'Las Abogadas' de TVE, contra silenciar su historia: “Los libros de texto los hacen señores, y dependen de su ideología”

Paula Usero y Almudena Pascual, en 'Las Abogadas'

Adrián Ruiz / Laura Pérez

La muerte en 2015 de Lola González, una de Las Abogadas laboralistas en las que se basa la nueva serie de TVE, fue clave para que su creadora, Patricia Ferreira, se decidiese a impulsar este proyecto con el que pretendía traer a nuestros días una parte clave de la historia de España que creía que tenía que ser contada y reivindicada como se merece. Así lo expresa Paula Usero, actriz que da vida a la fallecida letrada en una entrevista con verTele junto a su compañera Almudena Pascual, quien se mete en la piel de Paca Sauquillo.

Las intérpretes se unen a Irene Escolar y Elisabet Casanovas (Manuela Carmena y Cristina Almeida) en el reparto principal de la ficción, aunque es el personaje de Usero el que funciona como “hilo conductor” de todos los “hechos dramáticos y dolorosos” que las cuatro tuvieron que vivir en aquellos años del tardofranquismo y el comienzo de la Transición, como la extraña muerte de Enrique Ruano, al que la serie de la cadena pública rindió homenaje en el primer capítulo emitido la semana pasada.

Revisando la documentación, Usero encontró un texto de Lola González en el que se planteaba si “todo lo que había sucedido había valido la pena”. Ella lo tiene claro: “El trabajo que ellas hicieron durante todos esos años sí que valió la pena, pero nunca una muerte está justificada por nada”, expresa la actriz de Amar es para siempre y Luimelia. “Lo que hacían las personas que tenían el poder era algo terrible, era arrebatar vidas de personas inocentes que lo único que querían era una España mejor para todos y para todas”, defiende, en una idea por la cual Almudena Pascual cree que la serie de TVE “es muy necesaria”.

“Muchos derechos y libertades que hoy tenemos como trabajadores los tenemos gracias a ellas. Creo que la gente de nuestra generación ni lo conoce, ni lo valora. Y muchas veces no lo valoran porque no lo conocen”, asegura la joven, que cree que este tema “no aparece en muchos libros de Historia”. “Yo creo que sí se enseña, pero no hay que olvidar que los libros de texto los hacen unos señores y que dependen de su ideología política”, reflexiona Usero, compartiendo su “miedo” y el de su compañeras de “no hacerlo bien y no dignificarlas”.

La serie mezcla hechos reales con parte ficcionada. ¿En qué porcentaje diríais que sucede?

Paula Usero: Patricia Ferreira [creadora de Las Abogadas] estuvo desde 2015 a 2019 recogiendo información y viendo entrevistas. Una de las personas que más información dio, por ejemplo, sobre la vida de Lola González, de Enrique y Javier, y esta cosa del trío amoroso, fue Margot Ruano, la hermana de Enrique. Además, fue uno de los primeros documentos que me dio: una entrevista totalmente transcrita que ella tuvo con Margot, de unas seis o siete páginas, donde ella contaba cómo veía a su hermano y cómo ella se sentía. Entonces, creo que en este caso, hay mucha realidad plasmada en todos los guiones. No sabría decir el porcentaje, porque es verdad que luego, cuando ficcionas, siempre tiene que haber una grieta amplia para poder inventarte cosas de vacíos que existen porque no tienes toda la información.

Almudena Pascual: Sí que hay hechos reales reflejados en el guion, y cosas que han pasado de verdad en los juicios. Y creo que más en cuanto a la parte de creación de personajes. También hay muchos personajes que recogen como un grupo de personas. Es decir, que están unificados en una sola persona. Eso también es una licencia de la ficción.

Lola González falleció hace unos años. Paula, ¿has podido hablar con algún familiar cercano, o sólo te has podido informar a través de la documentación que mencionabas?

