Rayden cierra 'La bien cantá' y mira al Benidorm Fest: “Me gustaría que los artistas de renombre que se han presentado lo dijesen”
Para Rayden, su experiencia como juez de La bien cantá, el talent de copla con el que RTVE ha intentado repetir en clave nacional el gran éxito que el formato original tiene en Canal Sur, ha sido más que positiva. A pesar de que las audiencias del programa presentado por Rocío Muñoz no han terminado de remontar -con un promedio del 6.6% de share, a falta de la final-, el cantante asegura que el proyecto ha merecido la pena y se muestra optimista con que sea renovado por una segunda edición en La 1.
Para el artista, La bien cantá ha materializado la idea de “quitarle el tono sepia a una cosa que parecía anacrónica entrada una época de nuestra vida”. Por eso, más allá del dato, Rayden considera, tal y como cuenta a verTele, que detrás “hay eso que se dice de servicio público y de acceder a la música en vivo, sobre todo en un programa que es el único donde hay una banda que toca en directo”, presume orgulloso, admitiendo que la apuesta a gran escala por las músicas folklóricas de todas las regiones de España “al principio evidentemente choca, porque también es arriesgada, pero poco a poco se está haciendo hueco”.
Rayden, que espera que RTVE siga apostando por formatos como este, se postula incluso como presentador de un mítico programa de la casa: “A mí me gustaría que rescatasen Música sí y que me lo diesen a mí”, expresa el madrileño, con el que la televisión pública ha vuelto a contar este año como miembro del comité de selección de canciones del Benidorm Fest. Tras su paso por el certamen como participante de su primera edición, el alcalaíno ha repetido este año en el proceso de designación de los 16 artistas y grupos que forman parte del cartel del festival que acogerá a finales de enero la emblemática ciudad de la Comunidad Valenciana.
El cantante pide “un voto de confianza” a los seguidores del formato hasta que salgan las canciones y responde a aquellos que se han quejado de que no haya grandes nombres entre los elegidos: “Si yo pudiese decir toda la gente que se ha quedado fuera, creo que pondría al alza el valor de estas 16 propuestas”, empieza afirmando. “Me gustaría que las personas de renombre que se han presentado lo dijesen, que sé que no lo van a decir, aunque lo respeto. Porque sería: 'Oye, yo me he presentado y no me han elegido'. Y eso no hace buena prensa”, reflexiona, descartando que el rechazo de dichos artistas sea por la obligación, en caso de ganar, de representar a España en Eurovisión.
“Hay un grupo muy conocido, una banda muy conocida, que me ha dicho que 'no' por tener miedo a quedarse en las semifinales y que reciban todo el odio por parte de la gente”, declara. “No tiene que ver con Eurovisión, tiene que ver con un miedo a la crítica del público, a la mala prensa y a que eso les reste valor”, añade, reconociendo que “como festival debemos mejorar muchas cosas desde un lado, pero también desde el otro del público, porque no se puede ser tan nocivo”. En todo caso, recuerda cómo es el proceso de selección: “Somos once personas votando y lo que no estamos haciendo es meter cinco artistas o grupos de renombre por maquillar la lista y luego los demás por votación pura y dura. Hemos querido pensar en la democracia verdadera”.
¿Qué balance haces de la experiencia en La bien cantá?
El balance que hago de esta primera temporada, espero que de muchas, es que estoy muy contento, muy a gusto. Creo que ha sido una experiencia muy orgánica, donde todo el equipo hemos remado en un mismo sentido y donde creo que se ha generado cierto magnetismo. Que no solo para nosotros ha sido un lugar donde quedarse y compartir todo lo bonito, sino que también lo ha sido para la gente que lo estaba viendo.
¿Por qué crees que, a pesar del gran valor cultural y de divulgación de la música que supone, no ha terminado de cuajar en el prime time de La 1?
En todo caso, la audiencia ha ido creciendo en cada programa y también esperamos mucho de la final. Pero creo que tiene que ver con lo que supone un choque cultural. Como decía Martirio, de quitarle el tono sepia a una cosa que parecía anacrónica entrada una época de nuestra vida, y volver a ponerlo sobre la palestra, ponerlo sobre espejo y ver ciertos discursos cómo se pueden reformular. Entonces, al principio evidentemente choca, porque también es una apuesta arriesgada, pero poco a poco se está haciendo hueco.
