Candela Peña: “Sólo por decir lo que pienso, se me tacha de problemática”
Entrevistamos a la actriz por su papel de “madre” de Bob Pop en la serie 'Maricón perdido' que acaba de estrenar el canal TNT: “Mi idea, lo que yo le propuse, es hacer una mala madre, la que lo esclerotiza, la que aniquila su verdad, la que no le da valor a nada de lo que él hace”
“Los prejuicios son una mierda para todo”. Es la conclusión que se le viene a la cabeza a Candela Peña cuando le preguntamos por qué reflexión le deja Maricón perdido, su nueva serie creada por Bob Pop en base a su propia vida, que el canal TNT estrenó este viernes 18 de junio. Y ella, como siempre sin pelos en la lengua, nos deja clara su opinión.
Una claridad que se agradece hasta cuando en la primera respuesta te tira de las orejas para decirte que “sois muy brasas vosotros, la prensa” al calificar como “reivindicación” que siempre pida trabajo, explicando que en este 2021 no ha trabajado como actriz nada más que un día. Una claridad que le hace destacar que ella “no es nunca la primera opción”, simplemente para avisar a otras actrices, especialmente a las más jóvenes, de que la interpretación es una profesión de “pico-pala, pico-pala, pico-pala”.
Charlamos con la actriz entre risas, amenazas de arañar la cara, y sobre todo mucha claridad, para saber cómo ha construido su personaje de madre del protagonista en Maricón perdido, si cree que la politización también alcanzará a la serie, y cómo marcha el proyecto de serie escrita por ella, con la que quiere “alzar su voz”.
Y entre mensajes y bromas, un continuo agradecimiento y sentimiento de admiración por Bob Pop: “Tiene una voz, una mirada y una manera de colocarse frente al mundo que a mí me interesa tanto que donde tú pongas a Bob, allí estaré yo”.
Te entrevistamos hace nada por el final de 'Hierro', y ahora por el comienzo de 'Maricón Perdido'. ¿Vives un buen momento, o sigues reivindicando que te llamen por la volatilidad del sector?
Que utilicéis conmigo la palabra “reivindicar”... es que sois muy brasas vosotros, la prensa. Yo no reivindico nada. Yo lo que hago es que cuento mis realidades. Y mi realidad por ejemplo de este año es que yo no he trabajado como actriz, y estamos en junio. Yo este año no he trabajado. He trabajado un día porque por un contagio de Covid se tuvo que dejar una escena, un día suelto, de Maricón perdido en enero, después de Reyes. Ya está. Yo no quiero reivindicar nada, ni nada.
Yo lo único que digo es que cuando trabajo, lo que hago cunde mucho. Pero que que yo haga un buen trabajo, que es lo que pensaba cuando empecé mi carrera, que si tú lo haces bien te llamarán para más. Y esa fórmula no es así. No funciona así.
En 'Maricón perdido' interpretas el papel de la madre de Bob Pop. Pero en la presentación de la serie quisiste dejar claro que no es la madre de Bob Pop. ¿Hay que dejarlo claro para los que la vean?
Es que ni tan siquiera Bob Pop es Bob Pop [ríe]. Él tiene una teoría preciosa sobre eso, que es que él ya no es esas personas. Bob es un escritor, es un creador de historias. Él cuenta verdades, ficciones, mentiras... Nunca se me ofreció este papel como “tienes que hacer de mi madre”, en absoluto. Yo leí ese texto, y yo me curré y me trabajé mi propuesta desde lo que yo quería hacer, sabiendo quién es Bob, que le conozco, y sabiendo lo que había escrito. Mi idea de madre, lo que yo le propuse, es hacer una mala madre, la que lo esclerotiza, la que aniquila su verdad, la que no le da valor a nada de lo que él hace. Esa madre que considera que lo mejor que tiene el niño es a ella, y lo mejor que tiene el mundo es ella. O sea, una apisonadora. Es una señora que en su cabeza no sustrae, para ella el mundo le pertenece. Es este modelo de mujer. Tiene tanto ego que todo el mundo le pertenece, y los objetos también.
