Juan Carlos Rivero se hace fuerte antes de narrar a España: “Si eres tan cruel con el error ajeno, igual tienes un problema”

La selección española de fútbol debuta este sábado en la Eurocopa 2024 que retransmite en exclusiva TVE. Y su voz televisiva vuelve a ser Juan Carlos Rivero, que repite como narrador del combinado nacional empezando por el España-Croacia que se disputa a partir de las 18:00 horas, y con la mente ya puesta en los otros dos partidos de la fase de grupos contra Italia y Albania que llegarán el jueves 20 y el lunes 24.

Entrevistamos al periodista, como a su compañera Alicia Arévalo, aprovechando la presentación de RTVE y antes de partir a Alemania. Y tras tantos años de carrera y narraciones, Rivero mantiene la ilusión: “La primera Eurocopa que fui fue en el 92, y voy a vivir esta de Alemania con las mismas ganas que entonces”. Eso sí, explica que las cosas han cambiado: “Ahora le tenemos que meter más inventiva, porque el presupuesto es más justo”.

Tras narrar la final de la Champions en La 1, Rivero afronta esta Eurocopa como narrador principal, que se ocupará de España y los principales partidos hasta la final. Y no tiene reparo en señalar que la única forma de superar las críticas es “vivir un poco al margen de eso”, lamentándose: “La gente que es tan cruel cuando detecta un error, que se lo haga mirar”. “Hay cosas más importantes que equivocarte en un momento dado con un jugador, pero eso no le importa a nadie”, razona.

¿Qué tenéis preparado en RTVE para esta Eurocopa 2024?

Lo que tenemos preparado es lo más maravilloso: poder contar los 51 partidos de la Eurocopa. Hoy en día contar con un torneo de este calibre íntegramente y en exclusiva es un milagro. Así que lo que nos corresponde es, teniendo en cuenta el esfuerzo que ha hecho nuestra empresa por tener este torneo, hacer todo lo posible por contarlo de la mejor manera. Son 51 partidos, la selección española está clasificada, y va a haber programas, la emisión de los partidos, entrevistas, información en los Telediarios... permanentemente. Es mucho, son muchas horas de emisión dedicadas a la Eurocopa, y hay que estar a la altura.

El equipo de narradores es amplio, porque si no con 51 partidos no sobrevives.

Yo estaría encantado eh. A mí esto me encanta, así que no me importaría. Pero, bueno, somos compañeros, son 51 partidos, y algunos los hacemos in situ, otros van desde Berlín, otros se hacen desde Barcelona, otros se hacen desde Madrid... tampoco hay mucha posibilidad de estar en todas partes. Para nosotros es algo fantástico.

¿Quiénes más van a narrar?

Pues David Figueira, Paco Grande, Albert Font, Paco Caro y Alicia Arévalo. Somos seis narradores en los partidos.

Yo hago los partidos de la selección y me quedo hasta la final

¿Y cómo os vais a repartir los encuentros?

Bueno, yo España. Yo hago los partidos de la selección y me quedo hasta la final. Y luego, en la primera fase, pues va un poco en función de la logística, de la posibilidad, porque por ejemplo yo que tengo que hacer los partidos de España, tengo que estar en el día previo del partido con la información, con las ruedas de prensa, con entrevistas... y otros compañeros lo mismo. David Figueira se mueve también bastante, pero, claro, al ir de un sitio a otro hay veces que no puedes estar dos días seguidos. Por eso nos lo repartimos. Esta Eurocopa lo hemos repartido bastante bien para esta primera fase. Luego ya, a partir de la segunda fase, depende de lo que acontezca.

¿No viajáis todos a Alemania entonces, no?

No, no todos los narradores están inscritos. Yo sí tengo la suerte de estar in situ en todos los partidos, y en todo el torneo hasta la final. Es un tema de logística, de presupuesto, pero hay un despliegue muy importante. Hay un grupo de enviados especiales que están concentrados con la selección, y luego hay satélites que se ocupan de selecciones. Van por grupos, porque lo que tiene un torneo de fútbol, tanto en la Eurocopa como el Mundial, es que al principio es una barbaridad porque son 24 selecciones, hay mucha información. Luego, a partir de la de la segunda fase, empiezan a caer selecciones eliminadas y ya te baja la cantidad de cosas que tienes que cubrir. Aunque sigue habiendo mucha información.

Tú que estuviste en la última Eurocopa de RTVE, la de Portugal 2004, ¿qué ha cambiado?

