Entre las novedades en la parrilla diaria, y los lanzamientos y probaturas de nuevos formatos en prime time, el verdadero cambio más importante de la nueva era de Mediaset llega este lunes 15 de enero. Es el día elegido para iniciar su nueva apuesta por la información, con la intención de convertirla en uno de los ejes fundamentales del grupo, y se representa principalmente con el estreno de Carlos Franganillo al frente de los nuevos Informativos Telecinco.
Aprovechando la presentación de los nuevos informativos, a la que acudió verTele y que también sirvió para dejar ver por primera vez el espectacular nuevo plató que pone fin a 16 años del skyline de Singapur, los periodistas pudimos entrevistar al nuevo director de Informativos Telecinco, que se encargará de estrenar esta etapa a partir de las 21:00 horas y por primera vez en ese escenario.
Franganillo nos explica cómo tomó la decisión de dejar RTVE y fichar por Mediaset, una noticia que adelantó verTele; razona la importancia que en ese proceso tuvo Pedro Piqueras y el director de informativos del grupo Francisco Moreno, y valora la decisión de la cadena pública de que Marta Carazo recoja su testigo: “Era mi opción favorita”, afirma sobre su 'sucesora', a la que también hemos entrevistado teniendo en cuenta que igualmente arranca este lunes. Franganillo también tiene buenas palabras para Vicente Vallés, con el que seguirá compitiendo en Antena 3, y rechaza que sea una “batalla” entre todos ellos.
¿Esperaba así el nuevo plató de Informativos Telecinco?
He tenido la ventaja de que he ido conociendo el proyecto casi desde el primer momento, aunque estuviera diseñado cuando me incorporé. Pero he visto la construcción. Tenía una idea muy precisa del potencial que tenía. Me ha llamado la atención la mesa, que me parece una preciosidad. Es lo menos tecnológico de todo, pero el diseño cuenta, y creo que es muy elegante. La línea gráfica va a ser también muy bonita, muy clara, y la mesa le da mucha personalidad. Las pantallas van a ser muy eficaces, y hay elementos móviles que van a aportar para explicar las cosas, pero la mesa me parece la más bonita de un estudio de informativos en España.
¿Tuvo dudas cuando le llamaron? ¿En qué momento decidió dar el paso?
Yo estaba muy cómodo y sólo puedo decir cosas excelentes del equipo en RTVE, porque me lo he pasado muy bien y hemos hecho cosas interesantísimas. Pero cuando surge la oportunidad se juntan varias cosas, y lo más atractivo es la oportunidad de hacer un proyecto que no empieza exactamente de cero, porque la gente casi toda es la misma y es un equipo profesional que ya está muy bien engrasado, pero sí que empieza de cero la voluntad de que los informativos sirvan de casi columna vertebral para el plan de futuro en esta casa.
Yo creo que eso es lo que me acaba empujando, también gracias a las explicaciones de Pedro Piqueras, una persona a la que yo tengo una enorme estima profesional y personal, y el hecho de que me garantizase la limpieza del proyecto, de los objetivos que se estaban planteando. Eso fue definitivo para lanzarme. Hay pocas oportunidades para que un gran medio de comunicación en España de pronto quiera llevar a cabo ese “meneo” y apostar por la información de una manera tan clara. Y se junta, por supuesto, una buena oferta personal. Una sin otra, no hubiera funcionado. Es una buena oferta, que sin duda es muy atractiva, y además se une a un gran proyecto profesional.
Sí que empieza de cero la voluntad de que los informativos sirvan de columna vertebral en esta casa
¿Cómo se lo tomaron en TVE?
Yo tengo una enorme amistad con todas las personas con las que hablé y a las que se lo comuniqué. Yo mismamente estaba muy apenado. Es una situación un poco contradictoria, porque tomas una decisión y crees en ella, pero a la vez te produce cierto dolor, y yo creo que eso fue compartido por los compañeros y por mí, principalmente. Ha sido una despedida educada, civilizada, muy cariñosa, pero a la vez pues pues tiene esa parte dolorosa, porque insisto, estaba muy cómodo allí y no me puedo quejar absolutamente de nada. Se me han dado todas las oportunidades y me lo he pasado realmente bien. A veces uno piensa 'quizás mejor que no surjan determinadas oportunidades', porque te vas a ver ante la vida y vas a tener que tomar una decisión. Tomes la que tomes, te va a doler en un sentido o en otro. Estaba de alguna manera en esa encrucijada, he tomado este camino, y estoy muy convencido y muy ilusionado.
