Wismichu (Ismael Prego, A Coruña, 27 años) y Dalas Review (Daniel Santomé, Santa Cruz de Tenerife, de la misma edad) mantienen un enfrentamiento desde hace años a través de sus vídeos de YouTube, donde tienen más de 9 millones de suscriptores cada uno. El segundo ha dedicado numerosos vídeos al primero desde 2013 trufados de acusaciones de toda índole, derivadas de un conflicto personal entre ellos. Por regla general, Prego ha evitado contestar de forma directa a Santomé y ha ido capeando con indirectas y referencias veladas sus ataques. Sin embargo, terminó entrando al pique con “Así es Dalas Review”, un vídeo de respuesta que suma casi 20 millones de visualizaciones a día de hoy, más que cualquiera de los de su contraparte.
En ese vídeo, subido en octubre de 2017, Prego utilizaba expresiones para referirse a Santomé como “eres y siempre serás un miserable”, “puto psicópata”, “eres muy mala persona”, “es una hiena que aprovecha cualquier momento de debilidad para devorarte”, “desgraciado” o “cabrón”. Casi un año después, Santomé decidió denunciar por injurias y calumnias a Prego, para el que reclamó una pena de nueve meses de prisión y 15.000 euros de multa, además de una indemnización en dólares equivalente a 122.910 euros.
En una sentencia emitida el 3 de febrero a la que ha tenido acceso elDiario.es, el Juzgado de lo Penal Número 25 de Barcelona ha decidido absolver a Ismael Prego de ambos delitos y desestimar la querella de Santomé. El abogado de la acusación ha confirmado a este medio que no ha presentado recurso contra la decisión, algo que podía hacer hasta este miércoles, por lo que la sentencia es firme.
En la sentencia, la jueza detalla que para cometer un delito de injurias como el que Dalas Review acusó a Wismichu “no es suficiente con que la expresión sea objetivamente injuriosa”, sino que también influye el contexto. Citando abundante jurisprudencia, señala que entre las variables a tener en cuenta deben estar “los motivos y circunstancias en los que fueron pronunciadas; la cultura, posición social, grado de confianza y relaciones anteriores de los sujetos que intervienen en el hecho”.
En base a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la jueza recoge que esas expresiones insultantes “no necesariamente deben constituir delito si se acredita que la intención del agente fue otro, como criticar, aconsejar, relatar, corregir, burlarse o incluso defenderse”.
En este sentido, la defensa de Prego presentó pruebas de que el vídeo de Wismichu se produjo tras numerosos ataques similares por parte de Dalas Review. La jueza recoge como hechos probados que solo dos días antes del vídeo “Así es Dalas Review” de Wismichu, Santomé había colgado otro en el que aseguraba que Prego había podido cometer un “intento de asesinato”, puesto que había agredido a otra persona “repetidas veces con arma blanca en una zona vital a traición por la espalda”.
La sentencia constata que Dalas Review también había acusado previamente a Wismichu de haberle amenazado físicamente, de ir a su casa a sacar fotos y tirar piedras o de hacerse famoso “por hacer bullying contra personas con algún tipo de retraso”. En otros vídeos, Santomé empleó términos como “es un puto cagón de mierda”, “das puta pena, pero puta pena de que no mereces vivir y te lo digo desde mi mas sincero desprecio y lástima, no eres una persona que merezca vivir y tu existencia es totalmente inútil en este mundo”, “mala persona” o “mentiroso” sobre Prego.
Además, más allá de la disputa entre dos youtubers, la sentencia valora el contexto especial que se da entre ambos en la plataforma. “Tanto querellante como acusado son dos personas que han hecho de su imagen pública a través de YouTube su modus vivendi, al punto que ingresan cantidades de dinero por la publicidad que aparece en sus vídeos y en función de la cantidad de seguidores y visitas que reciben. Ellos mismos desvelan en sus videos su vida, por lo que su intimidad está expuesta de un modo que puede considerarse consentido”, destaca.
Parece que dicha relación se remonta a mucho antes del vídeo objeto de cuestionamiento, y que utilizan dicha “crítica” mutua como reclamo para sus seguidores
De esta forma, la jueza constata que “la relación entre ambos ha sido objeto de diversos vídeos, en los que han puesto de manifiesto lo que ellos consideran ”verdad“ respecto de actos del otro o respecto de su personalidad”. “Parece que dicha relación se remonta a mucho antes del vídeo objeto de cuestionamiento, y que utilizan dicha ”crítica“ mutua como reclamo para sus seguidores”, señala.
En declaraciones a este medio, el abogado defensor, David Bravo, destaca que “la sentencia es especialmente interesante porque analiza por primera vez el tipo delictivo de injurias en el ámbito de YouTube”. “Aplica por primera vez al ámbito de YouTube lo que en la doctrina tradicional viene denominándose 'ius retorquendi' o 'derecho de retorsión' y llega a la conclusión de que el querellado no tenía ánimo de injuriar, que es lo que exige el Código Penal para que exista delito, sino más bien ánimo de defenderse de ofensas previas y reiteradas”. El abogado de Santomé ha preferido no hacer declaraciones sobre la sentencia.
Un conflicto personal retransmitido por YouTube
Sobre el delito de calumnias, acusar a otra persona de un delito sabiendo que esa acusación es falsa, la jueza tampoco da pie a las reclamaciones de Santomé. En “Así es Dalas Review”, Wismichu enumeró varias denuncias por violencia de género que pesaban contra su archienemigo de YouTube. “Como se ha expuesto en los hechos probados y reconoce el propio querellante, dichas denuncias han existido”, recoge la sentencia. Este medio informó del juicio derivado de esas denuncias, así como la absolución posterior de Santomé por “falta de pruebas” en diciembre de 2018.
Otra de las acusaciones por calumnias por parte de Santomé se trata de un caso de maltrato animal. La jueza en su sentencia dice que no hay calumnia porque en unas conversaciones peritadas Dalas admite haber golpeado a un perro. Tales conversaciones fueron negadas por Dalas en el juicio pero la sentencia las considera probada su existencia, por lo que para el abogado defensor podrían llegar a ser constitutivas de falso testimonio.
Aunque Dalas Review ha seguido publicando vídeos contra Wismichu hasta el día de hoy, el conflicto entre ambos tuvo su punto álgido tras la publicación del vídeo por el que ahora ha sido absuelto el segundo. Esta guerra entre dos de los youtubers más seguidos de España puso sobre la mesa el machismo imperante en esta red social, ya que parte de las acusaciones de Wismichu contra Dalas Review se centraban en el uso que este hace de YouTube para lanzar mensajes misóginos.
Santomé ya había adquirido para entonces cierta relevancia por criticar el movimiento feminista, las “feminazis”, minimizar la violencia de género o manifestar que “las maltratadoras son ellas”. También por la salida a la luz de diversas denuncias por violencia de género por parte de sus exparejas, una de las cuales comenzó una relación posteriormente con Wismichu, lo que encarnizó aún más el conflicto entre ellos.