Ana Rosa, ante su nueva era en Telecinco: “Me dijeron que había que cambiar las tardes y que yo era la mejor opción”
Ana Rosa Quintana cierra una etapa en Mediaset, posiblemente la más larga y exitosa de cuantas haya vivido en la pequeña pantalla. Pero no dice adiós a la televisión. Ni mucho menos. A partir de septiembre, la presentadora dejará las mañanas (donde ha conducido El programa de AR durante casi 19 años) para ponerse al frente de TardeAR, el magacín de actualidad que sustituirá a Sálvame en la sobremesa de Telecinco.
Su nuevo proyecto es una apuesta arriesgada para elevar los índices de audiencia en una franja en la que su cadena está teniendo muchas dificultades. Si Sálvame ya estaba de capa caída en los últimos meses, Así es la vida –el programa que está ocupando las tardes durante el verano– va de mal en peor.
“Es un momento muy difícil. En julio y agosto cambian las audiencias, los niños mandan en el mando, la gente se mueve... Son meses muy complicados. Estamos todos bajísimos”, argumenta la periodista para justificar el poco éxito de este otro magacín que también produce su empresa, Unicorn Content, metida hasta el tuétano en la parrilla de Mediaset.
Este jueves 20 de julio sacó pecho en las instalaciones de Telecinco, donde convocó a los medios de comunicación, verTele entre ellos, para presumir del liderazgo conseguido por El programa de AR a lo largo de 19 temporadas.
Los cambios en Mediaset se aceleraron con la salida de Paolo Vasile. Dice que fue Alessandro Salem –actual consejero delegado de la empresa– quien le pidió que tomara el control de la sobremesa.
“Desde que llegó a Madrid en diciembre, la primera vez que le vi me dijo: 'Quiero que hagas las tardes'. Le dije: 'Vale, fenomenal. Hale, adiós'. Un par de meses después me dijo que había que cambiar las tardes y que creía que yo era la mejor opción”, relata Ana Rosa.
El proyecto tenía implicaciones a todos los niveles: cambios en su vida privada, la incertidumbre de enfrentarse a un nuevo guion, el reto de mejorar la audiencia del canal... Pero aceptó la oferta: “Entendía que si la cadena que me ha dado 19 años de éxito me necesitaba, no le podía decir que no”.
Ana Rosa y su equipo trabajan en un formato novedoso que “intentará” ser gamberro. “No se puede vivir de la nostalgia. Hemos tenido mucho éxito, han sido muchos años y hemos sido muy felices, pero se cierra una etapa y hay que renovarlo todo”, defiende en su charla con los medios de comunicación.
TardeAR no se parecerá a Sabor a ti (el programa que presentó en Antena 3 entre 1998 y 2004) porque quiere hacer algo adaptado a la “sociedad de 2023”, pero sí tendrá contenidos políticos. Aunque Alessandro Salem avanzó en mayo que el nuevo programa de Ana Rosa Quintana no tendría política, la presentadora anuncia que se tratarán todo tipo de temas.
“Lo que dijo Salem, y me parece que es sensato, es que las tardes no son para hacer tertulias y grandes debates políticos. Pero cuando haces un programa de actualidad, hay que tratar la actualidad. Y la política es todo: que suban o bajen las pensiones, que haya una pandemia, que cambie un código penal...”, argumenta.
“No me parece bien lo que ha pasado con Silvia Intxaurrondo”
La política está muy presente en su actual programa. Y sus editoriales, especialmente críticos con el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, han provocado todo tipo de reacciones a favor y en contra. “Esa es mi opinión, la opinión de Ana Rosa Quintana, no la del programa ni su línea editorial (...) Digo lo que pienso e intento no contaminar al resto del programa”, matiza la presentadora.
Consciente de la controversia que desatan sus comentarios, insiste en su autenticidad: “Siempre he intentado ser yo. Digo lo que pienso y me equivoco o no, pero lo hago en conciencia. Y lo voy a seguir haciendo, con el tema que sea. No puedes coger a un comunicador para decirle lo que tiene que pensar y decir”.
Además, se muestra convencida de que la tertulia política de El programa de AR “es la más plural” de la televisión. “Siempre he sido muy respetuosa con la libertad de expresión de todo el mundo”.
La libertad de expresión, y la de prensa, son cuestionadas por algunos políticos repetidamente. De hecho, el candidato del PP a las elecciones del 23 de julio, Alberto Núñez Feijóo, se encaró a la presentadora de TVE Silvia Intxaurrondo por haberle desmentido un dato en plena entrevista.
Ana Rosa le echa un capote y recuerda que también ella está en la diana, al igual que “Carlos Herrera, Pablo Motos, Alsina y Vicente Vallés”, a los que nombra específicamente: “No me parece bien lo que ha pasado con una periodista que tiene todo el derecho del mundo a expresar su opinión o su discrepancia, como no me parece bien que a una periodista como yo, Podemos la saque en campaña electoral como si fuera fascista o cosas peores. Los periodistas tenemos derecho a controlar al poder, sea quien sea. Pero de esto tienen muchas lecciones que aprender tanto Podemos como el PSOE”.
En este sentido, lanza un comentario para el que se quiera dar por aludido: “Con nosotros se han traspasado muchas líneas, y me hubiera gustado un poquito más de apoyo de los compañeros”.
“Jorge Javier es uno de los mejores comunicadores de este país. Es buenísimo y siempre aporta”
Mientras Ana Rosa Quintana y sus compañeros se preparan para saltar a las tardes, Jorge Javier Vázquez espera su regreso a Telecinco con un programa que todavía no tiene el visto bueno de la empresa.
Para ella, esta es una buena noticia si significa que ha mejorado la salud del presentador, que está de baja médica desde que se canceló Sálvame. Y también por todo lo que implica para Telecinco contar con “uno de los mejores comunicadores” de este país: “Es buenísimo y siempre aporta”, dice de él.
Tampoco niega que Sálvame –programa con el que su productora ha tenido algunas tensiones– “ha sido un formato televisivo de éxito”. Ahora que las aguas parecen haberse tranquilizado tras el terremoto que provocó Mediaset al dar más protagonismo a Unicorn Content (El programa de AR) frente a La Fábrica de la Tele (Sálvame), Ana Rosa Quintana destaca que sus compañeros “son grandes creadores de contenidos, siempre distintos, originales y modernos”. Se han quedado sin Sálvame, pero “seguro que se reinventarán”.
En cualquier caso, afirma tajante que “no” se ha sentido arropada por el equipo de Sálvame en este cambio de ciclo, aunque reconoce que “nunca” ha tenido con ellos “una relación especial”, y entiende que ahora, con el fin de su programa sobre la mesa, “bastante tenían ellos con lo suyo”.
Es tiempo de cambios para unos y para otros. Mientras los de Sálvame ponen rumbo a Netflix, Ana Rosa Quintana salta a las tardes con un magacín que durará tres horas aproximadamente y que presentará de lunes a jueves. Sus médicos, los que le trataron el cáncer de mama que sufrió hace unos meses, no le permiten más esfuerzos frente a las cámaras.
Se cancela un programa y se alumbra otro; se premia a una productora y se arrincona a otra. ¿Por cuestiones ideológicas? La periodista lo pone en duda: “Supongo que las cadenas no toman las decisiones por impulsos políticos. Lo harán por audiencia, por cambio de ciclo, por sus estudios de reputación...”. En septiembre, las tardes de Telecinco cambiarán de tono. ¿Habrá editoriales en TardeAR?: “Algo haremos”, desliza.