¿Comprendió que al conocerse su fichaje TVE le apartase de la pantalla? ¿Le hubiera gustado despedirse de la audiencia?
Yo lo entendí absolutamente. De hecho cuando yo lo comuniqué, obviamente, dije que cuando ellos creyeran conveniente, me apartaría. Por el interés de la propia cadena, porque me parece lógico. No creo en los individualismos y tampoco echo de menos no haberme despedido. Mientras he estado en TVE he tratado de trabajar lo mejor posible con un equipo excelente y me voy con ese buen sabor de boca.
¿Por qué es así la tele? Si yo me voy a otro trabajo, tengo que cumplir con mis 15 días de preaviso.
Exacto, sí, pero yo lo hablaba mucho con mi familia y con mi mujer: en cualquier otro sector y en cualquier otra profesión, las cosas no se viven de una manera tan intensa. Y esto lo asemejo mucho al fútbol. Yo no soy nada futbolero, pero parece que este tipo de fichajes generan una serie de emociones muy profundas, y a mí me desbordaron en algún momento. Sabía que iba a tener impacto mediático, obviamente, porque vivo en este mundo, pero en el momento en que se conoció mi fichaje, me sentí un poco desbordado. Empezaron a crecer las alarmas de los mensajes, empezó a escribirme todo el mundo... Por eso digo que es distinto a cualquier otra profesión, porque la gente se identifica con los que salimos en pantalla. Y puede ser exagerado, pero es verdad que la gente coge cariño, u odio, y esos matices se eliminan porque, como pasa en el mundo del fútbol, todos nos hacemos una composición e idealizamos a quien se pone delante de una cámara.
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En los vídeos promocionales de Telecinco ya ha sido el absoluto protagonista. ¿Cómo lleva el papel de rostro estrella?
Siempre me genera cierta incomodidad porque soy personalmente bastante tímido y reservado, y eso me cuesta un trabajo extra. Pero lo entiendo perfectamente. Es verdad que en este mundo hay que contar con esa parte de venta del producto, hay que generar expectación y hay que vestir el trabajo de toda la redacción. Es una responsabilidad también: el que se pone delante de la cámara tiene también el deber y la obligación de facilitar esa expectación, de alimentarla, y de vestir bien el trabajo que todos los compañeros hacen.
¿Hizo alguna petición especial a Telecinco?
Cuando Paco [Francisco Moreno] y Pedro [Piqueras] me explicaron el proyecto hice veinte mil preguntas. Al fin y al cabo, llegaba a un lugar que no conocía. Conocía muy pocos compañeros en Telecinco. Pero ellos me dieron muchas garantías, me ayudaron a desbrozar un poco lo que venía por delante, el plan que había, y los valores de ese plan. Y eso me dejó muy tranquilo. Cuando salí de esa primera reunión que tuvimos en casa de Pedro, yo no tenía dudas acerca de la limpieza del proyecto y de la apuesta económica y humana. Tenía esas dudas de verme en una encrucijada. Es decir, estaba en un sitio donde me sentía muy querido, pero me ofrecían algo muy apetecible. Ese fue el tema.
Quien lo vea como una batalla, sea con Marta Carazo o con Vicente Vallés, se equivoca
Fue un poco premonitorio que el Telediario de la cumbre europea celebrada en Granada lo hicieran Marta Carazo y Carlos Franganillo. ¿Cómo recibió la noticia de que ella se encargará del Telediario 2? ¿Ha podido estar en contacto con ella?
Era mi opción favorita, y ella sabe el aprecio que le tengo. Ayer mismo hablé con ella, mantenemos una muy buena relación de amistad y le tengo una enorme admiración. No sé si fue premonitorio o no, pero yo creo que es uno de los rostros que mejor explican asuntos complejos en televisión. Es una decisión excelente, alguien de la casa, que conoce la redacción y que ya se ha integrado muy bien. Le tengo un cariño y una admiración profesional total.
