El regulador británico de la competencia ha bloqueado la adquisición por parte de Microsoft de Activision Blizzard, desarrolladora de videojuegos como Call of Duty. La multinacional estadounidense estaba dispuesta a desembolsar 75.000 millones de dólares por Activision (unos 68.000 millones de euros) en lo que suponía la mayor adquisición de la historia del sector de los videojuegos y una de las mayores compras de compañías de toda la historia.
La fuerte apuesta de Microsoft pretendía fortalecer aún más su división Xbox, que está tomando la delantera a sus competidores en los juegos en la nube. Sn embargo, las autoridades británicas han considerado que la operación perjudicaría a los consumidores y la competencia en ese incipiente sector, que se basa en el pago de una suscripción mensual por jugar en vez de la adquisición de los títulos.
Tanto la UE como EEUU también están analizando en profundidad las implicaciones de la maniobra. Microsoft ha anunciado que recurrirá la decisión británica y que defenderá su derecho a llevar a cabo su adquisición también en el resto de mercados. “Seguimos plenamente comprometidos con esta adquisición y apelaremos”, ha afirmado Brad Smith, presidente de Microsoft, en un comunicado enviado a elDiario.es.
“Ya hemos firmado contratos para que los populares juegos de Activision Blizzard estén disponibles en 150 millones de dispositivos más, y seguimos comprometidos a reforzar estos acuerdos mediante soluciones regulatorias. Nos decepciona especialmente que, tras largas deliberaciones, esta decisión parezca reflejar una comprensión errónea de este mercado y de la forma en que funciona realmente la tecnología de la nube”, continúa Smith.
Las dudas de los reguladores nacen del comportamiento de Microsoft en este y en otros mercados. Xbox ha limitado el acceso desde las consolas de la competencia a los videojuegos desarrollados por los estudios que están bajo su paraguas. De hacer lo mismo con Activision Blizzard, la multinacional podría impedir el acceso de un gran número de jugadores algunas de las sagas más populares de la industria, como 'Call of Duty', 'World of Warcraft', 'Diablo' y 'Overwatch', que ahora mismo se ofrecen en distintas plataformas.
“Microsoft ya representa aproximadamente el 60-70% de los servicios mundiales de juegos en la nube y cuenta con otras importantes bazas en este sector, ya que posee Xbox, el principal sistema operativo para PC (Windows) y una infraestructura mundial de computación en la nube (Azure y Xbox Cloud Gaming)”, destaca la autoridad británica.
Para intentar salvar la operación, la tecnológica estadounidense había propuesto a los diferentes reguladores la posibilidad de permitir que las sagas de Activision continuaran ofreciéndose en varias plataformas durante un período de 10 años. Sin embargo, la autoridad británica ha desechado el plan de Microsoft por sus “deficiencias significativas”.
Entre ellas, el regulador cita el vacío legal que generaba en torno a las suscripciones multijuego, cada vez más habituales en el sector; no tener en cuenta a los proveedores que quisieran ofrecer los títulos de Activision en plataformas de PC distintas de Windows o perjudicar “el dinamismo y la creatividad de la competencia en el mercado”.