Entrevista

Arnau, de “rey del foso” a ganador de 'Masterchef': “Se asocia tener estrategia a ser maquiavélico y no lo veo así”

Arnau París fue nombrado este martes el ganador de la emotiva novena edición de Masterchef. Con su menú Orígenes, sorprendió tanto a los jueces como a Dabi Muñoz. En los tres platos el catalán buscó reivindicar tanto el origen del producto como plasmar sus propias vivencias a lo largo de su vida. El mejor valorado fue Bosque, el que se encuentra en la carta del restaurante Masterchef esta semana. Su contrincante, Meri, también buscó mostrar en la prueba sabores de su vida, pero fue superada por el respeto al producto y el detallismo que mostró el comercial.

Hablamos con el vendedor nato, quien ha revelado las claves para ganar el talent, y sus proyectos más cercanos, que tienen lugar en el negocio familiar de producción de aceite de oliva. Le preguntamos por su paso por diez pruebas de eliminación y su relación por Ofelia, quien ha acaparado la mayoría de la atención en esta edición.

¿Cómo estás después de la victoria?

Es una sensación muy extraña porque es difícil de definir cuando cumples un sueño. Yo la verdad que nunca había cumplido ningún sueño y ahora es una realidad, entonces ni con ocho horas de conversación yo creo que no podrías hacerte una idea de lo que es para mí esto.

¿Te veías posibilidades como ganador? ¿Qué crees que has podido hacer tú para ganar el talent?

No. Bueno, no. Es decir, yo siempre he querido ganar evidentemente, pero en cada foso me he pensado que me iba a mi casa. Y siempre lo he vivido muy cocinado a cocinado. Yo creo que lo que he hecho es estar en una posición humilde y concentrada en la cocina, he tenido mucha actitud y lo más importante: he conseguido remontar muy rápido, de que hoy me den palos por haber hecho un cocinado de mierda y mañana entro a tope y lo haré lo mejor que sepa. Esa es la clave del éxito de Masterchef, en un talent que exige tantísimo se tiene que estar fuerte mentalmente.

El menú que te hizo ganador, como el nombre indicaba, evocaba a los orígenes, tanto al tuyo como al de los alimentos, el que siempre has reivindicado. ¿Crees que es posible que la gastronomía vuelva a centrarse principalmente en el producto?

Es hacia donde vamos. No quiero estar en contra de nadie y adoro la vanguardia y me flipan también las técnicas de vanguardia, pero mi forma de entender la cocina es con una cocina muy sincera, muy transparente y muy directa, donde el producto se tiene que manipular lo mejor posible. Que quede claro lo que vengo a comer. Si es cabrito, que sea con forma de cabrito y que sea el mejor que he podido conseguir dentro de la filosofía de entender el producto: con sostenibilidad, con sentido, reivindicando el territorio, y con gente con proyectos con alma. Es que hemos llegado a un punto en el que yo tengo amigos que compran los tomates por Amazon. Esto a mí no es que me asuste pero pienso que c*** va a saber del producto sin preocuparse por verlo cuando lo compra. Entonces tenemos que parar un momento, mirar hacia atrás y enfocamos hacia delante. Es un poco la reflexión.

¿Crees que es lo que se está haciendo actualmente en la gastronomía, sobre todo nombrando el producto local?

Es lo que está llegando. Evidentemente, la gastronomía en España es brutal y no puedes pretender que todo sea igual porque sería un rollo, pero a nivel de tendencias y a grandes rasgos yo creo sí, que cada vez se está poniendo más de relevancia, sin olvidarnos que vivimos en un mundo globalizado y que las mezclas son excelentes y necesarias, pero no debemos olvidar el sitio donde estemos. De dónde venimos y hacia dónde queremos ir, sobre todo.

 ¿Esta es una de tus intenciones como cocinero a partir de ahora?

Siempre lo he hecho y lo voy a seguir haciendo, ahora pues aprendes en la cocina y creo que es la forma de ser consecuentes: reivindicar alguna cosa y traducirlo en los platos.

Como te han dicho una y mil veces, eres el estratega por excelencia de esta edición. ¿Seguiste de verdad un plan?

Todos tenemos una estrategia en la vida. La vida es estrategia y todos tenemos varias. Para mí estrategia es fijar un punto y diseñar cómo vas a llegar hasta ahí. No es malo tener estrategia, lo malo es que habitualmente se asocia a ser maquiavélico y yo no lo veo así. Evidentemente cree una estrategia para ganar y uno tiene que analizar los puntos fuertes de uno mismo y de los demás, con un análisis del entorno. Y a partir de allí ir encajando lo que vas pudiendo y aprovechar las ventajas que tienes siempre y cuando no se perjudique a nadie.

También has sido uno de los concursantes que más veces ha ido a la prueba de eliminación. ¿Crees que esto influye positivamente, tanto incluso como para alzarse con el trofeo?

El rey del foso. Pasar por él es una gestión en el cocinado, una gestión emocional con los nervios y al final siempre entrenas la templanza, el orden, la limpieza... Y acabas haciendo cocinados más precisos, porque inviertes más horas que los demás. Al final, entre el que va al gimnasio tres veces a la semana y el que va siete, levantará más pesas el que va siete.

