Aitana Sánchez Gijón, Alberto San Juan y Vicente Romero protagonizaron en 2003 la película Carta mortal, inspirada en los crímenes del asesino de la baraja. Aún no se había celebrado el juicio contra el único acusado, Alfredo Galán, cuando Antena 3 grabó esta tv movie sobre uno de los capítulos más traumáticos de la crónica negra española.
Los hechos estaban muy recientes y aún no se habían pronunciado los tribunales, de modo que los guionistas tuvieron que andarse con mucho cuidado para no dar por sentado aquello sobre lo que no existía una sentencia. Para esquivar cualquier problema legal, se creó una historia ficticia que guardaba ciertas similitudes con el caso real.
Galán, condenado a 140 años de cárcel por seis asesinatos y tres intentos de homicidio en Madrid, trató de impedir la emisión de la cinta porque temía que le perjudicara ante la opinión pública, pero la justicia no tuvo contemplaciones con él.
Sorprendentemente, aunque los terribles crímenes del exmilitar ocuparon grandes titulares en los medios de comunicación, Carta mortal tuvo un impacto bastante limitado. Parece que al público le costó convencerse de que este thriller guardara alguna relación con los hechos.
Casi 20 años después de aquel estreno que pasó sin pena ni gloria, el asesino de la baraja vuelve a estar de actualidad con otra producción, esta bien distinta, que tampoco ha tenido demasiado eco.
TVE anunció a principios de diciembre que muy pronto se emitiría en La 1 una serie documental sobre los crímenes de Alfredo Galán. Sin embargo, la cadena pública rectificó pocos días después y lo que en un principio iba a ser un estreno por todo lo alto, en horario de máxima audiencia, acabó escondido en la plataforma RTVE Play. Tras comprobar la calidad del producto, parece una decisión muy poco acertada.
Un 'true crime' que no defrauda
La docuserie, titulada El asesino de la baraja, rebobina en el tiempo para analizar los terribles acontecimientos que durante meses tuvieron en vilo a los habitantes de Madrid. A diferencia de Carta mortal, aquí no hay un ápice de ficción; todo es real, por increíble que parezca.
Román Parrado dirige este true crime lleno de intriga y malas sensaciones en el que se ha generado una atmósfera tan angustiosa que incluso sorprenderá a los más fanáticos del género.
Producida por RTVE y Goroka TV, la docuserie nos traslada hasta los primeros meses del año 2003 en los que España vive compungida por la inminente invasión de Irak. Madrid se convierte en una gigantesca ciudad gris que pronto se verá sacudida por un escalofrío ajeno al invierno.
El 24 de enero, en el barrio de Chamberí, Juan Francisco Ledesma, portero del número 89 de la calle de Alonso Cano, se convirtió en la primera víctima de Alfredo Galán. Recibió un disparo mientras daba de comer a su hijo de dos años. Los investigadores no dieron con el autor. Pocos días después fue asesinado Juan Carlos Martín Estacio, un joven de 18 años que esperaba en una parada de autobús en Alameda de Osuna. Junto a su cuerpo apareció la carta del As de copas: así nacía el asesino de la baraja.
Un true crime es casi por definición un producto sensacionalista, pero este formato de RTVE, sin renunciar al morbo, va mucho más allá.
Sin dejar de lado la investigación policial, agónica cuando se trata de un asesino en serie que no encaja en los moldes, y las motivaciones psicológicas del criminal, la docuserie analiza a fondo el importantísimo papel que jugaron los medios de comunicación.
Se cuenta para ello con el testimonio de varios periodistas de sucesos que reconocen, sin fustigarse demasiado, que sus titulares grandilocuentes alimentaron el egocentrismo de un hombre insignificante que buscaba el reconocimiento de los demás. Los investigadores del caso son aún más críticos: la presión de los medios jugó en su contra y precipitó algunas decisiones erróneas, aseguran.
El documental es por momentos escalofriante. La música, compuesta por Eloi Caballé, mantiene la tensión en alto de principio a fin, el relato se desgrana con el máximo suspense y hay giros de guion que sorprenderán a quienes no conozcan o hayan olvidado los detalles del caso.
Se han incluido valiosos materiales de la investigación policial, imágenes que se filmaron en las escenas de los crímenes y grabaciones que se tomaron a los testigos y víctimas que sobrevivieron a la matanza indiscriminada que perpetró este exmilitar de 25 años que se acabó entregando a la Policía.
El 24 de enero se cumplirán dos décadas del primer asesinato. Sin ánimo de contribuir al sensacionalismo que ya entonces se demostró contraproducente, TVE tiene ahora la oportunidad de ofrecer un documento que rompe algunos mitos sobre el caso y plantea algunos debates importantes. Sin desmerecer el inmenso valor de la plataforma RTVE Play, El asesino de la baraja es una docuserie que se merece un pase en televisión, en La 1 y en horario de máxima audiencia.