Elon Musk vuelve a enfadar a la UE. La decisión de que Twitter abandone el código de buenas prácticas contra la desinformación no ha sentado bien en Bruselas, desde donde advierten al magnate de que la adhesión a ese texto era voluntaria pero que dentro de poco la entrada en vigor de la nueva legislación digital impondrá obligaciones.
“Puedes correr pero no esconderte”, ha dicho en la misma red social el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, en referencia a la decisión del dueño de Twitter. “Más allá de los compromisos voluntarios, combatir la desinformación será una obligación bajo la ley de Servicios Digitales [por sus siglas en inglés] a partir del 25 de agosto”, señala el dirigente francés.
La DSA, a la que la UE dio el visto bueno visto hace casi un año, recoge medidas para poner freno el contenido ilícito, responsabilizar a las plataformas digitales de sus algoritmos y mejorar la moderación de los contenidos. Su objetivo es proteger el espacio digital contra la difusión de contenidos ilegales y garantizar la protección de los derechos fundamentales de los usuarios. Así, exige nuevas reglas para abordar el contenido ilegal, para garantizar que plataformas como Google, Facebook y Amazon rindan cuentas por sus algoritmos y mejores prácticas de moderación de contenido.
Esa normativa sí será de obligatorio cumplimiento para las plataformas digitales que operen en el territorio de los 27 mientras que el código de conducta es voluntario. En todo caso, Bruselas ha dado ya varios avisos a Twitter por sus escasos compromisos en la lucha contra las fake news, que es uno de los caballos de batalla de la UE y más desde la invasión rusa de Ucrania.
Hace unos meses le dio un tirón de orejas al analizar los informes respecto al código de conducta. “Twitter proporciona muy poca información especifica y no da datos concretos en relación a sus compromisos”, expresó la Comisión Europea en un comunicado. La principal acusación para Twitter era que se “queda corto” y no aporta ninguna información sobre sus compromisos para empoderar a la comunidad de verificadores, que es una de las patas en las que se sustenta el combate contra las 'fake news'