Usero: Cuando me reuní por primera vez con Patricia, me dio esta entrevista, me recomendó libros, me dio una especie de prólogo que hay en un libro de Alejandro Ruiz Huerta, que es el único manuscrito que Lola ha hecho a lo largo de su vida y que se ha publicado. Es un fragmento muy muy cortito, de una reflexión suya, en la que se plantea si todo lo que había sucedido había valido la pena. O había servido para algo. Ella vivió azotadísima por el dolor y con un calvario durante muchísimos años de su vida, prácticamente hasta el final.

El trabajo que ellas hicieron durante todos esos años sí que valió la pena, pero una muerte nunca está justificada por nada

Paula Usero

¿Y cómo recoges tú esa reflexión sobre si ha merecido la pena?

Usero: Es una pregunta muy difícil, porque yo como actriz siento que el trabajo que ellas hicieron durante todos esos años sí que valió la pena, pero nunca una muerte está justificada por nada. Arrebatarle la vida a alguien nunca está justificado. En aquellos años, lo que hacían las personas que tenían el poder era algo terrible, era arrebatar vidas de personas inocentes que lo único que querían era una España mejor para todos y para todas. Eso es lo más fuerte. Considero que sí puede que haya valido la pena, pero no valió la pena morir, que es a lo que creo que ella se refiere.

¿Qué os ha quedado marcado de vuestros personajes?

Pascual: La serie empieza mucho antes del caso de Atocha, cuando ellas se conocen en la universidad. Son las circunstancias las que hacen que se conozcan, se unan, y a partir de ahí, empiezan a forjar una amistad y en la serie vemos cómo cada una va desarrollando su carrera como abogada laboralista de forma paralela, cada una abriendo sus despachos o, en el caso de Paca, ella estaba más comprometida con los barrios más desfavorecidos, como es el caso de Palomeras, en Vallecas. Y, por eso, de Paca me ha marcado mucho la solidaridad que tiene en la vida. De hecho, ella ha escrito un libro que se llama Mirada de mujer, hay muchos documentos suyos visuales, entrevistas, y libros que ha escrito, en los que dice que su objetivo en el trabajo era la solidaridad y el estar comprometida siempre con las causas más injustas. Y ella siempre ha estado ahí. Dice que su vida se caracteriza por la vorágine y por el movimiento, porque no ha tenido nunca tiempo para el ocio y que cuando había algo que hacer y que ella pudiera ayudar, había que ir allí.

De Paca me ha marcado mucho la solidaridad que tiene en la vida

Almudena Pascual

Usero: La muerte de Lola fue clave para que Patricia quisiese iniciar este proyecto. Ella ya llevaba años pensando que esta historia debía de contarse, pero cuando Lola falleció en 2015 ella dijo: “Ya está. Esto tiene que ver la luz y yo tengo que intentar armar de alguna manera este proyecto”. Al principio, se planteaba que Lola fuera un poco el hilo conductor de la serie, porque tiene la trama de los abogados laboralistas, pero también tiene la trama amorosa. Para mí, como actriz, ha sido el personaje más importante y más complejo, no solamente por lo que tenía que hacer de trabajo, sino porque también había una parte de ser el único personaje que se abre en canal para que le pasen cosas. Y las cosas que le ocurren son todas muy dramáticas y muy dolorosas.

Creo que como actriz no te puedes preparar de ninguna manera para eso porque eso ocurre el día del rodaje. Tú puedes plantearte en casa cómo dirías una frase, o cómo te gustaría transitar, o qué sentido tendría para ti transitar de una manera o de otra, pero realmente tú lo vives ese día. Yo puedo estar en casa pensando cómo va a ser el día que me van a detener después de que Enrique Ruano me pida matrimonio, pero luego, cuando estoy allí, lo voy a vivir de una manera totalmente diferente. Eso es lo bonito de nuestro trabajo, que siempre tenemos el cuerpo al servicio de lo que se esté pidiendo en ese momento. Creo que la única manera a través de la cual pude prepararme es de documentación.

