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Stephen Bannon, el Darth Vader de la Casa Blanca

¿Es Stephen Bannon, exdirector de campaña de Donald Trump y ahora consejero en temas de estrategia del nuevo presidente, responsable del tremendo caos que han provocado las decisiones de la Casa Blanca de prohibir la entrada a Estados Unidos de refugiados e inmigrantes de siete países de mayoría musulmana?

La prensa estadounidense parece pensarlo. Bannon fue, asegura The Washington Post, uno de los principales promotores de las medidas migratorias. En muy poco tiempo, el asesor se ha hecho con el control del “inner circle” del presidente, con el apoyo del yernísimo de Trump, Jared Kushner.

Y sobre todo, noticia que ha creado muchísima polémica, Bannon puede, desde el pasado sábado, asistir a todas las reuniones del Consejo Nacional de Seguridad (NSC en sus siglas en inglés) un hecho sin precedentes.

David Axelrod, el asesor estratégico de Barack Obama, contó en un tuit que él sólo estuvo en algunas ocasiones, “para ver cómo se tomaban las decisiones”. En cuanto a Karl Rove, el “cerebro” de George W. Bush, le tenían prohibido acercarse al NSC por aquello de distanciar la ideología, al menos en apariencia, de la actuación presidencial.

“No es que no valorara la opinión de Rove”, ha contado Josh Bolten, el entonces jefe de Gabinete de Bush, “pero el presidente sabía el mensaje que quería mandar al resto del Gobierno, a la opinión pública y a los militares: que las decisiones sobre la vida o muerte de la gente en uniforme (los militares) no se tiñeran de política”.

El ascenso de Bannon, según el memorándum firmado por Trump, dejaría en segundo lugar al jefe del Estado Mayor de las FFAA y al director de Inteligencia. Estos en teoría sólo podrán asistir a las reuniones que les atañen directamente. Bannon se situa al mismo nivel que Michael Flynn, consejero de Seguridad Nacional del presidente, en la toma de decisiones estratégicas. Aparentemente Flynn ya no goza de los favores de Trump al que “habría puesto de los nervios” en sus primeros días en el cargo.

Las reacciones han sido muy virulentas. El senador republicano John McCain, que se está convirtiendo en uno de los críticos mas acérrimos de Trump, ha arremetido contra la Casa Blanca por una “reorganización” que le parece “muy preocupante”.

El exsecretario de defensa y exdirector de la CIA, el republicano Robert Gates, ha dicho que le parece un “grave error”. Susan Rice, que fue consejera Seguridad Nacional de Obama, ha sido más contundente al calificar la medida de “locura”. Y se calcula que un tercio de los congresistas conservadores está en contra de la decisión presidencial.

Recordemos brevemente quién es Stephen Bannon: 63 años, nacido en el seno de una familia obrera de origen irlandés y totalmente demócrata, sirvió como oficial en la Marina de Estados Unidos a principios de los ochenta antes de lanzarse a las finanzas, primero en Goldman Sachs y luego con su propia firma de inversiones. También ha sido productor de cine y en 2004, a raíz del documental que realizó sobre Ronald Reagan, empezó a frecuentar los círculos ultraconservadores.

En 2012 asume la presidencia de Breitbart News que convierte en uno de los medios más populares de la derecha radical, también denominada “alt-right” que promueve una ideología basada en el nacionalismo blanco, la misoginia y el racismo, como muy bien cuenta el Southern Poverty Law Center, el centro de estudios estadounidense que más de cerca sigue este tipo de movimientos.

Pese a estar en el Gobierno, Bannon no ha bajado el tono de sus intervenciones. “La prensa debería callarse la boca”, dijo hace unos días. Para Bannon, la bronca es una estrategia. De hecho Breitbart News se ha cubierto de gloria con titulares como “el feminismo vuelve a las mujeres feas” o “la píldora vuelve a las mujeres locas” y ahora está planeando abrir delegaciones en Europa para respaldar movimientos populistas en el Reino Unido, Francia y Alemania.

“La oscuridad está bien”, bromeaba hace unos meses Bannon en una entrevista al Hollywood Reporter, “Dick Cheney, Darth Vader, Satán, eso es poder”. El asesor ya se ha ganado la fama de ser un “Jekyll-and-Hyde del complicado ecosistema de la derecha” que no duda en manipular el odio si con ello puede movilizar a las bases. Pese al caos y la injusticia.

¿Es Stephen Bannon, exdirector de campaña de Donald Trump y ahora consejero en temas de estrategia del nuevo presidente, responsable del tremendo caos que han provocado las decisiones de la Casa Blanca de prohibir la entrada a Estados Unidos de refugiados e inmigrantes de siete países de mayoría musulmana?

La prensa estadounidense parece pensarlo. Bannon fue, asegura The Washington Post, uno de los principales promotores de las medidas migratorias. En muy poco tiempo, el asesor se ha hecho con el control del “inner circle” del presidente, con el apoyo del yernísimo de Trump, Jared Kushner.