En la medición de audiencias de televisión, el público andaluz es muy importante. ¿Crees que ese riesgo de apostar por el furor por la copla, que sí triunfa en Canal Sur, ha sido mayor al llevarlo al enclave nacional?
Cualquier programa que arriesga implica esto, confiar en la persona que lo ve, también en cómo lo abraza y en que también es un reto. Yo soy una persona a la que le encantan los retos y este ha sido un reto que, de momento, siempre ha caído de pie.
¿Ves posible que la música folclórica de todos los puntos de España tenga cabida en la televisión?
A mí es lo que me gustaría. Creo que la música española, en un ejercicio constante de quererse renovar, ha hecho un viaje, el más difícil, que es el que se hace hacia dentro, hacia las raíces de cada lugar. Intentar rescatar la tradición, poder recuperar temáticas que estaban en desuso pero que son equivalencias, que hablan de lo mismo. Creo que el tiempo es cíclico y no sólo se está viendo en Andalucía, también en Galicia, que abraza mucho el folklore, se está viendo en el País Vasco, se está viendo en Cataluña que nunca se pierde, o en Asturias con gente como Rodrigo Cuevas. Entonces, creo que es natural, que es una transición natural y que también tiene que ver mucho con el orgullo que sentimos. Nos encontramos más a gusto abrazando nuestras raíces culturales, y musicales si vamos al plano detalle, que abrazando colores.
Me gustaría que RTVE rescatase 'Música sí' y que me lo diesen a mí para presentarlo
Habías sido ya asesor de Sebastián Yatra en La Voz de Antena 3, pero ¿cómo te has visto ahora en ese papel de juez?
Me he encontrado muy cómodo. Creo que se nota cuando no hay impostura y cuando hay una persona que se lo pasa bien, como ha sido mi caso. Se ha visto al niño que llevo dentro dando saltos, intentando compartir e intentando dar consejos desde el punto de vista crítico a los participantes. Porque al final estamos siendo para algunos de ellos los primeros oyentes, para otros sus oyentes más exigentes, pero creo que es un ejemplo de lo que se van a encontrar en su carrera discográfica en los escenarios. Si yo pago una entrada para verles, es lo mínimo que quiero pedir. Yo me he encontrado muy bien y creo que se me nota. En un lugar donde hasta me pongo a bailar, me pongo a saltar y danzo por todos los lugares del plató, pues creo que estoy como en mi casa.
La bien cantá ha sido otro programa que demuestra que RTVE quiere hacer de la música uno de sus sellos. ¿Es un arma de doble filo que dependa de su éxito o no en audiencias para que se siga apostando por ello?
Es que el éxito es sospechoso siempre. Yo tengo ese pensamiento. Y también en el momento en el que hay mil audímetros [5.920, como recogió verTele en este reportaje] en España, a mí lo que diga la audiencia es como, buf... No sé hasta qué punto, ¿no? Porque son equivalencias, porque implica una serie de cosas que muchas veces no se ajusta. Si fuese cuantificable de verdad, a lo mejor te diría otra respuesta, o te diría la misma, pero creo que el éxito es sospechoso. Prefiero decirte que muchas veces hay eso que se dice de servicio público y de acceder a la música en vivo, sobre todo en un programa que es el único donde hay una banda que toca en directo...
Porque, por ejemplo, lo que ocurría en La Voz es que yo la grabé cinco meses antes y todo eso se perfila, se mezcla el sonido, se deja limpito, se hacen cortes... Vamos, si hay algún fallo, hay algún artista que ha pedido recordings para regrabar su voz y que no se le vea el fallo o el gallo, y en esto no. En esto es lo que es y se puede sacar músculo y presumir de la orquesta que se tiene y de la dirección de Álex. Recuerdo que en el primer programa se vio a una maquilladora terminando de quitar brillos a Juanma [un concursante]. Me parece que este programa es un lugar donde se crea la honestidad, porque verdades cada uno tiene la suya, pero la honestidad es un lugar limpio donde se pueden compartir verdades. Así que estaré ahí siempre que quieran contar conmigo. Ojalá que quieran contar conmigo para presentar un programa de música en vivo, porque es un lugar donde la música en vivo debería ser un servicio público y también sirve para crear puentes para que la gente acceda a la cultura.