¿Lo ve como un duelo o una batalla a partir del lunes?
No, en absoluto. Nunca lo he visto así, y creo que quien lo vea así, sea con Marta o con Vicente [Vallés], se equivoca, porque se va a obsesionar con asuntos que deben ser secundarios. Hay que obsesionarse y competir con nosotros mismos. Hay que tratar de ser mejores cada día, de contar, de revisar lo que hacemos, de ver lo que sale bien y lo que sale mal, e ir depurando el producto. La única fijación tiene que estar en el espectador y en hacer un servicio.
¿Y con Vicente Vallés ha tenido algún tipo de contacto tras saberse que presentará Informativos Telecinco?
Sí, me ha dado muchos ánimos y me ha mandado un abrazo. Siempre que hay una buena noticia de cualquier tipo estamos en contacto. Yo le tengo un aprecio enorme personal, de vez en cuando nos vemos, no tanto como nos gustaría, pero le tengo un gran cariño personal y una gran admiración. Me parece que es un tipo inteligentísimo y que en sus informativos es una persona que está muy al detalle de la información.
En la televisión pública hay una mayor fiscalización, ¿al llegar a Telecinco se siente un poco más “liberado”? Se suma a la larga lista de profesionales que han hecho ese viaje a las privadas.
TVE es una grandísima escuela. Yo en ese sentido no he notado un cambio, porque he de reconocer que, en los años en los que he estado allí y en las diferentes posiciones en las que he estado, he trabajado con enorme libertad y con un equipo de profesionales de primera. Aquí me he me encontrado un equipo de tremendos periodistas y lo vamos a pasar bien seguro.
¿Cómo vivió la despedida de Pedro Piqueras en el plató de Informativos Telecinco?
Fue un momento intensísimo e inolvidable. Sobre todo lo que hubo después, que también se difundió por redes sociales. Esa despedida masiva refleja muy bien lo que es Pedro: un excelente periodista, un comunicador de los que hay como mucho un puñado en España, que haya trascendido a una generación, que muchísimas generaciones le tengan ese apoyo y ese respeto. Y eso se demostró con ese pasillo y ese cariño, porque al margen de lo profesional, me parece que es un tipo de primera.
La despedida de Piqueras fue un momento intensísimo e inolvidable
En los últimos años se ha demostrado que los informativos van de la mano del concurso que le precede. ¿Le preocupa que Telecinco no tenga un access tan potente como sí lo tiene Vicente Vallés con Pasapalabra?
Cualquiera desearía tener el mejor producto delante y detrás, porque eso sin duda te impulsa. Hay buenas tendencias en esta cadena, y el futuro nadie lo sabe. Hay carreras que son muy largas. Lo que me preocupa realmente es hacer el trabajo bien cada día y que todos salgamos satisfechos. Yo pienso y creo realmente que a largo plazo, que puede ser de meses e incluso de años, el público reconozca esos faros.
Vivimos en un tiempo de muchísima agitación y confusión, hasta mis padres me escriben para saber si esto que les llega por WhatsApp es verdad o es falso, y construir esos faros y esas referencias lleva mucho tiempo, porque es una relación de confianza, y la confianza se demuestra con el tiempo. Construirla es muy lento, muy trabajoso, y destruirla es cuestión de segundos. Esa es nuestra única obsesión.
En ese sentido de lo que precede al informativo, ¿alivia no recibir el paso de Belén Esteban, como le ocurría a Piqueras?
[Ríe] No, no.
[Interviene Francisco Moreno, director de contenidos informativos de Mediaset España] No le da ninguna pena. Si se lo hace Ion Aramendi no sé si le da más igual.
Hablaba de cómo incluso sus padres le pedían comprobar si algo era fake news. ¿Van a tomar ese papel que viene haciendo laSexta en los últimos años de verificar la información?
