“¿Puede alguien morir dos veces?”. Esta pregunta, de a priori respuesta sencilla, es la atractiva premisa de Segunda muerte, la nueva serie original que Movistar Plus+ estrena este jueves 6 de junio con Georgina Amorós y Karra Elejalde. Una ficción que va de menos a más y que aunque se vertebra sobre la intriga, termina por dejar huella por la subtrama familiar de la dupla protagonista.
Este título, el quinto lanzamiento español de la plataforma en 2024, es un thriller psicológico de seis episodios ambientado en el valle pasiego del Miera, donde una joven auxiliar de policía llamada Sandra encuentra el cadáver reciente de una vieja amiga de la familia que fue enterrada siete años atrás. Hallazgo que no sólo altera la tranquilidad de los vecinos, sino que acaba involucrando de alguna manera a la protagonista y a su padre Tello, un exagente de la UCO con principio de demencia senil.
Su punto de partida presenta, de entrada, un elemento de originalidad que le desmarca de otros estrenos actuales del género que apuestan por historias con ingredientes comunes entre sí. Vistos la totalidad de sus capítulos, a los que ha tenido acceso verTele, podemos confirmar que también aporta un soplo de aire fresco al thriller español, copado en los últimos tiempos por adaptaciones literarias que en pantalla funcionan de manera menos orgánica que en las páginas de las novelas.
En este caso, Segunda muerte es una serie creada por Agustín Martínez, guionista con una importante trayectoria televisiva que además es uno de los artífices del fenómeno Carmen Mola junto a Antonio Mercero y Jorge Díaz. Esta doble faceta da como resultado una ficción que maneja a la perfección el misterio, especialmente a partir de la tercera entrega, y que profundiza en capas de sus personajes a las que habitualmente no llegan las producciones de tan corta duración.
Su impronta se percibe desde el inicio, heredando un tono que en los primeros episodios puede recordar a La Caza: Monteperdido, serie creada por el mismo Martínez a raíz de una novela que firma sin sus dos compañeros de proyecto literario, pero que termina por evolucionar a algo más cercano al universo Mola no tanto en su violencia y crudeza como en el ritmo y los golpes de efecto del relato para enganchar.
Un gran manejo de la intriga para enganchar al espectador
Sin desvelar más detalles que los que ofrece su propia sinopsis y tráiler oficial, Segunda muerte arranca con el hallazgo por parte de Sandra (Georgina Amorós) del cadáver de una mujer en una cabaña aislada en un valle. La joven policía no tarda en detectar que se trata de Juliana, una mujer del pueblo con lazos con su familia que supuestamente falleció, y a la que enterraron, varios años atrás.
Este suceso altera por completo la normalidad de la protagonista, acostumbrada a labores de oficina y no a los homicidios, y también la de su padre Tello (Karra Elejalde), un reconocido exmiembro de la UCO que se encuentra retirado por un principio de demencia senil pero que mantiene el instinto y la ambición intactos. Su investigación, paralela a la oficial, pronto se complica por distintos giros que les involucran, y que convierten el caso en un callejón de difícil salida para ellos.
Y son precisamente estos giros uno de los puntos fuertes de esta serie de DLO Producciones, que aunque capta la atención desde sus primeras secuencias por la particularidad del suceso que vertebra su trama, es a partir del capítulo 3 y de su desenlace cuando sube el nivel y engancha definitivamente al espectador para no soltarle.
En cuanto a estructura, este es un thriller de lo más clásico: ocurre un crimen, se abre una investigación que sufre distintas complicaciones, y el público va descubriendo a la par que sus protagonistas qué es lo que ha sucedido y quién es culpable. Lo atractivo -y adictivo- en este caso es el manejo de la intriga en los guiones de Agustín Martínez e Isa Sánchez, que apuestan por sorprender con golpes de efecto inesperados y finales de capítulo que dejan con ganas de más, y que dan la estocada definitiva por su sorprendente resolución.
Esta trama de misterio va evolucionando y ramificándose de manera progresiva a lo largo de los episodios, a los que se van sumando distintas piezas de un puzzle que, en apariencia, no deja de complicarse. Una especie de 'cluedo' al que el espectador asiste activamente mientras la subtrama familiar de sus protagonistas va tocando las teclas necesarias para implicarle, y emocionarle, con una historia con la que muchos pueden sentirse identificados.
Todo, en un entorno como el de los Valles Pasiegos, que se convierten en un paraje de excepción para esta trama. En los últimos tiempos es una realidad la descentralización de las historias en el audiovisual español, que parece que al fin ha descubierto que hay vida más allá de la capital. Algo más habitual incluso en el género thriller, donde la ambientación resulta clave. En este caso, el paraje rural aporta un plus , con una ambientación totalmente envolvente.
Karra y Georgina, una dupla protagonista sobresaliente
Como destacábamos al inicio de esta crítica, si por algo deja huella Segunda muerte es por el trasfondo de la trama que comparten, más allá del crimen, los personajes de Karra Elejalde y Georgina Amorós: la historia de un padre y una hija alejados de manera aparentemente insalvable, y cuya relación se transforma poco a poco.
Este recorrido emocional, con una importante carga dramática, se eleva por las sobresalientes interpretaciones de ambos actores protagonistas. En el caso de Amorós, a la que hemos visto hasta ahora en series con papeles más juveniles, da un paso adelante para demostrar que está a otro nivel para afrontar proyectos y personajes de lo más ambiciosos. Su Sandra, una mujer de altas capacidades, independiente, madre e hija, pasa por todo tipo circunstancias y emociones, completando un arco redondo.
En lo que respecta a Elejalde, cuya solvencia en todo tipo de roles está más que probada, da una masterclass como Tello, un agente retirado de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que se enfrenta a una enfermedad que no es tabú en el audiovisual patrio, pero que se retrata con poca frecuencia en las series españolas: la demencia senil.
El actor vasco admitía, en su entrevista promocional de la serie con verTele, que volver a dar vida a un personaje con esta afección, cuando ya lo había hecho en la gran pantalla (en Kepler Sexto B), le generó algún tipo de duda a la hora de afrontar el proyecto. Sin embargo, su interpretación ha terminado sirviendo como homenaje a su madre, que falleció durante el rodaje tras años afectada por esta enfermedad.
Con este contexto, emociona más si cabe el recorrido que realiza en la piel de Tello, cuya evolución se plasma capítulo a capítulo. Y aunque se toman ciertas licencias por el avance rápido de la demencia, como también desvelaba el propio Karra, conmueve especialmente en los episodios finales. Buena parte de este mérito corresponde también a los directores Álex Rodrigo (El embarcadero, La casa de papel) y Óscar Pedraza (Patria), que consiguen un gran balance entre las secuencias de tensión y escenas más emocionales.
Además, Segunda muerte cuenta con secundarios como Joel Bosqued, Aria Bedmar, Paula Morado, Antonio Navarro, Fernando Guallar, Maribel Salas, Arturo Querejeta, Sara Vidorreta, Andrea Ros, Veki Velilla, Kandido Uranga, Karmele Larrinaga, Javier Lago y Javier Barandiarán, que también rinden a buen nivel en una historia que está muy bien contada y que se desmarca, desde ya, como una de las series españolas más solventes de 2024.