Precisamente queríamos preguntarte sobre qué línea crees que debería seguir TVE en esa apuesta por la música en directo. Es decir, ¿qué tipo de formato musical te gustaría ver en la pública?
Aquí sí voy a hacer autobombo. A mí me gustaría que rescatasen Música sí y que me lo diesen a mí. Me encantaría, porque para mí era mi cita de los sábados por la mañana con la música, descubría muchas cosas que a lo mejor el algoritmo de Spotify ahora me lo niega y creo que al final es crear puntos de encuentro en las casas. Creo que a RTVE le está yendo muy bien porque está generando un punto de encuentro donde reunirse toda la familia. Que a lo mejor el niño por primera vez se encapricha con la tele que ponen y no con la que selecciona con un mando, el adulto vuelve a conectar con eso, y el anciano y la senectud está contenta de volver a tener su regazo en la foto de familia. Creo que en esto RTVE tiene un valor al alza y creo que esto lo está defendiendo y que lo está cumpliendo.
Otro punto de encuentro para la música en RTVE es ese Benidorm Fest donde formas parte del comité de selección de las canciones participantes. ¿Has echado el ojo a algún concursante de La bien cantá para futuras ediciones?
Sí, hay varios que han enviado canciones que si no lo dicen ellos, yo no lo voy a decir. Pero son canciones increíbles, canciones que se han quedado a las puertas pero muy bien valoradas. A mí, porque ya lo ha dicho ella públicamente, Naomi Santos, que se ha quedado a las puertas de la final, me parece que es una artista versátil 360 que ha demostrado que no venía de ese lugar, lo ha hecho suyo y que tiene mucho que contar. A mí me encantaría poder verla ahí. Y al igual que en Cover Night participó J Kbello y ahora ha sido uno de los seleccionados, me gustaría ver que el próximo año pues Naomi u otras grandes voces que hay ahí pues sean selecionadas para el Benidorm Fest 2026.
Dentro del jurado, soy la persona que menos piensa en Eurovisión
Hablando del Benidorm Fest. ¿Qué valoración haces del plantel de artistas y canciones elegidas? Has dicho que es la selección “de más calidad” hasta la fecha.
Mira, nosotros tenemos una labor muy difícil que es también construir un relato. Y somos conocedores de que muchísimas canciones increíbles se quedan fuera. Porque a lo mejor hay otras canciones que se quedan dentro, empatan en sonido y al final se deslucen todos. Sí que es cierto que el público, cuando escucha a algún artista que enseña una canción suya que no ha sido elegida para el Benidorm Fest, hay gente que se puede llevar las manos a la cabeza porque lo ven desde la unidad, no lo ven desde el relato. También es cierto que una cosa es la maqueta que nos envían a nosotros y luego la canción retocada, manufacturada y todo esto. Es muy fácil poner un tuit diciendo: “Esta es la canción que no eligieron”. A mí me encantaría firmar una cláusula que es: si tu dices eso, yo puedo enseñar la maqueta que enviaste. Que es que cambia todo.
Esta edición podríamos haber construido un relato de hacer un line-up [cartel] con una lista de artistas muy conocidos, muy conocidos, que a lo mejor la poca queja que esta habiendo es que no hay ningún nombre atractivo. Si yo pudiese decir toda la gente que se ha quedado fuera, creo que pondría al alza el valor de estas 16 propuestas. Yo lo estoy diciendo en redes: reíros todo lo que queráis, que el 18 de diciembre me voy a reír yo. Cualquier persona que estuviese en la rueda de prensa del otro día, si me veía con el rabillo del ojo, me sentía como maquiavélico y poderoso por tener la caja de los truenos del secreto. Cuando salgan muchas canciones creo que la gente se va a sorprender, sobre todo del talento de las canciones y lo competitivas que son. Aunque yo, dentro del jurado, soy la persona que menos piensa en Eurovisión. Siempre pienso en defender como algo individual y exclusivo el Benidorm Fest. Pero las canciones son competitivas y creo que cada público va a encontrar en cada una de las propuestas a su artista favorito. No sé que va a pasar.
