Teniendo en cuenta que El Señor de los Anillos: Los anillos de poder, la esperada serie que Amazon Prime Video estrena este viernes 2 de septiembre, transcurre miles de años antes de El Señor de los Anillos y El Hobbit, sólo unas criaturas casi inmortales como los elfos podían servir de nexo de unión entre unas adaptaciones audiovisuales y otras.
Por eso en la nueva serie ambientada durante la Segunda Edad del universo fantástico de J.R.R. Tolkien, los elfos juegan un papel importante para que el espectador se sitúe y encuentre dos personajes reconocibles como los de Galadriel y Elrond.
En esta ocasión no son ni Cate Blanchett ni Hugo Weaving (que ya dejó claro que no le interesaba nada participar en la serie) los que les dan vida como en las películas, sino que sus personajes presentan versiones más rejuvenecidas encarnadas por Morfydd Clark y Robert Aramayo.
Ambos, como también los actores que encarnan a Celebrimdor (Charles Edwards) y al mítico y misterioso rey supremo Gil-Galad (Ben Walker), han respondido a las preguntas de los periodistas en el evento internacional en el que ha participado verTele. Y al igual que sus máximos responsables en esta otra entrevista, responden a cómo se diferencian sus personajes de los que más tarde serán en las películas, qué les ha ayudado a introducirse en la Tierra Media, y hasta la costumbre del director español J.A. Bayona a la que se tuvieron que acostumbrar.
En el caso de Morfydd Clark y Robert Aramayo, era casi obligatorio preguntarles sobre si se habían basado en los personajes que construyeron Blanchett ni Weaving. La actriz, que en la serie construye a una Galadriel heroína, aventurera y guerrera, explica que realizó una mezcla de los libros y de la representación que ya había visto en el cine: “Me sentí muy afortunada de contar con las películas y poder ver a Cate Blanchett interpretando un personaje que de alguna manera yo también termine interpretando, pudiendo ver hacia dónde se dirige mi personaje”. Sin embargo, deja claro que ella ha construido un personaje anterior: “Siempre tuve en mente que sabía dónde terminaría, pero mi personaje no es ese”.
Por ello recurrió a los libros, a todos, leyéndose por primera vez El Silmarillion, con lo que completó su experiencia: “En los libros había tanto no solo del carácter particular de Galadriel, sino del todo. Cómo se sentía y cómo era vivir en la Tierra Media durante la Segunda Edad que estábamos explorando. Fue fascinante, y se volvió reconfortante entrar en el audiolibro todas las noches y entrar con él en la Tierra Media”.
Siempre tuve en mente que sabía dónde terminaría, pero mi personaje no es ese
Por su parte, Robert Aramayo también contextualiza su personaje y el influjo del que temporalmente más tarde encarna Hugo Weaving: “Me encanta este momento de su vida. Nunca hemos visto eso de él. Está más cerca de su elección de ser contado entre los inmortales que del Consejo de Elrond. Fue genial y realmente divertido de explorar, conocerle como alguien sincero que se siente un poco fuera de lugar, lo que me permite mostrarme afectado cuando estoy entre mortales, permitiendo que surja la mortalidad a lo largo de la serie. Y cuando estoy entre inmortales, es un tipo diferente de comprensión”.
“Una Galadriel más joven, pero no una Galadriel joven”
La práctica inmortalidad de los elfos hace que su envejecimiento sea más lento y se detenga para mantener la misma apariencia durante cientos de miles de años. La joven Galadriel que interpreta Morfydd Clark se diferencia físicamente de la de Cate Blanchett, pero sobre todo aún tiene el ímpetu, la osadía y la impaciencia de la juventud. En sus propias palabras, “interpreto a una Galadriel más joven, pero no a una Galadriel joven”.