¿Hay mucha documentación gráfica sobre su pasado?

Usero: No existe documentación de Lola cuando era joven, solo hay dos fotos, que una es muy conocida por el trío amoroso y la otra es una que consiguió Guillem de los archivos de RTVE, era una cosa muy tremenda después de los atentados. Hay una anécdota bonita y es que en uno de los documentales yo vi que Lola ya de adulta llevaba anillos en el meñique, y fue una cosa que yo le propuse a la diseñadora de vestuario, de tener ese detalle con ella. Tener un anillo que fuera como el anillo que lleva a lo largo de toda la serie. Ella siempre llevaba una medallita, pero eso está en todos los libros y todos los documentos, pero esto en concreto no. En este caso, fue una cosa que yo añadí de mi cosecha y que me encanta que me comprasen porque al final, cuando das tu cuerpo al servicio del personaje, igual que hay ficción, también quieres que haya cosas tuyas. Evidentemente, eso es genuino, va intrínseco y es precioso poder aportarlo.

¿Llevas hoy ese anillo en el meñique por ella?

Usero: Este no es [risas]. Pero es un poco el gesto. De hecho, desde que hice la serie no me he quitado el anillo del meñique, lo llevo todo el rato. Voy cambiando pero siempre llevo uno. No sé, quizá es una cosa que se ha creado por ella.

Desde que hice la serie no me he quitado el anillo del meñique, es una cosa que se ha creado por ella

Paula Usero

¿Creéis que la ficción tiene el poder y el deber moral de hacer memoria y traer al presente historias como la de vuestros personajes, que han luchado mucho para que hoy tengamos una serie de derechos y libertades?

Usero: A ver, el poder sin duda. Y el deber... pues creo que también. Al final, creo que cuando consumes una película o una serie, o un documental, cuando consumes cultura, jolín tenemos la oportunidad de trasladarnos no sé cuántos años y ver qué estaba pasando de una manera superfiel, como es nuestra serie, que es muy muy fiel a la realidad, con muchos casos y personas reales. Creo que nuestra serie va a ofrecer la posibilidad de que nuestra generación, incluso generaciones anteriores, pienso en mis padres que no vivían en Madrid, que no estuvieron en las manifestaciones comunistas tras los atentados de Atocha y pienso: “Ostras, quizá esto es una manera de acercarles la historia y de acercarles un momento que ellos no vivieron simplemente por no estar en esta ciudad”. A lo mejor, esa cosa que pasaba antes y que incluso ocurre ahora, que tenemos una guerra en Gaza pero como está lejos parece que no la sentimos tan nuestra. Creo que es una manera bonita y real de acercarnos a ese momento.

Pascual: Es muy necesaria, porque yo creo que no aparece en muchos libros de historia. A veces, yo he hecho el ejercicio de intentar recordar si en el colegio o en el instituto estudié este hecho a fondo y quiénes eran estas personas. Sí que luego ves a Manuela Carmena como alcaldesa y las vas conociendo a todas, pero yo no he estudiado en el cole este hecho, ni que fuera tan fundamental para el paso de la dictadura a la Transición. Muchos derechos y libertades que hoy tenemos como trabajadores, que te pasa algo y lo quieres justificar, los tenemos gracias a ellas. Creo que la gente de nuestra generación ni lo conoce, ni lo valora. Y muchas veces no lo valoran porque no lo conocen.

Teníamos mucho miedo al principio de no hacerlo bien y no dignificarlas, de no darles el valor que realmente tuvieron

Paula Usero

¿Por qué creéis que esto no se enseña o que no se le ha dado tanta importancia?

