspecciones de grandes infraestructuras y la gestión remota del robot para distintos escenarios industriales. “Este tipo de robots son útiles para la realización de tareas repetitivas, algo que puede ser tedioso o, incluso, en tareas peligrosas para humanos, en una fábrica donde hay riesgo de fugas de gases o en una central eléctrica, si hay que hacer una revisión en cámaras de alta tensión. Esos recorridos periódicos para revisar el estado de ciertas instalaciones pueden ser peligrosos. Si hay un operario controlando el robot y comprobando que es seguro acceder sin poner en riesgo su integridad, mucho mejor”, señala Cantón.
Por ejemplo, Spot puede llevar incorporados sensores de gases en industrias químicas, de sonido con Inteligencia Artificial para detectar cambios en el ruido que emiten las máquinas de una cadena de montaje y anticiparse a las averias o cámaras para realizar controles en tres dimensiones de obras, similares a los Modelos BIM -Building Information Modeling- que se utilizan para controlar el avance en las construcción de edificios o infraestructuras y realizar correcciones antes de que aparezcan problemas estructurales. Durante la pandemia, en EEUU se utilizó para tomar la temperatura a personas que podían estar contagiadas sin necesidad de que se acercara nadie. Ahora, Plain Concepts llevará a cabo desarrollos en Realidad Mixta e Inteligencia Artificial y su propio motor 3D Holo-Robot, con las gafas HoloLens, que permita el telecontrol gestual del robot.