La actriz afirma que ha jugado con “esa idea de cómo se verían la ingenuidad y la juventud en alguien que ya tiene miles de años”. Y sobre ello, explica: “Lo que me llamó la atención fue la arrogancia. Ella no conoce los límites de su conocimiento. Eso es lo que estaba explorando, los errores que pueden surgir de eso”. Sobre el personaje que llegará a ser, el de Cate Blanchett, reflexiona: “La sabiduría y la serenidad en la Tercera Edad se ganan con esfuerzo y provienen de hacer las cosas mal”, dando a entender que esos errores son los que cometerá su personaje.
Cuestionada sobre si ese giro de su personaje aporta al universo de El Señor de los Anillos una fuerza más femenina, Morfydd Clark defiende la representación en las películas, recordando el principal ejemplo: “Hay personajes femeninos increíbles en la trilogía original. Eowyn mata al rey brujo porque es una mujer”, aunque también saca pecho de esta nueva versión: “Sí, es genial que haya más mujeres. Aunque hay más del 50% de hombres, por lo que hay un equilibrio. No se va a los extremos de ninguna manera, lo que creo que es genial y realmente emocionante”.
De hecho, la actriz reconoce agradecer la querencia de su personaje por la acción: “Siempre me he sentido muy celosa de los actores masculinos que a menudo aprenden a montar, a pelear y a hacer todas esas cosas. Y soy muy afortunada porque este trabajo me ha dado la oportunidad de hacerlo. Me gusta, y luego me gusta ver algo así”. En su preparación ha tenido una enorme importancia el apartado físico: “Hice mucho entrenamiento, que incluía nadar, escalar, acrobacias, montar, armas y, en general, tratar de ponerme lo más en forma posible. Y descubrí que eso era realmente útil para convertirme en una criatura que es más poderosa que nosotros, los simples mortales”.
Como ella, su compañero Charles Edwards, que en la serie encarna al elfo Celebrimdor, destaca la importancia de lo que ellos mismos denominan “entrenamiento de movimiento”. En su caso, bromeando con que “constantemente me decían que me calmara un poco. Sí, cálmate. Simplemente cálmate, en general en la vida”.
Ben Walker, que da vida al rey supremo Gil-Galad de los elfos, incluye otro tipo de entrenamiento, el del lenguaje, y explica: “Tolkien básicamente escribió un lenguaje y luego escribió algunos libros sobre él. Y por eso el lenguaje es tan importante no solo para nosotros y nuestra relación con Tolkien, sino también para los elfos”, explicando que hicieron un poco de investigación y estudio de ese lenguaje élfico que encantó a Charles Edwards, y que para Morfydd Clark fue especial a nivel personal: “Realmente disfruté ese aspecto porque mi madre me decía siempre muy rápido, cuando mi padre comenzó a leerme El Hobbit, que el élfico se basaba en el galés, así que siempre me sentí bastante orgullosa”, cuenta por su ascendencia galesa, pese a reconocer que llevarlo a cabo luego fue difícil.
La mayoría de la gente allí estaba obsesionada de alguna manera con algún elemento de Tolkien
En ese estudio de Tolkien, Aramayo destaca la importancia de todo el equipo: “Creo que todos hicimos preguntas todo el tiempo. A mí me encantaban las conversaciones con compañeros sobre ello, y lo que más me gusta de esto es que Tolkien escribe de una manera que parece que estás mirando a través de la rendija de la puerta, o describe algo vagamente. Y de esa forma, te invita a tomar tus propias decisiones”.
De hecho, esa “vaguedad” en la historia de la serie es destacada por el actor como uno de sus puntos originales: “Para la serie hemos tomado ciertas decisiones. Realmente amo a todos los que trabajan en Los anillos de poder porque todos tienen a Tolkien dentro de ellos. No importa en qué departamento estén trabajando ni nada por el estilo. La mayoría de la gente allí estaba obsesionada de alguna manera con algún elemento de Tolkien. Así que explorar eso con ellos, hacerles preguntas y perderme en ello fue una de las partes más divertidas del trabajo para mí”.
