UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
El viaje de la muerte
El sistema sanitario en Gaza está devastado. La precariedad de la sanidad se recrudece conforme se siguen sumando años al bloqueo por tierra, mar y aire que la zona sufre desde 2007.
Tal y como explica el doctor Sobhi Skaik, Director General del Hospital de la Amistad Turco-Palestina, en Gaza existe una grave escasez de tratamientos para pacientes con cáncer. “No hay disponible ningún tratamiento y diagnóstico con radiación”. En 2021, el 69% de las solicitudes de entrada de aparatos de rayos x y tomografía computarizada o TAC a la Franja fueron denegadas.
Para compensar la escasez de recursos, como falta de especialidades médicas, personal, experiencia, dispositivos o equipos de tratamiento, existe un sistema de derivaciones médicas para que los pacientes puedan recibir tratamiento fuera de Gaza. Poder acceder a tratamiento en hospitales de Cisjordania, Egipto o Israel, depende de que las autoridades israelíes concedan unos permisos que permiten la salida del enclave costero. Estos permisos suelen retrasarse, no son aprobados o para cuando son aprobados ya es demasiado tarde.
En ocasiones, los pacientes reciben la citación del hospital de fuera de la Franja cuando aún no les han concedido el permiso israelí. En ese caso se ven obligados a reprogramar sus citas con el hospital. A menudo la aprobación o denegación del permiso de salida se recibe tan solo un día antes de la cita médica.
“Tardé dos meses en saber si podía ir a un hospital en Jerusalén o Cisjordania para recibir medicación”, comenta Husein Khalil Matar, refugiado de Palestina de 40 años que padece cáncer colorrectal desde 2019. “Se negaron a permitirme ir a Jerusalén varias veces para recibir tratamiento. Al final lo conseguí y comencé la quimioterapia y la radioterapia. Me sometí a una cirugía compleja que duró más de 10 horas y estuve en tratamiento durante más de dos semanas”.
Cuando Husein volvió para su seguimiento, las autoridades israelíes le retuvieron en el cruce fronterizo durante largas horas. Israel controla la entrada y salida de Gaza a través del cruce de Erez, en el norte de la franja de Gaza. “La mayoría están esperando su turno para viajar y esto representa un riesgo para el deterioro de su salud. Incluso cuando llega la fecha de su viaje, Israel puede impedirle la entrada por razones poco claras, aunque tenga un permiso de entrada”, comenta el doctor Sobhi.
El hospital en el que trabaja Sobhi recibe diariamente de 450 a 500 pacientes con afecciones que acaban siendo cáncer. “Todos ellos tienen derecho a obtener tratamiento en Jerusalén o Cisjordania viendo la realidad médica en la Gaza sitiada”.
Según explica el doctor, el número de pacientes está aumentando pero “hay una gran falta de aprobación de los permisos israelíes solicitados”.
Según la OMS, de enero de 2008 a mayo de 2022, se registraron 234.233 solicitudes, de las cuales el 30% fueron denegadas o retrasadas. El 26% de ellas hacían referencia a personas con cáncer y el 31% eran de niños y niñas.
La paralización de estos permisos se produce incluso durante las ofensivas militares israelíes. En las de 2021 y 2022, 2.571 personas resultaron heridas. Pero solo 40 casos tuvieron la oportunidad de recibir tratamiento en el extranjero, según los datos oficiales.
“Hay casos de pacientes que no pueden completar su tratamiento por el alto coste de la vida fuera del hospital. Si no consigue el permiso, no recibirá tratamiento y el tumor se extenderá. Esto amenaza su vida con la muerte”, afirma el experto sanitario. Es por eso que algunos llaman al viaje de los pacientes de Gaza a Cisjordania, Jerusalén o incluso Egipto un viaje a la muerte.
Desde 2008, un total de 839 personas han fallecido mientras esperaban poder emprender ese viaje. Han muerto sin poder recibir tratamiento. El sistema sanitario de Gaza necesita urgentemente que se levante el bloqueo y se permita la entrada del equipamiento médico necesario.
El sistema sanitario en Gaza está devastado. La precariedad de la sanidad se recrudece conforme se siguen sumando años al bloqueo por tierra, mar y aire que la zona sufre desde 2007.
Tal y como explica el doctor Sobhi Skaik, Director General del Hospital de la Amistad Turco-Palestina, en Gaza existe una grave escasez de tratamientos para pacientes con cáncer. “No hay disponible ningún tratamiento y diagnóstico con radiación”. En 2021, el 69% de las solicitudes de entrada de aparatos de rayos x y tomografía computarizada o TAC a la Franja fueron denegadas.