El Benidorm Fest nació con vocación de ser un certamen de referencia para grupos y artistas consolidados y, como dices, hay gente que echa de menos nombres reconocidos que complementen a esa hornada de nuevos talentos a descubrir. ¿Por qué ha ocurrido esto? ¿Por qué no veremos este año a grupos o cantantes de renombre? ¿Se ha antepuesto la calidad de la canción por encima de su intérprete?
Sí, sí, es así. Y sí que me gustaría que las personas de renombre que se han presentado lo dijesen, que sé que no lo van a decir, aunque lo respeto, porque sería: “Oye, yo me he presentado y no me han elegido”. Y eso no hace buena prensa, aunque yo creo que sí, porque prefiero a esa gente que muestra el amor por el festival y que se lo cree, y que sé que el año que viene van a seguir enviando canciones. Porque he de decir que ya me están enviando canciones para el próximo año, que yo no sé si voy a seguir aunque ojalá que sí. Ha sido así y bueno, creo que hay que confiar en nuestro criterio, porque hay una cosa que me gusta de La Revuelta de Broncano y es que ya confias en lo que va a pasar en el programa. A lo mejor es un punto para llegar a personas interesantísimas con un discurso necesario, personas que luego el público son el que dice: “Estas personas sí que tendrían que ser influencers y conocidos, y no otras personas”. Este año he querido ser uno de los que, junto con todo el jurado, queremos exigir al público que den un voto de confianza porque, cuando llegue el 18 de diciembre, lo que ha pasado con Vicco, lo que ha pasado con Chanel, lo que ha pasado con Rigoberta, que estaba más en ciernes pero no era la punta de lanza que es ahora, creo que va a pasar con muchos artistas.
En esas reuniones del comité, ¿se debate sobre el riesgo de que centrar la lista en artistas nuevos, y no incluir a gente reconocida, puede hacer que el interés por el Benidorm Fest se limite a público estrictamente eurofán y no atraiga a otro mucho más mayoritario?
Al final, somos once personas votando y lo que no estamos haciendo es meter cinco artistas o grupos de renombre por maquillar la lista y luego los demás por votación pura y dura. Hemos querido pensar en la democracia verdadera. Por ejemplo, y te lo digo, han entrado cuatro propuestas a las que yo no di ni un sólo voto. Pero otras personas sí las votaron y lo respeto así. Como han entrado personas que yo voté muchísimo y que, a lo mejor, otros no votaron. Entonces, sí que es una democracia. Luego habría que entrar en otro tema y es que a mí me gustaría que en lugar de 16 participantes fuesen más, pero también entiendo que eso puede restar el cariño y mimo de toda la maquinaria que hay que accionar de puestas en escena, de ensayos, y demás, para estos artistas, haciendo que sus propuestas queden un poco más con pinzas.
El año pasado sí que apostamos mucho por el nombre y luego la gente decía que si lo hacíamos por el nombre y no por las canciones. Nunca van a estar a gusto conforme a todo. Sí que es cierto que a mí me pasó una cosa y es que las canciones tienen alas, y cuando tienen alas uno ya no se acuerda del nido. A lo mejor, ahora en conciertos de Marlena cantan su canción y el público no se acuerda de que salió de aquí o toda la gente que canta Nochentera pierde el foco, lo asocian al lugar donde lo han coreado de fiesta y no lo asocian al Benidorm Fest. Nosotros tenemos que ser un festival como otros tantos que sirva para lanzar canciones, de gente conocida o menos conocidas, pero que las canciones hablen por sí solas y muestren el estado de salud del certamen.
En la rueda de prensa, se dijo que este año no hubo ninguna invitación directa por parte de RTVE. ¿Se referían a que ninguno de los elegidos ha sido por invitación directa, o que directamente no hubo ninguna invitación esta vez?
Yo, desde que he entrado, que este es mi segundo año como asesor, esto no ha ocurrido nunca. Entonces no te sé decir, porque yo antes lo máximo que hice fue entrar como participante y sé que hubo una votación, yo entré por votación. Cuando dicen invitación directa, y lo digo siendo totalmente sincero e ingenuo, no sé a qué se refieren porque yo este año y el año pasado lo que me he encontrado es que teníamos que votar, con cada uno de nosotros enviándolo desde casa ante notario y ya está.
