Microsoft se cuela en el reino extremeño del software libre

Una encuesta a 10.200 profesores de Extremadura es la base en la que el Gobierno de José Antonio Monago se ha apoyado para una de sus última decisiones antes de pasar el bastón de mando de la Comunidad Autónoma al PSOE: la instalación de los programas de Office, del sistema propietario Windows de Microsoft, en los centros educativos destinados a la Formación Profesional, Educación Especial, Conservatorios y Bellas Artes.

El contrato, que ahora se encuentra sobre la mesa de negociación y que tiene previsto adjudicarse a finales de agosto, contempla una partida de más de un millón de euros procedente de los fondos FEDER de la Unión Europea, según han señalado fuentes de Educación a eldiario.es.

“Hicimos la encuesta en junio de 2012 y los resultados fueron que un 17% del profesorado utilizaba el software libre, un 40%, Windows y un 33%, el sistema de Apple, como primera opción propia que luego trasladaba a las aulas. Por tanto, ha sido una decisión de la comunidad educativa”, explica a eldiario.es Juan Pablo Pulido, jefe de servicio de tecnologías educativas en la Consejería de Educación extremeña.

Además, se apoya en que tanto desde FP como los centros de educación especial, conservatorios y Bellas Artes, “no quieren el OpenOffice porque no les sirve y lo que nos han pedido es el Office”, de Windows.

Una decisión un tanto peculiar ya que se traslada a las aulas el uso que un profesor hace de forma privada. Además, no se tiene muy en cuenta que, precisamente, Extremadura fue una comunidad pionera en impulsar el software libre en las aulas a comienzos de la pasada década durante el gobierno del socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra. A partir de GNU-Linux se creó el sistema operativo Linex, que comenzó a utilizarse en las escuelas y en la Administración Pública.

Durante el curso 2002/03 la Junta de Extremadura introdujo 70.000 ordenadores en los centros educativos de la región, unos 50.000 se destinaron a Educación Secundaria y el resto para Educación Infantil y Primaria. El problema entonces fue de conectividad y memoria –la banda ancha no estaba ni mucho menos tan extendida- y hubo muchos ordenadores que apenas pudieron utilizarse -tampoco había una formación del profesorado- por lo que hubo bastantes quejas por la inversión realizada.

Sin embargo, la apuesta por el software libre se mantuvo y en 2009 hubo una actualización del sistema con LinEx Terminales. Durante todo este tiempo, el profesorado ha creado contenidos y herramientas con software libre a coste cero.

En enero de 2012, el PSOE e IU propusieron al Gobierno extremeño en la Asamblea “el uso exclusivo de software libre en los ordenadores del sistema educativo”. Es más, en el caso de contratar un sistema propietario debería realizarse un informe que justificara que no había otra alternativa. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por el Gobierno autónomo –en el que también estaba Izquierda Unida- “ya que era una prerrogativa imposible de cumplir, puesto que en FP, por ejemplo, nunca ha habido software libre”, explica Pulido.

A partir de entonces se puso en marcha el proyecto que ha dado como resultado la decisión aprobada el pasado 12 de mayo –sólo 12 días antes de las elecciones autonómicas- para renovar los equipamientos tecnológicos de los centros y para lo cual se destinarán 38 millones de euros (de donde sale el millón destinado a la instalación de los programas de Microsoft). “Es que era un Linex con el que llevamos ya doce años y estaba obsoleto. Sin embargo, en las escuelas, excepto aquellas que no hayan querido, se va a instalar un Linex con certificación Ubuntu, lo que nos garantizará cinco años de funcionamiento perfecto”, asegura Pulido.

No toda la FP está de acuerdo

Sin embargo, la decisión de apoyarse en una encuesta a 10.200 profesores también adolece de muchas críticas, ya que no todo el profesorado la comparte. Y es más, tampoco se está de acuerdo con que en FP nunca se haya utilizado software libre.

Como manifestaba recientemente a eldiarioex.es José L. Redrejo Rodríguez, profesor de secundaria en FP de Grado Superior, concretamente en el Ciclo de Grado Superior de Automatización y Robótica Industrial, en el IES Santiago Apóstol de Almendralejo, “hace trece años que los profesores y alumnos del sistema educativo extremeño usamos LibreOffice u OpenOffice. No existe ninguna demanda de uso de otras herramientas puesto que cumple más que sobradamente todas las necesidades que tenemos. Si en algún caso se ha solicitado alguna herramienta de Office ha sido debido a la incompatibilidad de algún documento de Office enviado por alguien externo a educación, generalmente de alguna editorial”.

En este sentido, como reconocen expertos en ofimática y software libre que han trabajado en administraciones públicas españolas, todo depende del ámbito de aplicación. Microsoft Office está desarrollado pensando en la empresa y no en el usuario final, ya sea un particular o un estudiante, por tanto, el usuario ni se imagina la potencia del software que tiene delante y, por supuesto, no explota esas funcionalidades. En un uso normal, LibreOffice compite con Microsoft Office sin problemas.

Por tanto, no es del todo cierto que toda la comunidad educativa esté pidiendo los programas de Microsoft. Es más, para muchos resulta un gasto en licencias –puede costar entre 200 y 300 euros por ordenador- innecesario. “Todo el dinero que se invierta en licencias absurdas es un derroche que podría aprovecharse en dotar, al menos a profesores y alumnos más desfavorecidos del equipamiento necesario para acceder a las nuevas tecnologías”, insistía Redrejo, quien además reconocía que “el concurso convierte a los profesores, alumnos y administración en deudores permanentes de una empresa extranjera: el sistema de licencias que aplican es un alquiler que hay que renovar periódicamente”.

Pago de licencias innecesario

En este sentido es en el que también se ha posicionado la comunidad que defiende el software libre y más aún para las instituciones públicas. Como sostiene Ramón Ramon, consultor internacional en Software Libre para diversos organismos (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas), “en caso de haber apostado por software privativo, además por el que hemos pagado una importante cantidad económica, tanto en la propia computadora, como en los programas que lleva.  De repente, aunque nuestro computador va bien, y el software que tiene también, resulta que sale una nueva versión y … claro… hay que actualizar, y eso, significa que hay que pagar por una nueva licencia”. Con los impuestos, evidentemente, o como sucede en la comunidad extremeña, con fondos europeos que podrían destinarse a otras actividades más perentorias.

Por ello, desde Iniciativa Focus - Asociación para la Formación, la Cultura y la Solidaridad que defiende el conocimiento libre- su presidente, José Antonio León, también ha alertado de lo que sucederá en Extremadura con la entrada de Microsoft entra en los centros educativos: “Tira por tierra el trabajo hecho durante los últimos años por el sistema educativo extremeño, coarta la innovación y hiere al tejido local TIC pues únicamente tendrán cabida los vendedores y sobre todo hipoteca la soberanía tecnológica de la región, pues deja los datos y las directrices tecnológicas bajo la responsabilidad del monopolio imperante”.

La pelota está ahora en el tejado del nuevo Gobierno socialista de Guillermo Fernández Vara –apoyado por Podemos Extremadura- ya que este viernes comienza la mesa de negociaciones para el contrato que renovará los equipamientos tecnológicos de los centros extremeños.