Ha sido un viaje hermosísimo, gracias a la confianza de que Bob me dejara hacer eso. Pero sí, es un personaje creado desde cero, no el texto, que es el que hay. Yo siempre digo que me puedo pasar la vida haciendo de una trabajadora de El Corte Inglés, con todos los que hay en España. Lo que me diferencia a mí de otra intérprete es la trabajadora que yo escojo, la dependienta que yo escojo. Cada uno escoge la que quiere, y yo he escogido esta. ¿Que a la gente le parece menos obvia? Pues qué bien.
También quiero decir otra cosa: que no soy nunca la primera opción. Ni para el canal, ni para la productora. Ni para TNT, ni para El Terrat. Que esto les molesta que yo lo diga, pero es que lo tengo que decir para que las actrices no desesperen. Ni soy la primera opción para unos, ni para otros. Menos mal que para Bob sí, y pude hacer algo y convencer a los otros dos en mis tres días de prueba.
Esto es muy importante. Porque yo tengo cierto reconocimiento en mi trabajo, que me avala mi trayectoria y tal y cual, pero esto cada día es seguir picando piedra. Y esto las actrices lo tienen que saber, porque ahora las actrices jovencitas -y me encanta porque como estoy modelo madre...- creen que ya es pintón hacer una serie y tener muchísimos millones de seguidores, porque ahora tienes herramientas como las redes sociales. Pero es que esto no va de eso. Es que ahora tienen 20, pero querrán a lo mejor tener 40 y seguir. Y si el físico tuyo no entra en el canon concreto, esto es pico-pala, pico-pala, pico-pala. Llevo yo desde los 18, y tengo XX [omitimos su edad, bajo amenaza entre risas de que “si lo pones te araño la cara”].
De tu personaje llama mucho la atención la forma de hablar. ¿De dónde surgió esa idea, y por qué?
[Se ríe] Es que... o sea... dentro de mí hay un mecanismo que también hay cosas que son inexplicables. La voz es esa, porque yo quería esa... y quería esa. No sé, es que no sé de dónde parte. Igual es también mi manera de defenderme, de hacer una mala madre. Igual forma parte de mi prejuicio. Igual forma parte de mi culpa, de mi miedo. De alejar que todas, dentro de nosotras, tenemos a una manipuladora y a una madre enferma, a la que si tú no sanas, a un niño es muy fácil manipularlo, castrarlo, reconducirlo, aniquilarlo, anular su verdad. Igual en todo ese viaje de distanciarme de algo que tengo tan pegado... No lo sé, no lo sé.
A parte, es que iba saliendo a medida que lo hacía. Y quiero que seáis los críticos un poco amables, porque hay momentos que digo: ¡ay, aquí se me escapa un poco! Fíjate que tenía un jefe de sonido maravilloso, que ha hecho muchísimas películas en India, en Bollywood. O sea, que tiene el oído que ese hombre lo mismo escucha hindú que canciones, que lo que sea. Y yo le decía: por favor, estate muy pendiente de que no se me vaya.
Es que en Estados Unidos, que esto también quiero decirlo, tú tienes un coach de voz, un coach de cuerpo, un coach de interpretación y luego un director. Y aquí tú no tienes nada, ¿sabes? No tengo nada. Pero yo me creía que era una actriz americana rodando Maricón perdido. Yo me veía como una amiga de Frances McDormand. Entonces yo no los tenía, pero los veía [ríe]. Pero por eso también es cuando decimos “es que los actores americanos están siempre cojonudos”. Coño, es que tienen a tres personas detrás para decir “se te están yendo los andares”, “cuidado con la voz”... Y aquí no, aquí el director bastante tenía Bob con lo suyo. Por eso, pues vas y te buscas aliados como el de sonido. Mira: todo arte, desde Nuria Bazaco nuestra directora de arte, Carol en maquillaje, Jesús en peluquería, Desi en vestuario; han sido grandes cómplices para la madre.
Dejas muy claro la reflexión que deja tu personaje, ¿pero y en general la serie, ahora que ya hemos podido verla?
