Decía Goyo Jiménez en su monólogo Los americanos, emitido hace más de 15 años en el espacio Nuevos cómicos de Paramount Comedy (actual Comedy Central), que los estadounidenses tienen vidas más apasionantes que los españoles porque sus trabajos también lo son. “¿Habéis visto alguna vez una serie americana que se llame Encofradores?”, bromeaba al respecto. Era una exageración, claro: en España siempre ha habido y siempre habrá series de médicos, policías o abogados, al igual que en Estados Unidos han triunfado comedias sobre entornos tan aparentemente anodinos como una empresa de venta de papel (The Office) o el departamento de parques y recreación de una ciudad ficticia (Parks and Recreation).
Mamen Mayo, la primera ficción original española de SkyShowtime, tiene un poco de ambas, por lo que no parece casual que su protagonista, interpretada por Silvia Abril [a la que hemos entrevistado], forme parte de otro gremio alejado del glamour de Hollywood: la mediación de herencias. Además, su estreno, fijado para este lunes 18 de noviembre, coincide con la reciente llegada a Movistar Plus+ de Celeste, una serie protagonizada por una inspectora de Hacienda, lo que riza aún más el rizo.
La casual coincidencia de ambas ficciones, como lo fue la de The Office y Parks and Recreation en su día, parece querer decirnos que se pueden hacer series de cualquier profesión siempre y cuando haya una buena idea para ello. Celeste, por ejemplo, se inspira en los problemas reales de Shakira con la Agencia Tributaria para construir una comedia que también funciona como drama y thriller. Y Mamen Mayo convierte a su protagonista en algo más que una mediadora de herencias, dado que a veces parece una detective y otras, una psicóloga.
'Mamen Mayo', una comedia más tierna que divertida
El resultado de esta mejunje es una comedia que navega entre lo absurdo y lo tierno, y que supone una curiosa muestra de lo que pretende hacer SkyShowtime en nuestro país. Curiosa, a simple vista, porque no encaja en el perfil de “serie de pocos capítulos con una trama transversal”, que son las que abundan actualmente, sino que es una serie de pocos capítulos (ocho de 25-30 minutos cada uno) en la que cada uno de ellos funciona de manera independiente y repitiendo el mismo esquema, lo que sítua a Mamen Mayo más cerca del género procedimental y las comedias norteamericanas de toda la vida.
Cada uno de los cuatro capítulos que se han visto para escribir estar crítica narran cómo Mamen y su ayudante, David (Pablo Capuz), median en la disputa por una herencia hasta que dan con el problema de fondo que enfrenta a los implicados en el litigio, ya sean hermanos, primos o tengan una relación al margen de lo familiar. Dicho problema suele ser un drama emocional, una rencilla del pasado que la protagonista tiene que descubrir a partir de sus dotes detectivescas y psicológicas, las cuales la llevan a vivir situaciones surrealistas que acaban derivando en otras más dulces y emotivas.
A partir de esta fórmula, Mamen Mayo avanza como una serie amable, optimista y que hace gala de una firme voluntad por construir finales que nos hagan sentir bien y nos hagan confiar en la capacidad de entendimiento y reconciliación del ser humano, tan necesaria en estos tiempos de polarización. Por desgracia, la calidez que desprenden los desenlaces de sus capítulos se ve precedida por una falta de pegada en el apartado cómico, pues solo funcionan moderamente, y no siempre, las intervenciones de David o Sebastiana (Mona Martínez), una tasadora con un don especial para poner precio a las cosas.
Sin embargo, ni el primero ni la segunda evitan que la serie de Eduard Sola y Miguel Ángel Faura deje la sensación de que hubiera agradecido un punto más de locura y absurdez que la hubiera acercado, salvando las distancias, a comedias 'feel good' contemporáneas como Brooklyn Nine-Nine. El balance de la serie sigue siendo positivo, pero esto último supone un grave 'delito' al tener como protagonista a Silvia Abril, que tan bien se mueve en cualquier locura cómica. Pero ni la actriz tiene aquí el material necesario para soltarse la melena (aunque sí para demostrar que puede protagonizar una serie de televisión, algo que no había hecho hasta ahora) ni Mamen Mayo es ese tipo de propuesta, sino una más ligera y comedida.
SkyShowtime inicia su camino en las series originales
Con ella, SkyShowtime empieza a construir por sí misma un catálogo de series españolas originales que hasta hora se nustría de coproducciones (Las Pelotaris. 1926), compras a terceros (la segunda temporada de Por H o por B) o, en el mejor de los casos, producciones concebidas por y para Paramount+ (Bosé, Las invisibles, Mentiras pasajeras), el servicio de streaming que inicialmente iba a operar en su lugar.
Por tanto, Mamen Mayo abre un nuevo capítulo en la historia de la OTT, vigente en España desde febrero de 2023. Un capítulo que no necesariamente representa lo que va a hacer la plataforma en el futuro. Las primeras series originales de Netflix España (Las chicas del cable), Movistar Plus+ (Velvet Colección) y Atresplayer Premium (El Nudo), por ejemplo, tampoco lo hicieron en su momento, aunque sí sirvieron para que todas estas compañías comenzaran a escribir un listado de ficciones propias tan amplio como variado. Justo en lo que está ahora SkyShowtime, que ha arrancado con margen de mejora, pero ganándose el beneficio de la duda con esta comedia de domingo por la tarde, manta y sofá que es Mamen Mayo.