Arabia Saudí ejecuta a 150 personas por segundo año consecutivo
Arabia Saudí ha ejecutado en 2016 a 150 personas (o más) por segundo año consecutivo. Esto le convierte en uno de los países que más utilizan la pena capital, según las cifras recopiladas por el grupo defensor de los derechos humanos Reprieve.
El grupo también reclama que sus cifras muestran que el reino está utilizando cada vez más tribunales secretos para sentenciar a muerte a delincuentes vinculados con las drogas y a presos políticos, algunos incluso menores de edad.
Muchos estados del Golfo utilizan la pena de muerte, y resulta preocupante el hecho de que estas ejecuciones se estén convirtiendo en la “nueva normalidad”. Las cifras de Reprieve muestran que 150 personas han sido ejecutadas este año. Este número se acerca mucho al pico que se produjo en 2015, en el que fueron 158 personas, y supera ampliamente a las 87 de 2014.
Reprieve también sugiere que, aunque probablemente es Arabia Saudí el país del Golfo que más utiliza la pena de muerte, otros Estados como Kuwait están bajando la edad mínima para aplicar la pena capital. El grupo pro derechos humanos también ha descubierto que un gran número de los asesinados eran casos relacionados con “seguridad nacional”, y advierte en su informe que hay personas que son torturadas hasta conseguir “confesiones”.
Muchos de los que murieron ejecutados fueron arrestados por delitos relacionados con las drogas. Entre ellos se incluyen unos cuantos ciudadanos extranjeros, algunos de los cuales podrían haber sido víctimas de trata. En enero Arabia Saudí ejecutó a 47 personas en un solo día.
Las cifras incluyen a menores, lo que hace que aumenten los temores por aquellos niños que permanecen en el corredor de la muerte. Entre ellos están Ali al-Nimr, Dawood al-Marhoon y Abdullah al-Zaher, que fueron arrestados durante una protesta. Al-Mahroon fue detenido con 17 años en 2002. Ali al-Nimr cumplirá 22 años la semana que viene.
Piden frenar las ejecuciones
El año pasado, el exprimer ministro británico David Cameron pidió públicamente a las autoridades saudíes que frenasen las ejecuciones de Ali, Dawood y Abdellah. Pero Reprieve recuerda que Reino Unido no debería centrarse solo en buscar garantías de que las sentencias de muerte no se llevan a cabo, sino también en pedirle a Arabia Saudí que conmute las sentencias y libere a los menores.
Al parecer, Dawood al-Marhoon ha sido maltratado seriamente en el corredor de la muerte. “Hemos tenido informaciones que señalan que ha sido golpeado y amenazado con aislamiento como venganza por quejarse de otros abusos anteriores”. También hay problemas con la salud de los jóvenes y su situación en prisión. Al parecer, la cárcel ignora los consejos de los médicos sobre la comida que se les debería de dar a estos menores.
En torno a dos tercios de los países del mundo han abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica. En Estados Unidos, 18 estados más Washington DC la han abolido y siete más no han llevado a cabo ejecuciones en los últimos 10 años.
Sin embargo, en el año 2015 se vivió un gran incremento en el uso de la pena de muerte en todo el mundo. Al menos 1.634 personas fueron ejecutadas, esto es un incremento de más del 50% en comparación con el año anterior y, según los registros de Amnistía Internacional, se trata la mayor cifra desde el año 1989. Este total no incluye los datos de China, donde se cree que miles de personas también ha sido ejecutadas, pero donde ese tipo de datos son secretos de Estado.
EEUU no desaprueba públicamente a Arabia Saudí
La investigación de Reprieve se publicó mientras el portavoz del Ministerio de Exteriores británico Tobias Ellwood y el secretario de Estado John Kerry se reunían con el rey saudí y el príncipe heredero Mohammed bin Nayef en Riad para debatir las iniciativas de paz para Yemen.
Se les unieron líderes desde Omán y Emiratos Árabes Unidos, y la discusión se centró en la crisis humanitaria de Yemen así como en los esfuerzos para reiniciar un proceso de paz liderado por la ONU.
El ministro de exteriores saudí Adel al-Jubeir negó, en la rueda de prensa conjunta, que EEUU estuviera reduciendo su apoyo armamentístico en protesta por el desarrollo de su campaña aérea en Yemen. “Estas noticias que han sido filtradas contradicen la realidad. La realidad es que convertir bombas comunes en bombas inteligentes sería algo bueno porque las bombas inteligentes son más precisas”, aseguró Jubeir. Aunque también había informaciones que señalaban que EEUU estaba reduciendo su cooperación en actividades de inteligencia, Kerry no desaprobó a Arabia Saudí en ningún momento.
La guerra en Yemen también ha permitido que florezcan grupos extremistas, como la filial local de ISIS que reclamó la responsabilidad de un ataque suicida el domingo en el sur de la ciudad portuaria de Adén. El ataque acabó con la vida de al menos 49 soldados que hacían cola para recibir su paga.
La visita de Kerry a Arabia Saudí es probablemente la última antes de que la nueva administración liderada por el presidente Trump se haga con los mandos del Despacho Oval.
Traducido por Cristina Armunia Berges