Sin miedo al riesgo y con ganas de divertirse en la tele afronta Iñaki López una nueva emisión de López y Leal contra el canal, su salto al entretenimiento estelar de Antena 3 para la noche de los miércoles. Un formato que le está permitiendo explorar otra faceta televisiva de la mano de Roberto Leal, compañero de batallas, y al que se enfrenta desde una posición conservadora por su callo profesional.
“Hay mucha gente de la tele que tiene un poco de temor y piensa que si sale de su labor habitual puede desdibujar su figura. Yo pienso que es todo lo contrario, que hay que hacer cosas distintas”, expresa el conductor vasco en conversación con verTele y más medios en el marco del reciente FesTVal 2024, en la víspera del estreno de esta nueva apuesta. Un programa en el que participa como concursante, y que le ha metido el gusanillo por el entretenimiento en televisión: “Si me divierto, me da igual dónde me quieran colocar”.
Respecto a su objetivo en el medio, ahora que compagina López y Leal contra el canal con su faceta diaria en Más Vale Tarde, se considera cortoplacista. Y lo hace así por un motivo: “La tele muchas veces es una máquina de picar carne y hay mucha gente que ha desaparecido porque no ha tenido suerte o porque ha tomado decisiones incorrectas”.
Además, Iñaki López opina sobre la labor de los presentadores en una época de tanta polarización política, partiendo de unas declaraciones de Jorge Javier Vázquez en el mismo festival: “Creo que dar tu opinión no es polarizar. Polarizar tiene más que ver con mentir, con mentir en torno a una 'presunta invasión', decir que determinados delitos son llevados a cabo por una parte muy concreta de la población, etc. Eso es mentir, y es generar un mensaje de odio que puede calar en una parte de la población y, al final, provocar un estallido social y unos problemas muy concretos”.
¿Ha habido represalias del canal contra ti? ¿Has tenido reparos a la hora de gastar el dinero del premio?
No, y te voy a contar por qué. Hemos perdido más de lo que hemos ganado, y cada vez que ganábamos la pasta del CEO de Atresmedia la hemos repartido con mucha alegría. El premio era que Roberto y yo hiciéramos lo que quisiéramos con la pasta de la cadena, así que hacíamos formatos muy baratitos y cutres para repartir dinero en la calle. Ha sido una auténtica maravilla. Siempre es divertido regalar dinero, más si no es tuyo, pero si encima es de tu director... eso es un placer como pocos en la vida. Ahora, ganar nos ha costado Dios y ayuda. Las pruebas han sido físicas y yo ya no estoy para estas hostias. Menos mal que está Roberto Leal que es un chaval y ha sido portada de Men's Health.
¿Cómo has vivido este salto al entretenimiento? ¿Te apetecía dejar a un lado la actualidad?
Claro, al final soy comunicador y me apetece hacer cosas diferentes. Me lo pusieron a huevo con Roberto, que es un tío fantástico, y con Eva, que es una tía maravillosa. No nos contaron mucho, nos lo fueron contando poco a poco por si nos echábamos para atrás, pero era una oportunidad de hacer un programa en Antena 3 en un horario fantástico, y probando un formato que no había hecho nunca, que es el entretenimiento puro y duro. Llevo en la tele desde 1993, pero algo tan grande y tan de entretenimiento no había hecho jamás. Hay mucha gente de la tele que tiene un poco de temor y piensa que si sale de su labor habitual puede desdibujar su figura. Yo pienso que es todo lo contrario, que hay que hacer cosas distintas.
Si me divierto, me da igual dónde me quieran colocar
¿Te ha picado el gusanillo de ser también presentador de entretenimiento y no sólo concursante como en este caso?
Sí. La verdad es que nuestra labor en López y Leal contra el canal ha sido más de concursantes que de presentadores, que eso lo ha hecho fantásticamente Eva González, pero me he encontrado muy a gusto porque me lo he pasado muy bien. Para mí, en un programa, más que la posición que yo ocupe mi propósito es divertirme ya sea como presentador, copresentador, colaborador, semicolaborador... pero pasármelo bien para mí es fundamental. Si me divierto, me da igual dónde me quieran colocar.
En la televisión alemana, donde el formato va por su quinta temporada, regalaron diseñar la parrilla completa de todo un día en el canal. Si tuvieras aun más tiempo, ¿qué formatos colocarías en Antena 3?
No queremos desvelar mucho de los premios, pero hemos hecho lo que siempre nos hubiera gustado hacer a Roberto y a mí. Hemos repartido mucha pasta de forma obscena, y hasta ahí puedo leer. Nos hemos inventado un formato muy cutre que hicimos en plena calle y la gente no daba crédito a que se pudiera llevar a casa el dinero tan caliente de una manera tan tonta. Nos hemos divertido tanto con la gente que ha sido fantástico. Ha sido uno de los grandes alicientes de jugarnos el tipo en cada una de las pruebas. Alguna tendinitis ha caído, pero nos hemos divertido tanto repartiendo la pasta que ha merecido la pena.
Trabajas mucho en Madrid, ¿qué echas de menos del País Vasco?