20 años han pasado... En el Mundial de Qatar fue algo parecido, porque el último Mundial lo dimos en el 98, así que habían pasado 24 años. Por eso digo que es una inmensa fortuna, y creo que es un esfuerzo descomunal el que hace esta empresa, que se tiene que ajustar a un presupuesto. No podemos hacer todo lo que queremos, porque no te puedes gastar un euro más del que te asigna el Estado. Y en ese sentido poder dar el Mundial de Qatar, tener el Mundial de las chicas, tener también la Eurocopa de los chicos... Nosotros que estamos trabajando dentro, lo que tenemos que hacer es agradecerlo, porque es una fortuna inmensa.

La diferencia más importante de la Eurocopa 2004 respecto a ahora es que entonces estábamos muy acostumbrados a hacer Eurocopa, Mundial, Juegos Olímpicos, la Champions... todo. Y ahora hemos tenido que retomar eso, con un presupuesto más ajustado. Es decir, ahora le tenemos que meter más inventiva, porque el presupuesto es más justo. Y lo que sí mantenemos es una ilusión inmensa por hacerlo. Puedo asegurar que yo la primera Eurocopa que fui fue en el 92, y voy a vivir esta de Alemania con las mismas ganas que entonces. Y eso que sólo fuimos dos personas: José Ángel de la Casa y yo. Él narraba el partido más importante, y yo el siguiente. Pero, bueno, las cosas han cambiado. Y sobre todo los que hemos cambiado somos nosotros, que se va incorporando gente y es maravilloso aprender también de todos ellos, porque esto no se acaba nunca.

Por ejemplo Alicia Arévalo, a la que también entrevistamos, forma parte de esa nueva generación. ¿Tú también aprendes de ella y de otros compañeros que van llegando?

Es que en este oficio no te puedes estancar, no puedes pensar: “Yo ya lo hago así, ya sé cómo lo hago, y tiro para adelante”. No, hay que estar en el tiempo en el que vives, y hay que pensar que lo mejor siempre está por llegar. Por eso todos los que llegan a mí me aportan muchísimo. Yo les escucho, yo les sigo, yo los veo, y por supuesto que aprendo de todos ellos. En esta profesión, si consideras en algún momento que ya no tiene nada más que aprender, es mejor que te retires.

Me gustaría no equivocarme nunca, pero soy humano y me equivoco

Hablas de la ilusión. ¿Quitan parte de la ilusión algunos comentarios en redes sociales por cometer un error en una narración?

No... Mira, tienes que vivir un poco al margen de eso. A mí el otro día en la final de Champions, que fueron cuatro horas y veinte minutos de retransmisión, yo dije que Vinicius estaba con Lenny Kravitz, porque yo tampoco es que sea un especialista, ni en Lenny Kravitz ni en ninguno. Y resulta que era que era Jay Z, el marido de Beyoncé [ríe]. Bueno, pues ya la gente agarra eso. Y hombre... pues tienes que pensar que hay cuatro horas y diecinueve minutos, donde igual hay errores más gordos que ese que no deja de ser una anécdota. Me gustaría no equivocarme nunca, pero soy humano y me equivoco. Y no pasa nada.

No tienes que estar pensando en esa presión, en lo que digan las redes sociales, en lo que diga la gente aquí o allá, sino en confiar en tu trabajo. Eso es fundamental. Aparte, hay gente graciosa, que te ríes con ellos. Y luego hay gente con muy mala baba, pero esa gente que es tan cruel cuando detecta un error yo siempre digo que se lo haga mirar. A lo mejor el problema lo tiene dentro.

¿Y cuando la situación se descontrola, y te conviertes en objetivo de mofas o ataques?

Cuando de repente eres trending topic por decir 'buenas tardes', porque dices 'buenas tardes' y ya eres ya eres trending topic [ríe], no le puedes estar prestando tanta atención a eso. Yo me aíslo todo lo que puedo. Mis hijos me mandan a veces cosas, y me río. ¿Pero qué puedes hacer? Pedir disculpas, porque soy humano y me equivoco. Lo siento, sí, no soy infalible. Eso es una cosa que tengo claro, que trato de ser lo más infalible que puedo, pero no llego. Es imposible. Estamos hablando durante dos horas en un partido de fútbol. Podemos dar, no sé, nunca lo he contado, pero 6.500 nombres; y resulta que te has equivocado un par de veces en el mismo. Y entonces ya es que confundes a Yamal con Koundé. Bueno, pues si la gente cree eso...

