Para los espectadores de Telecinco, el rostro de Beatriz Archidona era ya conocido, gracias a los siete años como reportera de El programa de Ana Rosa. Sin embargo, probablemente esa audiencia no esperara ver a esta periodista tarraconense asumir las riendas del magacín matinal cuando así lo anunció Patricia Pardo. “Es tu momento”, avanzó esta última cediéndole el testigo a partir del lunes 16 a su emocionada compañera.
Lo cierto es que durante este verano han sido tantos los vaivenes que se han producido en las sillas de Telecinco y Cuatro, y más concretamente, las utilizadas por Unicorn Content, que más de uno necesitará un repaso a la secuencia completa que llevó a esta comunicadora a conducir El programa del verano. Empezaba la segunda semana de julio cuando, de forma sorpresiva, Sonsoles Ónega salía de Mediaset para recalar en Atresmedia, provocando un súbito vacío en Ya es mediodía. Mediaset movía ficha rápido y colocaba a Joaquín Prat, hasta entonces copresentador de El programa de AR y conductor titular de Cuatro al día, como relevo con carácter inmediato. Esto provocaba su salida en el espacio vespertino de Cuatro, al que pasaba Ana Terradillos, sustituta de Ana Rosa Quintana durante su baja por enfermedad. Pardo volvía a la mañana tras unas cortas vacaciones para completar la reestructuración.
Sin embargo, aún quedaba por resolver el tiempo de vacaciones de cada cual: con Marc Calderó, el suplente habitual de Ya es mediodía, poniendo rumbo a RTVE, era Miquel Valls quien tomaba el testigo en agosto de Prat; Mónica Sanz seguía la norma con Terradillos en Cuatro al día... Y es ahí donde surge el nombre de Archidona para El programa del verano: “Cuando recibí la noticia hice que me la repitieran para asimilarlo”, reconoce a verTele.
Hasta la fecha, se había bregado cubriendo las vacaciones de María Rey en 120 minutos (Telemadrid), también a cargo de la productora de Ana Rosa. Sin embargo, esta experiencia profesional es, en sus propias palabras, “la más importante que tenga”. Asegura que “más que nervios”, siente “sobre todo emoción por afrontar el reto y por estar a la altura” de un formato líder como este, y más en un verano en el que la actualidad no ha aminorado. Su estancia no se alargará en exceso, pues el nuevo curso está a solo días de arrancar. De hecho, la gran incógnita será cerrar la fecha de vuelta de Ana Rosa Quintana tras superar su cáncer.
Entre tanto, disfruta de estos compases tan inesperados y se muestra con plena confianza tras esta primera gran oportunidad: “Estaré donde me digan que esté, donde tenga que estar, remando y sumando”, afirma, dejando claro que Mediaset “es donde quiero estar”.
Ya estás en tu tercera semana como presentadora de 'El programa del verano'. ¿Qué tal la experiencia hasta el momento? ¿Cómo te has sentido?
Es una experiencia diría que brutal. Los nervios del principio se han ido relajando. Me veo mucho más cómoda, sobre todo cuando llevas días con el seguimiento de los temas, más segura y tranquila y sobre todo disfrutando muchísimo de lo que es esta oportunidad, en el programa que es y en la casa que es.
Lo cierto es que ha sido una sorpresa ver este salto tuyo a presentadora. Ha sido un verano movido, nunca mejor dicho, por el cambio de presentadores que ha afectado a varios programas y a compañeros como Joaquín Prat y Ana Terradillos después de la marcha de Sonsoles Ónega. Ante esa revolución que se ha producido, ¿cómo lo has vivido tú este proceso?
Es verdad que con la productora ya había presentado en Telemadrid 120 minutos. No es algo que sea nuevo para mí, ya lo he hecho otras veces. A veces se dan así las circunstancias, con los movimientos que ha habido, ha sido decisión para encajar así las piezas y ha sido una oportunidad para mí que no tengo más que agradecerla y aprovecharla durante este verano.