Cuando la situación lo requiera, por supuesto. Ya es parte del día a día del periodista. Me parece bien que así sea, porque la tecnología nos obliga a reaccionar más rápidamente y casi todos los medios ponen mucho el foco en eso. Aquí, como en cualquier otro lado, lo haremos cuando haya que desmentir asuntos que puedan ser sensibles. Pero no deja de ser un poco la tarea básica del periodista, que es desenmarañar las cosas y separar el trigo de la paja y dárselo depurado al espectador. Durante el día puede llegar todo tipo de cosas, buenas y malas, y la gente tiene que educarse a sí misma en ese espíritu crítico y en poner todo en tela de juicio, pero nosotros tenemos la obligación de dar un producto depurado, contextualizado y que les enriquezca.
Hablando de ese equipo ya formado, ¿cómo lleva el proceso de implantar sus señas de identidad en él?
Ha sido muy fácil. Hay algunas incorporaciones, pero sobre todo quienes van a desarrollar el nuevo proyecto es gente que ya estaba en la casa porque, insisto, la materia prima es excelente. Hay una redacción con muchas ganas de hacer cosas nuevas. La apuesta lo permite, el estudio lo permite, y yo he querido también fijarnos en lo que ya había y aprovecharlo. Eso obliga a aprender rápido, a escuchar a la gente, a conocerla, a mirar su trabajo, y a partir de ahí, seleccionar.
En el caso de la edición de la noche, me he encontrado un equipo fabuloso, muy bregado, en el que confío plenamente en la edición y con una única incorporación que será Bricio Segovia, que se unió al al equipo de edición y que en momentos puntuales estará también con nosotros en el plató. Pero la apuesta es sacarle el máximo rendimiento a una redacción que tiene experiencia sobrada.
¿Ha impuesto algún tipo de cambio en la redacción, o de estructura, o de forma de hacer?
Lo único que hemos puesto en marcha en cuestión de dinámicas es intentar trabajar con una mayor previsión y mayor antelación. Tenemos muchos retos en los próximos meses en los que desde el día 1 estamos trabajando ya, queremos mirar también a diez días vista para trabajar temas más en profundidad para los informativos, para poner el foco en días normales en asuntos que nos preocupen y que no necesariamente estén pegados a la actualidad. Eso es el principal cambio de dinámicas en una redacción que, insisto, estaba ya muy bien engrasada.
¿Cambios de estructura? Pues evidentemente cambiamos la manera de narrar las cosas y obliga a cambiar muchas cosas. Algunas las iremos construyendo sobre la marcha. Todos nos enfrentamos de alguna manera a un espacio nuevo y a una manera nueva de contar las cosas. Habrá que ir ajustando piezas. No tenemos la fórmula mágica desde el día 1 y habrá que ir haciendo ajustes.
Ángeles Blanco es una profesional acreditadísima, va a mantener el duelo con Vallés, ¡y lo va a ganar!
Como ya hizo en TVE, ¿va a presentar en Telecinco programas en prime time?
[Ríe] Ahora mismo creo que tenemos suficientes desafíos por delante como para eso. Me gustaría en el futuro, por supuesto, porque realmente disfruto con ese tipo de trabajos. Pero ahora lo importante es hacer crecer este proyecto, nos va a llevar tiempo, y creo que nos vamos a divertir mucho también.
¿Se ha planteado escribir columnas de opinión en algún medio de prensa escrita? ¿Le han ofrecido la oportunidad?
Alguna idea había por ahí, pero me veo más en algo más analítico que opinativo. Yo conozco mis fortalezas, mis debilidades, y mis intereses. Me interesa mucho la política internacional y el análisis en ese sentido, y ahí quizás sí me podría ver. Pero insisto: ahora lo importante es arrancar este proyecto y ponerlo en marcha, que ya va a ser una carga de trabajo muy importante.
No sé si es consciente de que a parte de haber ganas de verle en el nuevo plató el lunes, también hay ganas de que falte para que Ángeles Blanco le sustituya y haya un duelo “familiar” con Vicente Vallés. ¿Lo han tomado como cierta broma dentro del equipo?
[Interviene Francisco Moreno, irónico] Cuando tomamos la decisión no sabíamos que...
[Interviene Ángeles Blanco, riéndose] ¡Ya estaba casada!
[Carlos Franganillo, también tras reírse] Habrá muchos momentos, y pronto seguro, para que eso ocurra. Ángeles es una profesional acreditadísima, va a mantener el duelo, ¡y lo va a ganar! Estoy seguro.