Google violó las leyes antimonopolio al construir un imperio de búsquedas en Internet, según dictaminó este lunes un juez federal de Estados Unidos en una sentencia que podría tener importantes implicaciones para la forma en que las personas interactúan con Internet.
El juez Amit Mehta declaró que Google violó el artículo 2 de la Ley Sherman, una ley antimonopolio estadounidense. Su decisión establece que Google mantuvo un monopolio sobre los servicios de búsqueda y la publicidad.
“Después de haber considerado y sopesado cuidadosamente el testimonio de los testigos y las pruebas, el tribunal llega a la siguiente conclusión: Google es un monopolista y ha actuado como tal para mantener su monopolio”, según señala la sentencia.
La sentencia es una de las mayores decisiones antimonopolio de las últimas décadas y culmina un caso que ha enfrentado al Departamento de Justicia con una de las mayores empresas del mundo. También forma parte de un impulso más amplio en los últimos años por parte del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio, así como de los reguladores europeos, para examinar a las grandes empresas tecnológicas por supuestas prácticas monopolísticas.
La sentencia no establece las sanciones a las que se enfrentará Google por violar la legislación antimonopolio, lo que deja grandes interrogantes sobre el futuro del dominio de la empresa sobre el sector de las búsquedas y sobre cómo operará.
Google recurrirá la decisión, según su presidente de asuntos globales, Kent Walker. “Esta decisión reconoce que Google ofrece el mejor motor de búsqueda, pero llega a la conclusión de que no se nos debe permitir facilitar su acceso”, declaró Walker.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, calificó la sentencia de “victoria histórica para el pueblo estadounidense”, y añadió: “Ninguna empresa -por grande o influyente que sea- está por encima de la ley”. La secretaria de Comunicación de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que la sentencia “es una victoria para el pueblo estadounidense”, que “merecen una Internet libre, justa y abierta a la competencia”.
La fiscalía estadounidense había argumentado durante el juicio que Google monopolizaba ilegalmente el control del mercado de búsquedas en Internet, gastando decenas de miles de millones de dólares cada año en contratos con proveedores como Apple y Samsung para convertirse en el motor de búsqueda por defecto en sus dispositivos. Por su parte, el Departamento de Justicia acusó a Google de utilizar su posición dominante en el mercado para desplazar a sus rivales y aumentar sus propios ingresos publicitarios.