El fabricante de automóviles Volkswagen (VW) anunció hoy que está próximo a un acuerdo con las autoridades estadounidenses por el escándalo de los motores trucados que incluye multas por un valor total de 4.300 millones de dólares.
“Volkswagen AG confirma los rumores de mercado de que negoció un borrador concreto de un acuerdo con las autoridades estadounidenses (...) que contiene multas penales y civiles por un monto total de 4.300 millones de dólares”, informó la empresa en un comunicado.
El Gobierno de EE.UU. acusa a la empresa de haber urdido una trama para engañar a las agencias reguladoras estadounidenses y a sus propios clientes mediante el trucaje de los motores diesel, algo que afecta a cerca de 600.000 automóviles en Estados Unidos.
Según la multinacional alemana, el acuerdo con el Gobierno para zanjar el escándalo del trucaje de los motores para ocultar sus niveles de contaminación incluye también medidas para “fortalecer aún más” el control de sus emisiones, con el nombramiento de un “monitor independiente” para los próximos tres años.
La empresa afirmó que el acuerdo supondrá la admisión de culpabilidad de algunas acusaciones penales, someterse a reformas y ser supervisada con el fin de “liquidar ciertas investigaciones criminales y ciertas multas civiles” relacionadas con el escándalo.
En octubre pasado, un tribunal de San Francisco aprobó un acuerdo extrajudicial para indemnizar en Estados Unidos a los propietarios de los casi 500.000 vehículos con motores diesel de 2 litros vendidos en el país así como a las autoridades estadounidenses.
Ese acuerdo comprometía a VW a pagar alrededor de 15.000 millones de dólares a los propietarios y establecer dos fondos para paliar los efectos de las emisiones nocivas de los vehículos.
El nuevo acuerdo que está próximo a alcanzar ahora la compañía con las autoridades estadounidense incluye una “admisión de culpabilidad” de la violación de algunas disposiciones penales que fundamentan las multas, según la empresa.
La empresa aseguró que el acuerdo debe ser aprobado por el Consejo de Administración de Volkswagen, algo que se espera que ocurra “a muy corto plazo”, posiblemente mañana mismo, así como por las autoridades judiciales estadounidenses.
El pasado sábado, un alto ejecutivo de la multinacional alemana identificado como Oliver Schmidt, fue detenido en Miami por su responsabilidad en el escándalo de los motores diesel trucados.
Schmidt, el primer detenido por ese escándalo, de 48 años y residente en Alemania, fue entre 2012 y marzo de 2015 el encargado de VW en Auburn Hills (Michigan) de comunicarse con las agencias reguladoras de EE.UU., según el Departamento de Justicia.
En marzo de 2015, Schmidt fue ascendido y regresó a la sede del fabricante de automóviles en Wolfsburg (Alemania), desde donde desempeñó un papel directo en la respuesta que Volkswagen dio a las preguntas de las agencias reguladoras de Estados Unidos.
Volkswagen ha admitido que sus motores diesel de 2 y 3 litros estaban trucados para ocultar sus emisiones reales de óxido de nitrógeno, un producto considerado cancerígeno por las autoridades sanitarias.