Por supuesto, tu forma de vender los platos, como buen comercial, no ha pasado desapercibida en ningún programa. ¿Cómo de importante es el marketing para hacerse notar en la cocina, y en un programa de estas características?

Yo tengo una habilidad que es la labia y la venta y hay que aprovecharla en lo que sea, sea vender un plato o un proyecto. Yo siempre reivindico lo mismo: para mí la venta tiene que ir de la mano del producto. Tú puedes vender un mal producto con una buena venta pero estás perdido y pierdes al cliente. Necesitas una buena venta y un buen producto. El marketing hoy en día es importante a todos los niveles pero si no va respaldado de algo que merece la pena no te ha servido de nada porque la gente no es tonta al final.

Acabaste sacando tu corazoncito, ¿hemos visto el verdadero Arnau o solo al final? ¿Crees que ser así de honesto te ha favorecido?

Habéis visto al verdadero Arnau. El verdadero Arnau es el de las de las risas, pero también muy amigo de sus amigos, pero para llegar a ser amigo de tus amigos necesitas tiempo. Me llevo bien con todo el mundo pero no soy amigo del primero que pasa. Hasta que no me he ido sintiendo cómodo no he mostrado mi faceta mas emocional y al final la estrategia en este programa solo es una, que es currar. currar y currar. Yo soy como soy, a veces me va bien y a veces me va mal. Seguramente me haya venido bien en muchas ocasiones en el programa, si no no sería ganador.

Ha sido una edición movidita, sobre todo por las relaciones con Ofelia. ¿Cómo has vivido tú todos los líos y que haya centrado tanto la atención?

Si los líos no van conmigo no me meto, y cuando van conmigo intento gestionarlos. Si tengo un problema contigo, me siento contigo y te digo que algo pasa y que debemos hablarlo. Con Ofelia me pasaba esto: es muy intensa, lo habéis visto y yo lo he visto y lo he vivido. Al final, en la casa, cuando iban a saltar chispas yo la paraba y le decía que cada uno se fuera a su cuarto y que al día siguiente nos levantábamos, nos tomábamos un café y charlábamos y seríamos super amigos, peor en ese momento nos íbamos a tirar de los pelos, así que era mejor tomar distancia. Cuando ha habido algo que me ha molestado de ella se lo he dicho. Es una chica encantadora, que lo entiende y lo comprende. Y lo mismo ha ocurrido al revés, cuando he hecho algo que la ha podido molestar me lo ha dicho y le he dado la razón. Lo normal.

¿Con qué momento te quedarías en particular? ¿Y qué momento te gustaría cambiar?

Con el momento con el que me quedaría es con la el reto de la tarta de boda o la taza de chocolate, porque ahí descubrí una pasión dentro de una pasión. La gastronomía es mi pasión, pero ahí descubrí que la repostería era otra pasión que no sabía y que, a parte, siempre la había dejado de lado. La repostería siempre es lo que no gusta, o se dice que es muy precisa, y en general he disfrutado muchísimo haciendo esos postres y me han salido platos muy chulos. Cambiaría el momento en el que dejé una sartén hirviendo en el suelo. Me gustaría cambiarlo porque a Toni le hice un quemón de coj****.

¿Cuál es tu próximo reto?

El Basque Culinary Center, prácticas fueras y seguir avanzando con mi proyecto personal. He desarrollado ya una oferta gastronómica en Lleida, donde tenemos el negocio familiar. Nosotros hacemos aceite de oliva virgen extra y allí, a parte, hacemos vinos. Estamos montando ahora cenas donde la gente viene a disfrutar de un menú degustación junto con una variedad de vinos que viene del propio molino, donde recae la magia. Al final, estás llevando al comensal al punto cero del producto, están sentados donde se están haciendo las cosas e intentas transmitirles la pasión que tienes tú por ese proyecto y ese producto.

¿En principio vas a continuar con eso?

Sí, he hecho ya tres cenas este verano, en junio y julio. El sábado que viene tengo otra y en agosto tengo cinco más y vamos a tope.

Se hablaba mucho de las prácticas junto a los jueces de Fran y María, por ejemplo. En tu caso, ¿tienes pensado trabajar con Samantha, Jordi o Pepe próximamente?

Yo no me cierro a nada, no hay que cerrar ninguna puerta, pero si puedo elegir prefiero irme a Brasil a hacer las prácticas, o a Singapur o a Corea del Sur, yo que sé. Mejor que aquí, que siempre tienes tiempo de volver a casa.

En una prueba de exteriores cocinasteis para Carlos Maldonado, el primer y único ganador de MasterChef en todo el mundo con una estrella Michelín. ¿Esto te motiva a la hora de luchar por triunfar en la cocina, o por el contrario te desmotiva que sea el único que haya llegado tan lejos de tantos que han pasado por el programa? ¿Es un objetivo alcanzar ese nivel?

Si hay uno es que hay camino. al final, pueden llegar más, algo que es muy importante. Carlos es una fuente de inspiración, a nivel de trabajo, de perseverancia, de seriedad, de cocina en sí mismo... Entonces es un referente. Alcanzar ese nivel sería un objetivo a largo plazo, pero el largo plazo es turbulento, porque uno tiene que estar enfocado evidentemente al futuro pero siempre teniendo claro lo que quiere hacer ahora.