El viaje de caracterización y el “factor Tolkien”
A la hora de meterse en sus personajes, todos destacan la importancia de la caracterización, de cómo les transportaba a la Tierra Media y a ser realmente elfos. Edwards explica que “cuando te miras en el espejo y tienes la cara cambiada, eres diferente. Tu rostro cambia porque las orejas le hacen algo extraordinario a la cabeza”, y Clark recuerda con emoción el momento en el que decidieron cómo sería el aspecto de Galadriel: “Tenía todo el departamento de vestuario, el de armería, el de maquillaje y peluquería; y hubo muchas lágrimas porque fueron meses y meses de su trabajo. Me sentí increíble al ser una especie de recipiente para eso”.
Sobre el equipo, la actriz destaca como una anécdota la experiencia previa de algunos en Nueva Zelanda en las películas de El Señor de los Anillos: “Trabajé con muchos de los departamentos de dobles, y muchos de ellos habían sido parte de las películas. Y Andy, en particular, que es el hombre que recibe la primera flecha en el Abismo de Helm. Como fan, eso fue muy emocionante y maravilloso”.
Con el enorme telón de fondo épico, hay esos momentos muy pequeños, casi domésticos
Del mismo modo, todos destacan la importancia de Tolkien y su capacidad para crear ese universo. Ben Walker le alaba como escritor, destacando algo que ha sido muy útil para poder crear esta serie: “Cada vez que regresas al texto, obtienes algo nuevo, algo que no solo enriquece lo que estamos tratando de hacer, sino que también me enriquece a mí como persona y como admirador. Y tienes las profundidades y las complejidades de eso. Qué mente...”, concluye reflexivo, alabando la capacidad del autor.
Charles Edwards propone una valoración más concreta, sobre cómo hace 100 años Tolkien ya lograba engarzar grandes historias épicas y de heroísmo con lo cotidiano para empatizar con sus personajes: “Es Tolkien, ha sido probado una y otra vez. Sus temas de amor, lo simple de las cosas simples... Claro que tienes, como hemos comentado, los mundos épicos que creó. Pero dentro de eso, están esos momentos no diría ”humanos“, pero sí aplicables en algunos casos. Lo que significa existir, las condiciones de existencia, el amor, todas estas cosas”. “Con el enorme telón de fondo épico, hay esos momentos muy pequeños, casi domésticos, particularmente en nuestra serie también, que son muy conmovedores porque todos los reconocemos. Y creo que eso es lo que lo convierte en un lenguaje global”.
Bayona y su costumbre a la que debieron adaptarse
Tirando por lo patrio, los actores también respondieron a cómo fue ser dirigidos por J. A. Bayona, el realizador español que se encarga precisamente de los dos primeros episodios. Como siempre risueña, Morfydd Clark reconoce que era “fan de él desde El Orfanato”, e incluso bromea al retrotraerse a ella: “Recuerdo haberla recibido de Blockbuster”, aludiendo a la extinta cadena de videoclubs. La actriz celebra que “su imaginación es salvaje y fantástica, igual que su ambición. Y sin embargo, también es capaz de mantener una especie de tontería y ligereza en el set. Así que es encantador trabajar con él”.
Demostrando el buen ambiente, Walker desvela una costumbre de Bayona en el rodaje que al principio no le gustaba: “Tenía unos altavoces enormes y sonaban a todo volumen entre tomas y tomas, en su mayoría con bandas sonoras de películas. Al principio lo encontré un poco desagradable, francamente, para mí era como 'no me hagas trabajar entre el trabajo'. Pero lo bueno fue que inconscientemente podías entender el tono y su visión de lo que estaba buscando”.
La aventura de El Señor de los Anillos: Los anillos de poder llega por fin a Amazon Prime Video este viernes 2 de septiembre. La plataforma estrena sus dos primeros capítulos de una hora de duración, como primer plato del resto de sus seis entregas que se lanzarán semanalmente hasta alcanzar los ocho episodios que componen esta primera temporada. Es sólo el comienzo de un plan que, como nos contaron sus creadores, alcanzará 5 temporadas para convertirse en “una gran epopeya de 50 horas”.