Yo creo que hay cosas más interesantes en la narración de un partido de fútbol. Hay cosas más importantes que analizar que el hecho de que te equivoques en un momento dado con un jugador u otro. Hay otras cosas, pero eso no le importa a nadie. Lo que les importa es que uno detecta que te has equivocado, y todos los demás lo siguen. Yo siempre digo: chico, pues si eres tan cruel con el error ajeno... Yo entiendo que seas exigente, me parece bien serlo. Más exigente soy yo. Pero si eres tan cruel con el error ajeno, igual tienes un problema.

¿Tienes algún ritual antes de narrar un partido?

Por ejemplo en un día de partido no me tomo ni una cervecita. Agua y sanseacabó. Hay que cuidar la voz, dormir bien, descansar... Para mí es fundamental porque al final le haces una exigencia importante. Sí te cuidas, por supuesto, estás muy pendiente, te preparas el partido, te concentras. Ya en el estadio antes del partido, porque nosotros vamos al campo, yo que sé, tres horas antes, yo procuro hablar poco. Generalmente hay una megafonía altísima, y si vas alzando el tono de voz, hay un momento que empiezas a sentir como que pierdes el aire y estás afónico.

Y luego yo tengo algunas cosas: cuando salgo del hotel, no apago las luces. Perdón por la contaminación ambiental, pero no apago las luces. Y por ejemplo en España dejo La 1 puesta, o Teledeporte, según donde vaya a ir la transmisión que vaya a hacer. No sé, ¿es como lo de los toreros, no? Como una especie de superstición. Lo hago porque salgo de la habitación pensando: “Venga, este tiene que ser el mejor de todos”.

¿Alguna vez te has quedado sin voz, que puede ser la peor pesadilla de un narrador?

Sí, sí. Recuerdo un día para un partido de Champions que era Barcelona-Ajax de Ámsterdam en el Camp Nou. Tuve que llamar a Xavi Díaz, que es subdirector de Teledeporte, y le dije: “Por favor, ven a echarme una mano”. Acabé en un hospital en Barcelona a ver si me ponían corticoides, porque me había tomado mil cosas y aquello no iba. No podía casi ni decir “hola”. Le llamé para que me echara una mano, que él intentará narrar, y yo le apoyaba como pudiera. Es horrible, porque cuando tienes que estar más pendiente de tu voz que de lo que estás viendo, se pasa fatal.

¿Puedes decir cuántas horas cuesta preparar un partido? Por los que piensan que es llegar allí y narrar.

Lo primero es el background, que tienes que estar pendiente de la actualidad constantemente. No puedes desconectar nunca, y preparar un partido lleva su tiempo. Yo he estado en la final de Champions ahora en Londres, y fui al centro de Londres el domingo, y porque mi avión salía a las 17:00 de la tarde. Estaba metido en la habitación cuando no tenía que trabajar, porque hay que preparar toda la información. Aunque luego no tienes que ir en plan pitagorín soltándolo todo, pero yo toda la información la quería tener controlada.

Me ocuparé de la narración del fútbol olímpico, especialmente de la Selección

Salimos un momento de la tele para ir al fútbol, a ver si te mojas. ¿Qué papel piensas que va a hacer la selección?

Creo que no somos una selección con jugadores que digas: este es un Balón de oro. A ver, nuestra referencia es Rodri, que yo creo que es el mejor futbolista que tenemos, tenemos la proyección de Yamal, que si sigue esta línea va a llegar a ser un jugador muy importante; pero creo que lo mejor que tenemos es confiar en el equipo. Al final, en un torneo de este tipo como es una Eurocopa, lo que hay que hacer es ir de menos a más, no al revés. Aunque empieces un poco flojo, pero que vayas creciendo en el siguiente partido, en el siguiente, que ya estés en octavos, y que llegue un momento que llegues a semifinales con tal estado de forma. Y dices: joder, es que este equipo va para arriba, es muy difícil que les ganen. Pues eso es lo que tiene que hacer España, ser un equipo sólido, fuerte, ir de menos a más, y a ver qué pasa. Por individualidades hay otros mejores, pero por equipo... Oye, el Dortmund estaba en la final de Champions. No es un equipo que tenga jugadores maravillosos, pero es un equipo que juega muy bien, y jugó estupendamente la final.

¿Estarás también en los Juegos Olímpicos?

Sí. Me ocuparé de la narración del fútbol olímpico, especialmente de la Selección, pero desde Madrid.