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#RIPTwitter: rumores que apuntan al corazón del pájaro azul

Lo hemos dicho: algo pasa con Twitter. Pasan de los 140 a los 10.000 caracteres por tuit. Quitan los anuncios a determinadas cuentas VIP. Sus acciones bajan tan pronto como suben y, por si fuera poco, los rumores. El miércoles presentan los resultados de su último cuatrimestre y las previsiones no son nada halagüeñas. Y por si fuera poco, según The Verge, la compañía de Jack Dorsey podría estar introduciendo cambios en el corazón de su plataforma, concretamente en su algoritmo, para parecerse más a Facebook. Esto significaría que el orden cronológico de lo que hemos llamado “la conversación” pasaría a ser contenido “destacado”, algo que no está gustando mucho a los usuarios pero que sí podría ofrecer nuevas oportunidades publicitarias.

Lo de cambiar la cronología por contenido comisariado no está bien visto, al menos, entre la comunidad tuitera. Que los tweets empiecen a ser promocionados en base a un idea centrada en el momento y no en el tiempo no gusta, no parece de fiar. Por eso el fin de semana pasado el hashtag #RIPTwitter anunciaba la muerte del pajarito. Los usuarios comenzaron a especular en base a la información que el portal Buzzfeed publicaba: los tuits comenzarían a ordenarse por relevancia y no por orden cronológico como hasta ahora. El pánico cundió entre los tuiteros y hasta el propio Jack Dorsey, CEO de la compañía, tuvo que salir al paso de los rumores con un tuit:

“¡Hola Twitter! Saludo a #RIPTwitter: Quiero que todos sepais que siempre estamos escuchandoos. Nunca hemos pensando en reordenar los timelines la semana que viene”, decía el tuit de @Jack. Lejos de calmar los ánimos, eso no hizo sino avivar el fuego. Pronto los usuarios de la red social establecieron comparaciones con el algoritmo de Facebook y un movimiento hater se apoderó del hashtag.

No ha tardado en dar sus frutos. Según The Verge, el cambio ya ha empezado. Algunos usuarios enviaron pantallazos a la publicación demostrando que estaba en lo cierto; Twitter primaba la relevancia en vez de la cronología y que este cambio afectaba, sobre todo, al abrir el cliente por primera vez. Una vez refrescados, los tuits volverían a su orden original y el usuario podría, en todo momento, volver al algoritmo anterior si este no le convence. Fuentes de Twitter aseguran a eldiario.es que “no vamos a hacer ningún comentario al respecto”, así que la hipótesis de la publicación estadounidense no ha sido desmentida.

Ya pasó cuando los diseñadores cambiaron las estrellas de “fav” por los corazones de “me gusta”, cuando subieron a 10.000 los caracteres y este fin de semana el pánico cundió, los rumores se propagaron y el hashtag, según Curator, superó en menos de 24 horas las 721.000 menciones. Pero no fue suficiente con Dorsey. Un empleado publicó otro tuit en el que se mostraba un tanto alucinado por el hashtag y la trascendencia de todo el asunto.

Un pájaro que se asfixia

“En serio gente. No somos idiotas. Dejad de especular acerca de cómo vamos a arruinar Twitter”, decía el irritado desarrollador de la aplicación para iOS, Brandon Carpenter. Probablemente nadie piense que los propios integrantes de la compañía quieran arruinar Twitter, pero lo cierto es que los resultados económicos de su último cuatrimestre no pintan nada bien.

Las acciones de Twitter, cuando salió a bolsa allá por 2013, valían 26 dólares. Hoy un título del pajarillo azul no sobrepasa los 15 dólares y está valorada en algo más de 10.800 millones de dólares. Aunque parezca mucho, es una nimiedad comparado con los 40.000 millones que alcanzó en su salida a los mercados. Ya vale menos que Snapchat o Pinterest. Y sigue bajando.

Acumulan pérdidas de 229 millones de dólares, que todo apunta que se verán incrementadas con los resultados de mañana. La salida de cuatro ejecutivos el mes pasado de la compañía no ayuda a recuperar la confianza de los inversores. A esto hay que sumar los 336 empleos eliminados -de un total de 4.100 personas- en octubre del año pasado. Y la pérdida de usuarios es un hecho.

Suele ocurrir que a perro flaco todo sean pulgas, y Twitter no es una excepción. Como apunta Jessi Hempel en Wired, “quizá Jack Dorsey esté equivocado”. Por eso los rumores, por eso el cambio de algoritmo en el timeline y por eso las últimas salidas de ejecutivos de la compañía. ¿El pajarillo agoniza? Todo apunta que sí, y pocos piensan que el balance financiero de mañana arroje claridad al asunto.

Entonces los buitres llegan y, aunque solo son rumores, suenan varios nombres para pasar a ocupar los sillones que -presumiblemente- dejen vacíos Peter Chernin y Peter Currie. Según re/code, una de las candidatas es la productora televisiva Shonda Rimes, creadora de Anatomía de Grey o Scandal. También, apunta la publicación, suenan la presentadora Oprah Winfrey y el rapero Kendrick Lamar, del que es fan el propio Jack Dorsey.