Que el dolor no te hace mejor persona, y que nos deberían respetar a todos ser como somos. Que no sólo por ser como eres se te tache de algo. Yo, por ejemplo, sólo por decir lo que pienso, se me tacha de problemática. Y quien me conoce sabe que no. Esto te condiciona muchísimo según qué cosas. Los prejuicios son una mierda para todo, e imagínate si eres marica, gorda, gafas y empollona en los 80. Comes caca y comes la rata de 'Uve'. Y yo creo que a Bob ya le ha pasado.
Acabas de hacer referencia a algo que también dijo Bob en la rueda de prensa, cuando explicó que ahora hay más miedo a hablar por la utilización política, por ejemplo. ¿Crees que 'Maricón perdido' tiene ese riesgo?
El creador, director e ideador de todo este viaje es Bob Pop, y todo el mundo sabe qué ideales tiene. Pues imagino que los que estén en el lado inverso le darán para el pelo. Imagino, no lo sé. Pero vamos, que ahora da igual, si es que por cualquier cosa te dan para el pelo. Tú vas a un programa y hablas en un idioma y no en otro, y te dan para el pelo. Si es que da igual. Y te dicen cosas terroríficas. La gente lo que está es muy agresiva, y después de la pandemia yo creo que es un poquito de agresiva y enfadada. Y yo creo que si todos nos tratáramos con un poquito más de esponjososidad, de respeto, y de ponerte siempre en el lugar del otro, aunque el otro esté en las antípodas, si él no te falta el respeto, hay que respetar.
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Hablas de la televisión, tú que compatibilizas la interpretación con colaborar en 'La Resistencia'. ¿Animarías a Bob Pop a volver a la tele, que cuando le entrevistamos nos dijo que no sabría si se sentiría con fuerzas de retomar la exposición a ese nivel?
Bob ahora abierto otro quesito del caserío, que es ser director. Yo le animo a que siga dirigiendo, yo le animo a una segunda temporada. ¿En la tele? Pues que vaya también a la tele. Él tiene una voz, una mirada y una manera de colocarse frente al mundo que a mí me interesa tanto que donde tú pongas a Bob, allí estaré yo. Pero creo que en la narrativa y en la ficción son necesarias voces como las de Bob, y miradas como las de Bob.
Yo soy muy fan de la autoría, y estamos en un mundo en el que ya que todo es sota, caballo y rey; bajo plantillas, bajo fórmulas, bajo algoritmos... Tú buscas “perro salchicha” y ya te vienen papeles de perro salchicha. Por eso creo que es necesario gente que se salga un poquito del discurso. Así que Bob, donde lo pongas, yo lo compro. Y si hace una colección para Zara, también la compraré.
Ahora pregunto al revés. Te he preguntado por Bob y la tele, ahora te pregunto por ti y la escritura, porque tú también escribes el guion de 'Puerto y camino', la serie que quieres sacar adelante. ¿Hay avances? ¿Bob Pop, como escritor y guionista, la ha leído y te ha dicho algo?
Bob Pop todavía no se lo ha podido leer. Pero gracias a Bob Pop y a su entorno del que él habla, que es de personas maravillosas que tiene alrededor, porque él no tiene un círculo de gente agresiva y hay mucho escritor, hay mucho editor, hay mucho crítico literario... y todos esos me animan a que yo alce mi voz, que la respete. Y por eso sí que ha habido avances en Puerto y Camino, y me están respetando mi voz, y vamos a hacer la serie más grande, más bonita y con ayuda de gente preciosa que yo ya tengo a mi alrededor. Eso va adelante.
¿Ya nos darás la exclusiva de a qué cadena va, entonces?
No. No, no, no [ríe]. Que yo no he firmado nada, y ahora tú ponte que esa gente me diga a mí: ¡Pues no!
Maricón perdido' se estrenó el viernes 18 de junio en el canal TNT, con el lanzamiento de sus tres primeros capítulos. Los tres últimos llegarán una semana después, el viernes 25 de junio, para completar sus seis entregas.
Es una ficción creada y guionizada por Bob Pop (Roberto Enríquez), en la que Alejandro Marín debuta como director, y Warner Media y El Terrat se encargan de la producción. El elenco está encabezado por Gabriel Sánchez y Carlos González para interpretar a Bob Pop, junto a Candela Peña, Alba Flores, Miguel Rellán y Carlos Bardem.