Imagine que quiere utilizar una fotografía del Museo Guggenheim de Bilbao para un folleto turístico. O de la Torre Agbar de Barcelona. O del Peine del Viento, la escultura de Eduardo Chillida al final de la playa de la Concha en San Sebastián. Hasta la fecha no tiene ningún problema. Después del 9 de julio puede que se vuelva más complicado y acabe usted pidiendo permiso a los herederos del escultor vasco o a los arquitectos Frank Gehry y Jean Nouvel.
Esta pirueta en el uso comercial de las fotografías de edificios, esculturas o cualquier construcción en la vía pública y cuyos autores no hayan pasado aún a dominio público–como podrían ser también los puentes de Santiago Calatrava- tiene que ver con la reciente enmienda 421 de la reforma de la Ley de Copyright que se debate en el Parlamento Europeo y que fue introducida la semana pasada por el eurodiputado francés Jean Marie Cavada, del Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa.
La europarlamentaria del Partido Pirata, la alemana Julia Reda, había elaborado un borrador de la ley en el que se proponía la llamada Libertad de Panorama –uso comercial de fotografías de edificios en lugares públicos-, sin embargo fue uno de los puntos que no fue aprobado por el Comité de Asuntos Jurídicos de la UE. Una de las grandes derrotas para Reda y también para España.
Paradójicamente, pese a que el Gobierno del PP aprobó el año pasado una de las leyes de Propiedad Intelectual más restrictivas de la Unión Europea, sí tenía contemplada esta ‘libertad de panorama’. Es más, en España esta libertad siempre ha existido, como ya ocurre en otros trece países de la Unión (principalmente Alemania, de donde procede su nombre Panoramafreiheit).
Lo contrario sucede en otros países comunitarios como Francia –el más beligerante a la hora de exigir su prohibición- o Bélgica. De hecho, en ambos países se producen situaciones rocambolescas como que la ciudad de Bruselas no pueda comercializar la imagen del Atomium sin permiso o que el Parlamento Europeo, que se halla en Estrasburgo, no pueda hacer lo propio con su edificio.
Por tanto, si la normativa europea ve la luz con esta enmienda el próximo 9 de julio, fecha de la votación en el Parlamento, y la Comisión Europea la adapta a la nueva directiva prevista para finales de año, “España tendría también que asumirla en su ley”, como explica el abogado Jorge Campanillas, especializado en tecnologías de la información.
“Nosotros nunca hemos tenido ninguna polémica con la libertad de panorama, pero dado que las restricciones a las excepciones del copyright van a más igual podría aprobarse”, añade. Y entonces se daría el caso de que, por ejemplo, el arquitecto Santiago Calatrava pudiera pedir derechos por las fotos de sus obras que se usaran con fines comerciales, ya fuera en folletos turísticos, pero también en los medios de comunicación.
Movimientos de Wikimedia
La introducción de esta enmienda preocupa especialmente al movimiento Wikimedia, que funciona con imágenes libres de derechos, aunque como señala su vicepresidente en España, Santiago Navarro, “afectaría no sólo a Wikipedia, sino a cualquier persona, entidad o medio de comunicación”.
De hecho, otro ejemplo llamativo es lo que ocurre con Francia con la Torre Eiffel, ya que mientras que sí se puede fotografiar de día –su autor, Alexandre Gustave Eiffel, murió hace más de 70 años, tal y como establece la ley de derechos de autor para que las obras pasen a dominio público- , no se puede hacer lo mismo de noche puesto que el diseñador de toda la iluminación del edificio todavía mantiene el copyright de su obra. Esto podría suceder en España.
“Cuando alguien nos pregunta por qué no hay determinadas imágenes en la Wikipedia es porque no están libres de derechos. Si se aprobara esta enmienda tendríamos que borrar muchísimas. Pero es que le sucedería lo mismo a una web de viajes o incluso a un libro que ha usado estas fotografías y que se acaba de publicar”, sostiene Navarro.
Wikipedistas y ciudadanos ya se han movilizado para que el Parlamento no apruebe la enmienda. El fotógrafo Niko Trinkhaus ha abierto una petición en change.org, que en dos días ha conseguido más de 20.000 firmas, y a la que se ha sumado la eurodiputada Julia Reda. También se han dirigido por carta a los europarlamentarios. “Queremos hacerles llegar el mensaje de que es una enmienda que también podría afectar a la economía. Y hay que agradecer que algunos nos han reconocido que están en contra de ella”, apostilla Navarro.
El 9 de julio se votará la normativa en la Eurocámara, aunque para el 1 de julio tienen que estar presentadas todas las enmiendas. Si bien la tasa Google no pasó el corte del Comité de Asuntos Jurídicos ahora se abre un nuevo frente. Algo en lo que casi nadie había pensado: hacer una foto a un edificio público y que ni siquiera pueda estar en la Wikipedia.
Foto: Zarateman// Wikipedia