Los aspiradores Roomba recopilan el “uso y las estadísticas”, así como el “número de misiones, el identificador del dispositivo y el mapeo de localización”. Pero no lo usan para nada: al menos, no para venderlo. Eso es lo que dice Colin Angles, CEO de iRobot, una semana después de la polémica entrevista que concedió a Reuters. Además, achaca el revuelo a un error de interpretación del periodista que habló con él.
Angles dejaba entrever el pasado lunes que los planes de su empresa pasaban por mapear la casa y vender el resultado a las grandes compañías tecnológicas del milenio: Google, Amazon, Microsoft, Apple, etcétera. Todo parecía indicar que los pequeños cacharros eran, en realidad, unos espías inteligentes.
Este lunes, ZDNet publica una entrevista con el CEO de iRobot donde dice textualmente que su empresa “nunca venderá tus datos”. También explica que son los clientes quienes, en última instancia, “tienen el control acerca de compartirlos [los datos]”.
Angles también dice que iRobot no ha tenido conversaciones con más compañías “sobre la transferencia de datos” y que su empresa “nunca venderá los datos de los clientes”. Los Roomba utilizan un sistema llamado vSLAM para obtener información sobre la navegación y el mapeo de la casa, aunque según Angles, esos datos “permanecen en el robot”. Pero, eso sí, en todos los cacharros que tienen wifi incorporado, eso datos se van a la nube. Y si están en Internet, se pueden hackear.
“Si un usuario accede a tener su mapa visible en el teléfono móvil, entonces, el mapa que Roomba crea durante la limpieza se manda a la nube donde es procesado y simplificado que en última instancia aparece en la app iRobot HOME”, concluye Angles.