No solo saben nuestros datos, sino que además, también quieren conocer tus historiales médicos. Las grandes empresas tecnológicas de los EEUU están invirtiendo deprisa en un sector, el de la salud, que solo en el país americano mueve más de 3,5 billones de dólares al año. Las multinacionales como Amazon, Apple, Microsoft y Google lo saben, y por eso desde hace algunos años no es raro ver cómo muchas de sus inversiones y proyectos se relacionan directamente con la sanidad.
Acuerdos con hospitales, desarrollo de apps con acceso a los historiales médicos de los pacientes, compras de grandes farmacéuticas, conducción de estudios junto a reputadas universidades... Son solo algunos de los ejemplos que hemos visto en el pasado y, que lejos de disminuir, se está convirtiendo en el camino a seguir de las grandes tecnológicas.
Amazon: la farmacia en casa
A “la empresa total” no se le apoda así en vano. Lo que empezó como una web de venta de libros en Internet ha acabado convirtiéndose en un supermercado online donde encontrarlo (casi) todo. Lo último han sido los medicamentos, pero la firma de Jeff Bezos también ha invertido en el negocio en el negocio de la salud de formas diferentes, sobre todo al hilo del lanzamiento de Amazon Web Services.
Este verano compraron PillPack, una farmacéutica online, por algo menos de 1.000 millones de dólares. Aunque de momento solo funciona en EEUU, Amazon, que ya vendía medicamentos, se ha hecho con una compañía que facturaba más de 100 millones de dólares al año. La empresa de Bezos también ha mostrado interés en hacerse con los servicios de Confer Health, una startup que desarrolla software para realizar tests en casa de embarazo y de faringitis; han patentado un sistema para que Alexa detecte, a través de la voz, si estás resfriado o tienes tos; y en noviembre, confirmaron que trabajaban en un software que lee, busca y extrae los datos del historial médico de cada paciente.
Por si todo esto fuera poco, Amazon también planea abrir su propia clínica solo para empleados en Seattle (EEUU). Aunque empezará como un proyecto piloto, en 2019 pretende llevarlo a más estados.
Google: los historiales médicos y la privacidad
El historial de Google con la medicina es largo. Ya sabemos que en el pasado compartió con la seguridad social británica los datos de 1,6 millones de pacientes, algo que más tarde se descubrió que era ilegal. Los administraba a través de Streams, una app destinada a los enfermos crónicos de riñón adscritos al sistema de salud público británico.
DeepMind, que es el departamento de la multinacional dedicado a la Inteligencia Artificial, también desarrolló Streams. Tras descubrirse que el acuerdo con los hospitales británicos era ilegal, DeepMind paralizó todas sus actividades en el campo de la medicina, que han vuelto a reanimar ahora fichando a David Feinberg, exdirector de la compañía privada de salud estadounidense Geisinger.
En 2008 también lanzaron Google Health, un proyecto para almacenar los historiales médicos de los pacientes que utilizasen determinadas apps fabricadas por terceros. En 2013 lo cancelaron, pero la entrada de Feinberg en la compañía indica que el servicio volverá a reactivarse. Además, hace poco supimos que Google había cancelado el proyecto que llevaba a cabo con Verily para producir unas lentillas inteligentes para diabéticos.
Apple: el reloj es el corazón
En Apple todo empieza en el Watch. El reloj de la compañía tiene la culpa de que, cada vez más, los de Cupertino estén desarrollando apps centradas en la salud y, sobre todo, en el corazón. La falta de espacio a la hora de almacenar los datos recopilados por el reloj llevó a Apple a crear Health (Salud), que es la predecesora de HealthKit, ResearchKit, CareKit y Health Records.
Estas cuatro apps se enfocan a desarrolladores, pero con la última, la compañía ya experimenta en versión beta y sirve, precisamente, para lo que dice: guardar tu historial médico. Apple describe Health Records así: “Ahora sus pacientes pueden agregar sus registros de salud de múltiples instituciones junto con los datos generados, creando una visión más holística de su salud”. El plan de la compañía es conectar a los hospitales con los pacientes, todo a través de los dispositivos Apple.
La empresa cuenta además con otra app, Apple Heart Study (Estudio del corazón de Apple), que lleva a cabo junto a la Universidad de Stanford (Reino Unido). La compañía, durante este año, hizo un llamamiento a todos los interesados a participar en “el mayor estudio en este campo de la historia” y el pasado lunes publicaron la cifra de participantes: unas 400.000 personas que solo tuvieron que enviar los datos recogidos por su Apple Watch a través de la app. De un plumazo, Apple ya sabe cómo funciona el corazón de algo menos de medio milón de personas.
Microsoft: los primeros pasos en esto de la salud
Comparada con las anteriores, la empresa de ordenadores no tiene nada que hacer. Pero sí que cuenta con una app dirigida a los usuarios de la Microsoft Band, la pulsera inteligente de la compañía, que se llama igual. Hoy por hoy, su principal problema es el mismo que Apple solventó hace tiempo: cómo y dónde almacenar los datos que recopila la pulsera.
En el verano de 2017, la empresa que fundaron Bill Gates y Paul Allen presentó el proyecto Healthcare NExT, cuyas líneas maestras basan en el uso de la nube como forma de almacenar los datos y en el empleo de Inteligencia Artificial para gestionar la información. Poco se sabe al respecto de ello.