¿Cómo fue descubrir que se contaba contigo para relevar a Patricia Pardo? ¿Te lo esperabas o tuviste tiempo para concienciarte?
Yo estaba de vacaciones, estaba fuera. Coincidió que volvía y esas semanas ya estaba igualmente en el programa normalmente, en la sección de portada y política. Pero cuando recibí la noticia hice que me la repitieran para asimilarlo. En ese momento sentí orgullo, vértigo y nervios, pero sobre todo mucha satisfacción por la oportunidad que me dan de crecer donde quiero hacerlo, que es en El programa de Ana Rosa y en Mediaset.
No te voy a decir quien, pero una persona me dijo: 'Disfruta y al toro, que no es tan bravo como parece'. Me dio mucha fuerza y me emocionó mucho
Eras una de las reporteras con más solera del programa, llevabas 7 años ya en el equipo. Unicorn ha tendido a hacer buen uso de su cantera hasta el momento. Entiendo que eso también le daba valor a la propuesta, si cabe.
Claro. Quién mejor que la gente que está dentro, que sabemos cómo se trabaja en el día a día, para saber cómo funciona el programa. Es una oportunidad que me hayan permitido a mí ponerme al frente. Me llena de orgullo porque es un programa donde llevo muchos años, donde tengo amigos y compañeros, donde he aprendido todo. Qué mejor que aquí para aprender este pasito tan importante para mí como es presentar.
Ya habías tomado el relevo a María Rey en '120 minutos' de Telemadrid, pero esta supone la primera gran experiencia como presentadora en televisión nacional. Y además se trata de un programa líder e incombustible. ¿Cómo se llevaba la presión?
Es un programa que tiene un peso importantísimo a nivel nacional y en todas sus facetas. Son varias secciones y en todas ellas tiene un peso importante. Es una responsabilidad enorme. Al principio tenía muchísimos nervios. Pero más que nervios, sobre todo emoción por afrontar el reto y por estar a la altura. Estamos hablando del programa de Ana Rosa. Y mis compañeras, Ana Terradillos y Patricia [Pardo], y Joaquín [Prat] son periodistas muy consolidados... Y entre los nervios y la emoción, hay que estar a la altura y darlo todo. Esa mezcla de sentimientos te hacen estar ahí, exigirte y darlo todo, y aprovechar el momento y disfrutarlo. A pesar de todo eso, siempre queda la parcelita de disfrutar, porque son unas semanas que pasan muy rápido y es una experiencia que merece la pena disfrutarlo.
¿Algún consejo en particular te ha llegado de las personas a las que ahora tomas el relevo?
Principalmente que lo disfrute. No te voy a decir quien, pero una persona me dijo: 'Disfruta y al toro, que no es tan bravo como parece'. Me dio mucha fuerza y me emocionó mucho. Estoy en un reto que hay que afrontarlo cogiendo el toro por los cuernos y a por todas. Estamos hablando de verano, cuando los compañeros dejan el listón muy alto, y obviamente más Ana Rosa. Les estoy haciendo caso, disfrutando y dando el máximo, porque no se merece menos.
En términos de contenido, la actualidad también está poniéndolo difícil y ha habido momentos complicados. Te tocó hablar con uno de los afectados por los incendios en Castellón. ¿Cuánto cuesta mantener la compostura ante según qué informaciones?
Este programa es muy cercano. No solo damos la información, sino que le podemos cara. Los incendios, temas económicos, temas de energía... Al ser así, y siendo todo en directo, los testimonios que muchas veces entran te emocionan. Son personas que lo están pasando mal, que han perdido su casa en un incendio, que hacen cuentas para llegar a fin de mes... Te metes en su historia, charlas con ellos, y es difícil mantener la compostura porque te emocionas y te mueve lo que te están contando.
Es bueno que le pongamos cara a las noticias porque es la manera de que todos entendamos mejor lo que estamos viviendo. Los testimonios nos ayudan a entender esas cifras económicas que se hablan desde la política, nos ayudan a bajarlas a la tierra, llevarlas a la realidad y a nuestro día a día, a través de los ojos de la gente.
