Jorge Ponce repasó algunas de las quejas contra 'La Revuelta' dirigidas a la defensora del espectador de TVE

La entrega de La Revuelta de este martes, 6 de mayo, contó con la presencia de Arturo Valls y el joven Faustino Oro - “el mayor prodigio del ajedrez en muchísimo tiempo”- como invitados, así como con LalaChus y Jorge Ponce con sus secciones.
Este último irrumpió en el teatro, casi antes de que David Broncano le presentara, porque tenía una misión: dar voz a la defensora del espectador, Rosa María Molló.
El colaborador explicó que “hay un formulario en la página web de RTVE donde puedes enviar tu comentario, que suelen ser negativos”, aclaró. En este trimestre habían llegado hasta 7.000 de la cadena pública en general, de los que un centenar eran críticas a La Revuelta. “Tenemos mucha responsabilidad”, bromeó el presentador.
Seguidamente, Ponce destacó unos cuantos de los que había encontrado, para darles una solución. Y empezó a leer: “Hicieron comentarios sobre los Miguelitos de la Roda que no le gustan”, decía una de las quejas. Para arreglarlo, acabó diciendo: “Miguelitos de la Roda, lo mejor”. Momento en el
Otra de las críticas era que en alguna de las entregas “La Revuelta explicó el método Montessori de forma incorrecta”. Algo que llamó la atención de todos por querer aprender dicho método en televisión y aseguraron entre risas: “Es como aprender un método saludable de alimentación en el Burger King”.
Continuaron con un espectador que se quejaba de que “el escenario está lleno de cosas tiradas en el suelo y el programa es vulgar”. Una primera frase que señalaron como “descriptivo” y una segunda que entraba en lo “subjetivo”.
También tuvieron para Broncano, sobre el que criticaron que no vocalizara. “Es que soy de la Sierra de Segura, hablamos rápido, estoy orgulloso y hago lo que puedo. Es verdad que hay veces que se me olvida quitarme el aparato”, lamentó.
Para acabar leyendo un comentario en el que criticaban que “se crearon expectativas con el programa 100 y fue como cualquier otro día”. Algo que solucionaron advirtiendo a su audiencia: “No os esperéis nunca nada especial de nosotros. En la vida en general cuantas menos expectativas mejor”.