Hay un grupo muy conocido que me ha dicho que no se presenta por miedo a quedarse en las semifinales y que reciban todo el odio por parte de la gente
¿Crees que si se desligara el Benidorm Fest de Eurovisión, es decir, si el ganador no estuviera obligado a ir a Eurovisión, se conseguiría atraer a más grupos y artistas con trayectoria que se lo piensan por todo lo que supone?
Con esto tengo duda. Esto me lo he planteado tantas veces que tengo factores contrapuestos. Mucha gente dice que tendría que ser como Sanremo, es decir, ser opcional. Estamos hablando de que cada serata de las que componen Sanremo la ven una media entre 15 y 20 millones de personas en Italia, es decir, que se ve más que un mundial de fútbol, más que Eurovisión y más que cualquier cosa. Dicho esto, y haciendo referencia a la mafia italiana, tú a un italiano, aunque sea opcional, con todo lo que se lía y los pasionales que son, tú gana Sanremo y di que no vas. Es opcional, pero se te acaba tu carrera. Entonces, a mí que digan que tendría que ser opcional como en Sanremo... Sí, pero con pinzas. Eso por un lado.
Por otro, creo que en España como festival debemos mejorar muchas cosas desde un lado, pero también desde el otro del público, porque no se puede ser tan nocivo. Y entiendo que es una forma deformada de pasión exacerbada pero hay que cuidar esto mucho porque de verdad que en eso se fijan los artistas. Hay un grupo muy conocido, una banda muy conocida, que me ha dicho que no por tener miedo a quedarse en las semifinales y que reciban todo el odio por parte de la gente. No tiene que ver con Eurovisión, tiene que ver con un miedo a la crítica del público, a la mala prensa y a que eso les reste valor. Lo que ocurre en Sanremo es que la gente ama la música de su país, llenan coliseos con cualquier persona de la tabla media del panorama musical, y aquí lo que pasa es que se está buscando cómo meter el palo en la rueda. Parece que si viene un artista desde fuera sí que es increíble y que si es nuestro muy bien tiene que hacerlo para que no sospechen.
Debemos mejorar muchas cosas desde un lado, pero también desde el otro del público, porque no se puede ser tan nocivo
Esto pasa también con el Benidorm Fest. Que parece que ponemos de 'vacas sagradas' otras preselecciones a las que va gente competitiva pero no va gente de renombre y creo que tenemos muy mal acostumbrados al público. Yo creo que si se desligase, o fuese opcional, la gente también seguiría con el miedo a perder lo que tiene y perder su valor. Y también es verdad que muchas veces las discográficas, por ejemplo, como el año pasado no ganó una propuesta de ninguna discográfica, pues tendrán sus reuniones con sus artistas y ven si con esos artistas que están en crecimiento pueden invertir más y si no están en crecimiento, pues no invierten en ellos... Desde este otro lado hay otra realidad. En todo caso, el Benidorm Fest tiene cuatro añitos, ya sabe andar, está empezando a decir sus primeras palabras, pero a marchas forzadas, y me incluyo, porque amo tanto el festival que sigo trabajando desde este lado e intentamos dar algo que sea, desde todas las fallas y aristas, un punto de encuentro.
En 2023 anunciabas tu retirada de la música. ¿Cómo estás viviendo esta etapa? ¿Te gustaría centrarte en la televisión?
La tele me encanta. Tengo la suerte ahora de estar entre el mundo de la novela, el mundo de la radio y el mundo de la tele y estoy muy a gusto y muy cómodo. Lo veo todo de una forma muy orgánica y mira, ahora como están con la promoción esta de Gladiator y veo a Denzel Washington todo el rato, ha dicho una cosa que, salvando las distancias, porque ojalá yo tuviese la mitad de talento que tiene él en su meñique, es: En la vida artística, la primera etapa es aprender, la segunda es ganar y la tercera es dar. Creo que ahora estoy en una etapa de contribuir, de dar y de ayudar a mostrar. Y más allá de la vocación es la contribución y estoy en un punto así, así me veo y me sirve para estar tranquilo.