'Un placer conocerte'

Laura Pausini se abre en canal en su documental: de la presión de los premios al temor de “haber contado ya todo”

Laura Pausini, en su documental 'Un placer conocerte'

Laura García Higueras

“¿Qué hace una persona cuando se hace famosa?”, preguntó Laura Pausini a su madre tras ganar el Festival de San Remo con 18 años. La cantante, curtida en pianos bar junto a su padre, arrancó entonces un viaje de no retorno hacia un éxito que continúa celebrando. No en vano, en 2021 obtuvo el Globo de Oro a Mejor canción original por lo Si, tema principal de la película La vida por delante; por el que también estuvo nominada al Oscar. En mayo le espera su próximo reto: presentar Eurovisión 2022 junto a Mika y Alessandro Catellan.

Prácticamente tres décadas separan ambas fechas, que la artista ha revisado en el documental Un placer conocerte, ya disponible en Amazon Prime Video. La italiana aceptó la propuesta de la plataforma al querer responder a otra cuestión que llevaba tiempo asaltándola: cómo habría sido su vida si no hubiera vencido en 1993 el certamen musical más importante de su país.

Para responder a la pregunta, ha abierto las puertas de su casa -y de ella misma- a las cámaras que han retratado cómo es su día a día junto a su familia, su relación con el guitarrista y director musical Paolo Carta, los viajes a su Faenza natal para recargar energías, lo unida que permanece a sus padres y a sus amigas de la infancia; así como el proceso de creación de sus canciones.

Pausini ejerce de narradora de la película, que incluye imágenes de archivo de la cantante llenando estadios por todo el planeta y en numerosos platós de televisión. También están su viral celebración del Globo de Oro el año pasado, vídeos caseros de sus largos trayectos en avión y escenas ficcionadas en las que se encarna a ella misma. Estas últimas son lo más flojo de la producción. No desentonan dentro del retrato de la protagonista, pero sí que resultan más artificiales.

Ante todo, se echa de menos verla relatar su trayectoria mirando a cámara, y no sólo con su voz sobreimpuesta en diferentes piezas. Hay gran parte de su testimonio que es muy potente. En concreto, sus reflexiones sobre la soledad que le ha acompañado en determinadas etapas, la cierta “incomodidad” que le genera recibir premios y el “bloqueo” que ha sentido alguna vez componiendo al temer “haber contado ya todo”.

El uso de la voz en off no resta credibilidad a su discurso; pero sí que en determinados puntos, siendo un relato en primera persona, se hubiera agradecido no sólo escucharla, sino también asistir a la emoción de su mirada y el resto de sus gestos.

La noche sola tras ganar el Grammy

Además de una grandísima cantante y compositora, Pausini ha demostrado tener gran soltura en televisión, especialmente gracias a su autenticidad, carisma y espontaneidad. Algo que también está presente en el documental, donde muestra la misma actitud ya sea hablando de su vida o en sus escenas cotidianas.

Quizás precisamente por ello llaman aun más atención los instantes en los que la italiana se abre en canal para abordar los periodos más complicados de su carrera. Ser referente y contar con un multitudinario ejército de fans no son una fórmula infalible para tener una vida privada y autoestima perfectas. Todo lo contrario. Como ya revelaron otros artistas como Raphael, Demi Lovato, Lady Gaga, Taylor Swift y Justin Bieber en sus propios documentales; su día a día puede llegar a ser un auténtico calvario.

Pausini reconoce que no sabe lo que es una “vida normal” y que hubo etapas en las que se le tambalearon los cimientos. “Nunca me ha gustado depender de nadie”, explica, pero por muy independiente que sea y haber contado siempre “con planes B”, ¿qué pasa cuando tu profesión te obliga prácticamente a tener que prescindir de tu vida social? Llegó a sentir desconfianza y ante todo, se desconectó del mundo.

Como la noche en la que ganó el Grammy al Mejor Álbum Pop por Escucha en 2006, en la que se fue a la habitación del hotel. “Tenía el premio en la mano, pero estaba sola”, recuerda, “el camarero me trajo una hamburguesa a mi habitación y una botella de champán para brindar conmigo”.

“Me sentía en un agujero negro”, revela, “a mi alrededor todo estaba apagado. Si no hay alguien con quien celebrar... Me estoy equivocando en algo”. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no le “había dado el valor suficiente a mis prioridades: la familia, los amigos, los afectos que de verdad importan”. Y volvió a casa por una temporada.

El 'precio' y la responsabilidad de los premios

Otra de las confesiones más valiosas de Pausini -aunque de rabia por la injusticia que supone teniendo en cuenta que la artista ha vendido más de 70 millones de discos en todo el mundo, por citar 'solo' uno de sus logros-, es su agridulce vivencia de los galardones.

“Cada vez que me nominan o gano un premio, una parte de mi se siente algo incómoda. Un premio es una gran responsabilidad”, describe al rememorar cómo recibió ser elegida para optar al Oscar, “sientes que tienes que hacer más, devolver a la gente y a la vida todo lo que recibes”. “Yo siento, sinceramente, que nunca he devuelto nada porque lo que me han dado es demasiado grande”, sostiene.

Algo parecido le ocurre al componer cuando, aunque sin mencionarlo, evidencia que ha sufrido en -demasiadas- ocasiones el síndrome de la impostora, que consiste precisamente en concebir que una no se merece todo lo que ha conseguido, sino que si se ha obtenido es por una mera cuestión de ssuerte. “A veces me infravaloro y me menosprecio, no sé por qué”, revela a su pareja al lamentar que, pese a que tiene 1.000 canciones compuestas para su próximo trabajo, no termina de considerar que merezcan la pena.

La música como salvación y defensora de causas

Pausini es consciente del poder de la música para transformar y para reivindicar causas. El amor es la principal temática que atraviesa su discografía, pero también ha cantado contra el racismo, la guerra, la homofobia y la pobreza. Igualmente defiende su poder sanador y, dentro de su propia vida, fue clave para sobrellevar los problemas de fertilidad que le llevaron a tardar más de lo esperado en quedarse embarazada de su hija Paula.

“Pensé que había tenido tanto éxito en el trabajo que no podía conseguir ser madre”, llega a confesar. Para darse una “última oportunidad, un empujón para creer que lo lograría”, compuso el tema Así Celeste, que reza: “Te esperaré, sin escapar, a mi regazo llegarás entre algodones. Te escucharé, te quedarás”. Durante la gira, hubo un concierto en el que “no podía respirar, no podía cantar”. Esa noche optó por quedarse a dormir en casa de sus padres y al día siguiente se hizo una prueba. “Toda mi familia estaba en el comedor, me senté a la mesa, miré a mi tía Silvia y le dije 'hola tía'”, celebra.

La cantante es generosa en su testimonio y ha conseguido liderar un documental en el que deja patente su humanidad más allá de la etiqueta de famosa. Un placer conocerte es un acto de generosidad emocionante que gana cuanto más se limita a dejar que la artista se cuente.

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