De los 239 marineros que partieron de Sevilla en 1519 rumbo a las Indias, sólo 18 regresaron a España. Aquella travesía hacia lo desconocido duró tres años y estuvo liderada por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, cuya osadía permitió descubrir una ruta comercial que hizo rica a la Corona española. Quinientos años después, Amazon Prime Video estrena Sin límites, la miniserie que narra la apasionante aventura de los primeros hombres que dieron la vuelta al mundo surcando mares que hasta entonces no aparecían en los mapas.
El cineasta británico Simon West (Con Air, Los mercenarios 2) dirige los seis episodios que componen esta coproducción hispano-estadounidense que más adelante se emitirá en TVE e incluso llegará a otros muchos países gracias a la televisión pública alemana ZDF. De momento, Sin límites estará disponible en Amazon a partir de este viernes 10 de junio.
Aunque se dé importancia a cada uno de los personajes de la serie, a la tripulación sin la que no se podría haber llevado a cabo la histórica hazaña, el protagonismo recae sobre Álvaro Morte (Elcano) y Rodrigo Santoro (Magallanes), la pareja accidental que tomó las riendas de esta expedición que recorrió 69.800 kilómetros.
Son muchos los puntos que juegan a favor de la nueva serie de Amazon, que mantiene un nivel de acción muy elevado incluso en aquellos capítulos de menor impacto. Sorprendentemente, el equipo creativo de Sin límites ha introducido algunos elementos de dramatismo que aportan ritmo y épica a un acontecimiento histórico cargado de momentos trepidantes que no necesitaban más aditivos modernos.
La brevedad de los episodios (no superan los 40 minutos) la hace aún más atractiva, pero también juega en su contra ya que, en tan poco tiempo, resulta difícil reflejar con naturalidad las sensaciones de la tripulación, la ilusión, la incertidumbre, el éxito, el terror y la desesperación que vivieron estos marineros a lo largo de tres años.
Sin límites viaja en el tiempo demasiado rápido, con transiciones secas que no permiten empatizar con los personajes. En este sentido, en nada se parece la serie de Simon West a la de su compatriota Andrew Haigh, que en 2021 dirigió con maestría La sangre helada y nos hizo pasar miedo ante el monstruoso marinero al que interpretó Colin Farrell en ese viaje aterrador y desesperante por las gélidas aguas del Ártico.
Pero Sin límites no es un thriller, es una serie de aventuras y acción que se muestra más dispuesta a ensalzar la violencia del viaje que las secuelas emocionales que el paso del tiempo, las tragedias recurrentes, el hambre, las enfermedades y el horizonte infinito fueron imprimiendo en la tripulación de las cinco naves que partieron de Sevilla.
Por otra parte, se aprecia un esfuerzo por no juzgar las intenciones de la flota española y las pretensiones imperialistas que exhibió allá por donde pasó. Aunque hay algunas referencias al papel colonizador y evangelizador de los marineros (de estos y de todos los que pusieron rumbo a las Américas), la serie no entra de lleno en esta cuestión que, desde luego, no es menor.
Una serie con recursos suficientes para cuidar hasta el más mínimo detalle
Se percibe a simple vista que Sin límites es una serie con recursos. Se han cuidado los pequeños detalles que dan verosimilitud a las ficciones históricas, máxime si relatan hechos de una época que tantas veces ha sido representada en el cine.
Las actuaciones del reparto están a la altura. Santoro (300) y Morte (La casa de papel) encajan perfectamente en sus respectivos papeles y reflejan bien la personalidad de estos aventureros que comparten la astucia de los grandes estrategas, pero se diferencian en su gestión del equipo: Magallanes, representado aquí como un hombre autoritario y de convicciones fuertes; y Elcano, pintado como un humilde marinero que prefiere ceder el poder a la tripulación.
Las instituciones del Reino también viajan a bordo, interpretadas por Sergio Peris-Mencheta (como veedor general de la flota enviado por el rey de España) y Pepón Nieto (delegado de la fe católica). El reparto lo completan Carlos Cuevas, Gonçalo Diniz, Raúl Tejón, Adrián Lastra, Bárbara Goenaga y Manuel Morón.
Los efectos especiales son recurrentes. Aunque el rodaje se llevó a cabo en diferentes localizaciones de España y República Dominicana, las escenas de mar se han filmado en un estudio, tal y como hemos podido comprobar los periodistas a los que se nos han facilitado capítulos que no están completamente editados. Y ver al barco y a los marineros en ese gigantesco plató azul en el que después se proyectan los efectos visuales no ayuda a conectar con la historia; más bien al contrario, rompe toda la magia.
En cualquier caso, la banda sonora épica, las buenas actuaciones del reparto, la belleza de los escenarios y el agitado ritmo con el que se conectan los seis episodios son más que suficientes para retener al espectador y hacerle viajar con Magallanes y Elcano por esta travesía marítima que por fin se ha filmado para que nos hagamos una idea de lo impresionante (y dura) que fue aquella gesta.