No me da tiempo a echar muchas cosas de menos porque vivo entre Madrid y Bilbao. Tengo casa en Algorta y prácticamente vivo en Getxo siempre que puedo. Allí paso los veranos, las navidades, la Semana Santa, los fines de semana nos escapamos... De hecho, a Óscar Puente le digo que si es necesario un brazo extra más para acabar el AVE, aquí me ofrezco. Yo empecé a hacer tele a mediados de los 90 y ahora, desde un medio de comunicación dedicado a la actualidad política en Madrid, veo a Euskadi de una forma radicalmente distinta. Me atrevería a decir que con envidia, porque mientras que hay mucha tensión política en Madrid, que incluso se percibe en la calle, en Euskadi se vive ahora mismo un momento de tranquilidad esperado durante muchísimas décadas. La situación de bienestar y de paz social que hay en Euskadi es muy envidiada. Que Euskadi no ocupe la primera plana de los informativos día sí, día no, me parece fabuloso. Que se hable de nosotros por la gastronomía o porque ganamos una Copa, pero no por lo que se ha hablado durante tantos años. Nada me hace más ilusión que hablar de política o de actualidad en un programa y no tener que citar a mi tierra porque no pasa nada. Eso es fantástico.
¿Cómo lidias con esa polarización, desde un puesto también de responsabilidad? El otro día, Jorge Javier nos decía que en un momento de tanta tensión política, un presentador igual no tiene que contribuir a ello. ¿Cómo lo gestionas tú?
Jorge Javier es un tío muy inteligente, le admiro mucho, y no sé exactamente a qué se refiere con lo de que un presentador polarice.
En su caso, se refería a aquella época de pandemia en la que él tuvo bastante altavoz.
Yo no creo que él polarizara, yo creo que dio su opinión. Y me parece que es un hombre que cuando se ha expresado, generalmente lo ha hecho con mucho respeto, al menos lo que yo he leído. Creo que dar tu opinión no es polarizar. Polarizar tiene más que ver con mentir, con mentir en torno a una 'presunta invasión', decir que determinados delitos son llevados a cabo por una parte muy concreta de la población, etc. Eso es mentir, y es generar un mensaje de odio que puede calar en una parte de la población y, al final, provocar un estallido social y unos problemas muy concretos. Dar tu opinión con respeto me parece lo más correcto del mundo, no polarizar. Polarizar es mentir.
La tele muchas veces es una máquina de picar carne y hay mucha gente que ha desaparecido porque no ha tenido suerte o porque ha tomado decisiones incorrectas
Cuando empezaste a trabajar en Euskadi, ¿te veías en la TV nacional?
Siempre he vivido el momento, nunca me he planteado mucho el futuro. Cuando empecé a trabajar en TeleBilbao estaba estudiando todavía la carrera, que cursaba Ciencias de la Información pero en la rama de Publicidad, y en ese momento quería ser creativo de Publicidad. Al final te enganchas a hacer cosas en tele y al final te quedas ahí porque descubres un mundo que te llena. Siempre he sido de objetivos a corto plazo. Ahora mismo estoy en un programa, me apetece mucho hacerlo, mi objetivo es el plazo de este año y el que viene Dios dirá porque la tele es muy caprichosa. Pueden cambiar radicalmente las audiencias y este año parece que estás haciendo un montón de cosas pero el que viene igual no haces nada. Eso forma parte de la realidad de esta profesión y hay que tenerla siempre presente.
Pero eres ya un rostro consolidado de laSexta...
¿Pero cuántos rostros consolidados te podría citar que no sabemos de ellos de hace mucho tiempo? La tele muchas veces es una máquina de picar carne y hay mucha gente que ha desaparecido porque no ha tenido suerte o porque ha tomado decisiones incorrectas al decantarse por un formato o por otro. Esto no es una ciencia exacta. En televisión lo importante es mirar a corto o medio plazo. Yo sé dónde voy a estar este año, y el que viene ya lo plantearemos.
Ese buen perder que tienes respecto a Roberto Leal, que lo destacáis como el más 'picado', también lo tienes respecto a las audiencias...
Es que yo he perdido tanto... (ríe) Yo siempre he hecho programas que nunca lo han petado en audiencias. El programa de Roberto Leal, Pasapalabra, tiene unas audiencias brutales. Yo no he presentado nunca un programa con unas audiencias estupendas, he estado en formatos más humildes, más sencillos, con presupuestos más comedidos y otros competidores... entonces tengo costumbre de ser el segundo o el tercero y estar contento. Y luego es que la tele es muy caprichosa. Fíjate que hay mentes pensando analizando las audiencias cada día y todavía no hemos desentrañado su misterio. Soy un perdedor con cierta experiencia y lo llevo muy bien.
¿Vamos a ver a Cristina Pardo aparecer en 'López y Leal contra el canal'?
Si hay segunda temporada, la voy a solicitar. Me apetecería muchísimo tener enfrente a Pardo y a Griso. Es muy competitiva. Me atrevería a decir que igual o más que Roberto.
¿Quién ha sido el invitado que más te ha sorprendido?
Me ha sorprendido mucho Cristina Pedroche. Lejos del papel que mucha gente puede presuponer de diva, la tía se trajo la prueba perfectamente preparada y nos lo puso muy cuesta arriba. Muchas veces la cadena escogía a los rivales en función de la prueba y eso nos lo ponía muy complicado. Y uno de los ejemplos fue Cristina.
Cuando le hablaste a tu mujer [Andrea Ropero] de este formato, ¿qué pensó?
Pues ella, que también es de tirarse al ruedo, estaba encantada. Nos gusta mucho a los dos salir de la zona de confort y me animó desde el primer instante. Yo lo tenía claro también, tuve una reunión con la cadena y me pareció divertidísimo. Y ella estaba encantada.
Después de 'López y Leal contra el canal', ¿qué crees que te falta por hacer en televisión?
¡Muchas cosas! Hay algunas que diría que no, no soy tan osado como para decir '¡lo que sea!'. No me veo capacitado para hacer un programa de deportes, por ejemplo. No tengo ni el conocimiento ni los contactos suficientes, hay gente que lo hace muy bien y no me vería aportando nada en ese mundo. Pero siempre me ha apetecido hacer formatos distintos y hay muchas cosas que no he hecho.