Análisis
Después de 13 años en antena, Sálvame ha empezado a notar signos de agotamiento. Al programa de Telecinco le están faltando recursos para hacer frente a la durísima competencia de las tardes, de ahí que en los últimos meses haya agudizado el ingenio (más si cabe) para evitar que su público se fije en otras ofertas.
Una de sus últimas apuestas se materializó el pasado 17 de enero con el estreno de Sálvame Lemon Tea, una sección con la que se pretendía levantar las audiencias de la primera franja del programa (de 16:00 a 17:00 horas) a la que hasta entonces se conocía como Sálvame Limón.
María Patiño y Terelu Campos fueron las elegidas para pilotar este boletín previo con el que resumen lo más destacado de la crónica del corazón y los principales contenidos de la sección troncal del programa, Sálvame Naranja, que transcurre entre las cinco y las ocho de la tarde.
No es casualidad que el formato que produce La Fábrica de la Tele quisiera contar con ellas para esta nueva aventura, pues entre Terelu y Patiño había surgido años atrás una rivalidad por las aptitudes profesionales de cada cual. Como suele ocurrir en estos casos, Telecinco explotó aquel 'pique' y contribuyó al debate: ¿quién era mejor presentadora? ¿quién merecía ser agraciada con los nuevos proyectos de la cadena?
La herida estuvo abierta durante años a conveniencia, por lo que este reencuentro en Sálvame Lemon Tea, que les daba por igual el protagonismo por el que habían peleado tiempo atrás, llegaba alimentado por la máquina del fango. Además, por si fuera poco el 'cebo', se daba la circunstancia de que Terelu había dejado Sálvame en mayo de 2019 con un 'adiós' entre lloros que parecía definitivo por el hartazgo que exhibió ante sus compañeros.
Aunque llegó precedido de todos estos acontecimientos, Sálvame Lemon Tea aterrizó discretamente en la parrilla de Telecinco el pasado 17 de enero. En su primera semana, la nueva sección reunió de media a 1.452.000 espectadores, el 13.3% del público, mejorando así, aunque muy levemente, los datos que Sálvame Limón había registrado en la semana previa: 1.426.000 seguidores y 12.8% de cuota de pantalla. Es decir, María Patiño y Terelu Campos aportaron al programa medio punto de share y 26.000 espectadores más.
Una semana después, Sálvame Lemon Tea perdió lo poco que había conquistado y volvió a los registros habituales de Sálvame Limón. Quedaba claro entonces que la nueva sección no había sido el 'bombazo' que pretendía ser. Era un pequeño parche que, en el mejor de los casos, iba a retener al público más fiel o incluso podría traer algunos pocos espectadores más.
En cierto modo, Sálvame Lemon Tea recupera la esencia de Aquí hay tomate con estas dos presentadoras que comentan los vídeos a los que van dando paso mientras siguen un estricto guion formulado para no desperdiciar ni un segundo. También es similar la puesta en escena, construida a base de movimientos de cámara ágiles, con planos breves y en constante movimiento. Y su estructura es igualmente parecida a la de Socialité, el programa que María Patiño presenta los fines de semana y que, a pesar de tener un rival tan potente como La ruleta de la suerte, sigue siendo una apuesta bien consolidada.
Lemon Tea pretende ser un soplo de aire fresco, un sumario frenético para enganchar al público antes de que arranque la inmensa tertulia que se prolonga durante tres horas bajo la moderación de Jorge Javier Vázquez, Carlota Corredera, Nuria Marín y Paz Padilla. Además, a ellos se sumó hace unos días la periodista Adela González, que aparece en plató puntualmente para contextualizar cada una de las informaciones que se someten a debate.
Pero, si bien es cierto que su aterrizaje fue bastante discreto, Sálvame Lemon Tea ha mejorado en las dos semanas siguientes, pasando del 12.9% que promedió entre el 24 y el 28 de enero, al 13.6% que consiguió entre el 7 y el 11 de febrero, semana en la que también registró su mejor cuota de pantalla: un 14.1% hizo el jueves 10 de febrero.
Esta progresión ascendente coincide con la crisis surgida en la familia de Isabel Pantoja, que siempre es un revulsivo para los programas de Telecinco. En cualquier caso, el Lemon Tea lleva acumulada una cuota del 13.2%, por lo que aún no ha logrado alcanzar el 14.8% de share que tuvo Sálvame Limón en febrero de 2021.
'SÁLVAME LIMÓN'
'SÁLVAME LEMON TEA'
Las viejas rencillas entre María Patiño y Terelu Campos no han servido para incrementar la audiencia del programa. Tampoco han ayudado mucho los homenajes a Rocío Jurado y la tormenta perfecta que se ha vuelto a desatar sobre Cantora con la polémica entrevista de Kiko Rivera –por la que se disculpó en directo en Sálvame– y el divorcio de Anabel Pantoja –que volvió a amagar con dejar la tertulia pero regresó de inmediato pidiendo perdón–.
Sálvame está en el epicentro de la crisis de audiencia que atraviesa Telecinco. La cadena de Mediaset ha perdido el liderazgo por el desgaste de sus realities y, sobre todo, por el declive del programa que más alegrías le daba día tras día.
Antena 3 está haciendo mucho daño a la tertulia que presenta Jorge Javier Vázquez. El primer golpe que recibió fue el de Pasapalabra, contra el que aguantó el tipo hasta que cayó derrotado. Pero después llegó Tierra amarga y le ocurrió exactamente lo mismo: Sálvame resistió los primeros asaltos pero se ha ido quedando atrás con el paso del tiempo.
Los datos son contundentes: entre diciembre de 2021 y enero de 2022, Sálvame Naranja lideró en 9 ocasiones frente a las 21 veces que despuntó Tierra amarga. Pese a todo, Jorge Javier Vázquez confía en la fortaleza de su programa: “Que dejen de cavar la tumba que aquí seguimos. O que la caven, pero para meter a otros”, comentó hace unos días en respuesta a quienes están poniendo de manifiesto que el formato de La Fábrica de la Tele no atraviesa su mejor momento.
“La gente está empeñada en que Sálvame tiene crisis... Pues el título de esta historia podría ser 'este muerto está muy vivo'”, agregó con sorna el presentador. Sin embargo, las cifras no respaldan su discurso optimista, pues Sálvame, aunque se mantiene como una oferta más que consolidada y como una auténtica máquina de generar contenidos, se encuentra en uno de sus momentos más delicados.
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