¿Tiene el mundo razones para temer la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca? La opinión generalizada es que sí. Este blog colectivo de eldiario.es vigilará de cerca al nuevo presidente norteamericano y si es preciso hará la autopsia de lo que quede de Estados Unidos.
“Tremendous!!” o lo que Trump ya ha dicho que va a hacer
Donald Trump ha prometido con entusiasmo que “el lunes, martes, miércoles, jueves y viernes” de su primera semana en la Casa Blanca y “también la semana siguiente” va a “firmar muchas, muchas cosas”.
Lo anunció en su rueda de prensa del 11 de enero pero nadie tiene muy claro qué va a firmar porque si Trump ha hecho muchas promesas, que van desde lo confuso hasta lo impensable, sus prioridades han ido cambiando a lo largo de estos meses.
Ante los medios en Nueva York el millonario dio prioridad a su intención de derogar el plan de salud de Barack Obama, el llamado 'Obamacare', uno de los pilares de su campaña, y sustituirlo “en el mismo día o a la misma hora” por un plan alternativo del que “todo el mundo se sentirá muy orgulloso”, lo que dejó bastante atónitos a los republicanos.
La falta de detalles ante una iniciativa tan ambiciosa ha sembrado cierta confusión entre los legisladores, sobre todo cuando el futuro inquilino de la Casa Blanca ha asegurado que todos los estadounidenses tendrán seguro médico, cuando por el contrario se estima que los planes conservadores podrían dejar sin cobertura médica a 18 millones de personas.
En un vídeo colgado en su página web en noviembre, Trump listó seis metas bastante inconexas que sin duda centrarán la actuación de sus primeros días.
Por orden: retirar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) firmado en febrero de 2016, que calificó de “desastre potencial”; levantar las restricciones que pesan sobre las actividades relacionadas con los combustibles fósiles (que incluyen el 'fracking' y el carbón) “porque crean millones de puestos de trabajo”; eliminar dos regulaciones federales cada vez que se apruebe una nueva; pedir al Departamento de Defensa un plan para proteger a Estados Unidos de posibles ciberataques; pedir al Departamento de Trabajo en el tema migratorio que “investigue todos los abusos de programas de visados que socavan las oportunidades de los trabajadores estadounidenses”. Y, por último, limitar el fenómeno de las puertas giratorias al imponer serias limitaciones a los que quieran pasar del gobierno a los “lobbies”. Esto para empezar.
Trump también ha prometido, entre otras cosas:
En Estados Unidos:
–Rebajar drásticamente los impuestos, que se situarían entre 15% y 20% para las empresas, “probablemente menos” para los ciudadanos.
–Invertir un billón de dólares en renovar las maltrechas infraestructuras estadounidenses –fue lo primero que dijo en su rueda de prensa al ganar las elecciones– algo que no entusiasma ni a los republicanos ni, sorprendentemente, a la opinión pública.
–Suprimir la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA) y retirarse del Acuerdo de París contra el Cambio Climático, aunque en una entrevista a The New York Times Trump reconoció que posiblemente había “alguna relación” entre la actividad humana y el calentamiento global.
–Trump iba a expulsar a los once millones de indocumentados que viven en Estados Unidos pero hace tiempo que no lo menciona y prefiere centrarse en la construcción del muro con México cuya factura quiere que pague el Gobierno mexicano.
De cara al exterior:
–Apretar las tuercas a China en lo comercial (la acusa de manipular su divisa) y en lo político (replanteando la política de “una sola China”).
–Renegociar NAFTA, el tratado de libre comercio con México y Canadá, “porque estamos perdiendo en estos megaacuerdos”. Renegociar también el acuerdo nuclear con Irán.
–Combatir el terrorismo del ISIS (del que llegó a responsabilizar a Hillary Clinton) bombardeando sus recursos petrolíferos en Irak.
–En cuanto a Rusia, las declaraciones han sido tantas y tan contradictorias, desde proponer un acuerdo para reducir de forma “muy sustancial” el arsenal nuclear hasta acusarla de haber lanzado ciberataques durante la campaña, que es difícil saber en qué momento están las relaciones de Trump con su amigo Vladímir Putin.
Y sobre todo Trump ha prometido que seguirá tuiteando, porque @realDonaldTrump (20 millones de seguidores a los que se pueden sumar los 17 millones de 'likes' de Facebook y los casi cinco millones de Instagram) le permitirá mantener el contacto directo con sus fans “ya que la prensa cubre lo que hago de forma tan deshonesta”. Sólo tendrá que “hacer bing, bing” (se entiende que teclear) para que sus promesas se conviertan enseguida en 'breaking news'.
Donald Trump ha prometido con entusiasmo que “el lunes, martes, miércoles, jueves y viernes” de su primera semana en la Casa Blanca y “también la semana siguiente” va a “firmar muchas, muchas cosas”.
Lo anunció en su rueda de prensa del 11 de enero pero nadie tiene muy claro qué va a firmar porque si Trump ha hecho muchas promesas, que van desde lo confuso hasta lo impensable, sus prioridades han ido cambiando a lo largo de estos meses.