Uber espió a los usuarios de iPhone incluso después de que estos hubieran eliminado la aplicación de sus teléfonos. Lo contaba este domingo The New York Times, que también explica cómo Tim Cook se dio cuenta y avisó al CEO de la compañía de transporte privado a principios de 2015. “O paras o te echo de la App Store”, le dijo el presidente de Apple a Travis Kalanick, a lo que este accedió.
Según Uber, espiar a los usuarios incluso después de haber desinstalado la app es una manera de “evitar el fraude”, pero a Cook no pareció convencerle la explicación y por eso lo prohíbe expresamente en las normas de la tienda de aplicaciones. Cuenta el NYT que el CEO de Apple le llegó a decir a Kalanick “me he dado cuenta de que has estado rompiendo algunas de nuestras reglas”.
La técnica que utilizó Uber, conocida como fingerprinting, se basa en recopilar información del usuario dejando una pieza de código en el teléfono. De esta forma, la empresa de transporte privado podía identificar a los teléfonos iPhone y seguir espiando sus hábitos incluso después de haber sido formateados.
Kalanick, para evitar que Apple le descubriese, ordenó a sus empleados ocultar el rastro creando una valla digital (en inglés, geofence) alrededor de la sede de Cupertino. Pero no pensó en todos los trabajadores que Cook tiene alrededor del mundo o, directamente, en otros puntos de los EEUU. Así que fueron estos quienes dieron el aviso a su compañía.
Poco después de la publicación de la noticia por parte del NYT, Uber habló con The Verge, donde negó estar espiando usuarios “o sus localizaciones si estos han borrado la app”. Explica la empresa de Kalanick que precisamente utilizan el fingerprinting para evitar que, si alguien ha robado un teléfono, pueda seguir viajando en Uber con la tarjeta de crédito robada. De esta forma, cuando el ladrón después borra la app, los datos perduran y Uber puede identificar el teléfono. Aunque lo disfracen de medida de seguridad, a Cook no le convencieron. Y por eso han modificado la técnica desde 2015.