Si precisamente algo destaca de 'El programa del verano', o de 'El programa de AR' en general, es cómo entrelaza distintas parcelas temáticas. Pasamos de política y actualidad a sucesos para acabar con el corazón y la crónica social. Viniendo sobre todo de la información pura, ¿cómo se lleva navegar por estos cambios de contenido?
La clave, más que qué información das, es cómo la das. Se puede hablar de política, de sucesos, de crónica social, y llevar la misma línea: con respeto y rigor. Lo importante es cómo se transforma ese contenido. Por eso está tan consolidado el programa. Desde hace muchos años se da de la misma manera. Puedes cambiar de temas, pero el secreto es darlo con el mismo respeto, con rigor y educación, y centrándonos en lo que marca la actualidad.
Es verdad que crónica social es lo que menos había tocado, pero al final es como una conversación entre amigos. Hacemos repaso de la actualidad con el mismo respeto con el que tratamos los sucesos o la política. Creo que la clave es cómo das la información, y lo que marca la diferencia.
Se puede hablar de política, de sucesos, de crónica social, y llevar la misma línea: con respeto y rigor. Lo importante es cómo se transforma ese contenido
En ese sentido, ¿te ha tocado estudiar toda esa maraña de relaciones y de personajes con los que también cuenta Mediaset para no perderte?
Sí [risas]. Pero al final estás muy arropada cuando estás presentando, y están los colaboradores, la redacción y un equipo detrás espectacular. Si no estoy tan puesta en un tema, por la mañana en la reunión de escaleta nos actualizamos. Hay un trabajo tan enorme detrás que no solo podemos quedarnos con el directo. Es una maquinaria tan grande que estás respaldado y te ponen al día en un minuto. No es que la información cueste más, es un trabajo tan de equipo que no me preocupaba en absoluto.
¿Cuál dirías que es la clave para presentar un programa como este?
Es un programa con mucho testimonio y escuchamos mucho la calle. Y el secreto es escuchar. Ver otra visión. Tenemos los datos económicos, la actualidad política... Llevarlo a la parte más terrenal, a la gente, y escucharlo, nos da las claves de lo que demanda la sociedad. Ese es el secreto del éxito de este programa: estar en la calle en contacto con la gente, escuchar sus problemas, lo que les interesa. Y estar presentando es lo mismo: escuchar, ver lo que preocupa. Es el único secreto. Tomar distancia y dar la información de la forma más neutral posible. Pero no hay más secreto que escuchar lo que la gente dice en el día a día.
Te decía Patricia Pardo en el traspaso de poderes que “lo mejor está por llegar”. Una vez dado el salto a la primera línea, ¿tienes previsión de seguir presentando en corto plazo más allá de esta etapa?
Seguramente esta va a ser la experiencia profesional más importante que tenga. Estaré donde me digan que esté, donde tenga que estar, remando y sumando. En El programa de Ana Rosa, con los temas que llevo, la actualidad, la política y lo económico es lo que a mí me apasiona. Estaré donde decidan que esté, sumando, y trabajando y estando al pie del cañón, en esta casa, que es donde quiero estar, en Mediaset. Se avecina un otoño complicado con la actualidad, con todos problemas económicos que hay en el país, y ahí voy a estar.
En todo caso, se espera ya la vuelta de Ana Rosa a la televisión. ¿Cómo vivís como equipo este retorno tan ansiado? Se está hablando de su regreso a mediados de septiembre.
Ha sido un año en el que la hemos echado muchísimo de menos. Este equipo es como una familia y entre unos y otros hemos sobrellevado la ausencia, pero tenemos muchísimas ganas de que vuelva Ana Rosa. Por su carácter y por su carisma llena el plató y la redacción. Este es su programa, lleva su nombre, y tiene que estar. Estamos deseando que vuelva.