Usero: Yo creo que sí se enseña, pero no hay que olvidar que los libros de texto los hacen unos señores y que dependen de su ideología política. Y esto pasa en todas las comunidades autónomas también. Entonces, creo que se le ha dado quizá más valor a otros momentos. No hay que olvidar tampoco que es una historia mayoritariamente de mujeres. Y si han estado toda la vida intentando quitar la voz a las cuatro voces que estaban gritando encima del resto de las cabezas, pues quizá luego no interesa mucho recordarlo. Creo que es un tema peliagudo...

¿Y qué os han enseñado vuestros personajes respecto a otros que hayáis interpretado hasta ahora?

Pascual: Para mí, esto es prácticamente lo primero que hago en audiovisual y ha sido comenzar por la puerta grande, con un protagonista y acompañada de estas tres maravillosas actrices todoterreno. Actrices de las que he aprendido muchísimo en el rodaje...

Usero: [Interrumpe] Y nosotras de ti... ¡Es verdad!

Pascual: Es un reto complicado. Contar la vida de una persona real no es contar la vida de alguien que te inventas, porque tienes toda la libertad del mundo y toda tu imaginación, pero creo que te pones a ti misma el listón alto de partida. Porque a lo mejor si lo creas desde cero no empiezas tan arriba. Pero como quieres honrar, dignificar y respetar a la persona real, pues te entra este miedo y está esa dualidad entre transitar con mi cuerpo, mis sentimientos y mis emociones de Almudena y el cómo dar vida a Paca, qué cojo de su energía en entrevistas que he visto de ahora, de una Paca mayor, no la de 20 o 30 que luchaba. Entonces, con toda esta información, de Paca me quedo con su sensibilidad y con su afán. Yo creo que hay personas que nacen con una cosa de ayudar a los demás que otras no lo tienen y que se trabaja, pero creo que ella lo tiene innato. Y luego, conociendo su vida y todas las desgracias que le han ido pasando, me quedo con ese optimismo de: “La vida sigue, voy a seguir luchando, ayudando a los trabajadores y comprometida hasta el final”.

Usero: Yo creo que también hay algo en esta serie y es que nosotras teníamos como mucho miedo al principio de no hacerlo bien y no dignificarlas, de no darles el valor que realmente tuvieron. Pero al final ellas, cuando tenían nuestra edad, no eran conscientes de lo que estaban haciendo y lo que estaba suponiendo a nivel histórico, social y político. Su presencia en España y la lucha que estaban llevando a cabo. De esto fueron conscientes años más tarde, cuando se dieron cuenta de todo el horror que vino con los atentados de Atocha, de: “Nos están matando y están viniendo realmente a por nosotras. Tememos por nuestra vida”. Hasta ese momento, yo creo que ellas no fueron conscientes.

Y algo muy bonito que tenemos las cuatro es esta cosa de que no hemos intentado ser conscientes de esto hasta que era necesario ser consciente. Porque si no, íbamos con un trabajo adelantado que no nos convenía como actrices, porque no necesitábamos tenerlo todo resuelto. Y luego, creo que en comparación con otros personajes de ficción puramente inventados, creo que es un trabajo muy diferente. En un personaje inventado por alguien tampoco sabes cosas, pero tienes menos presión añadida a la hora de honrar y querer dignificar. Tienes como más carta blanca para aportar, siempre hasta cierto punto, porque siempre el trabajo de guion, del director y productor o productora te va a acotar. No siempre tenemos todo el espacio que parece que tenemos.

Almudena, a nivel interpretativo, ¿cómo te ha afectado el poder conocer y ver en persona a la Paca actual y tener que trabajarla en una época muy diferente?

Pascual: Desde el momento en el que empiezas a escucharla, y a verla, hay algo ahí que se va posando. Un poso ya sea de su energía, de su espíritu. Yo sí que he intentado dar la energía que yo he visto en sus entrevistas. Estamos hablando de alguien que tenía 20 años en la ficción y ahora tiene 60 o 70. Pero yo creo que las ideas y la forma de hablar y de expresarse son muy similares. Ella en su libro dice que igual que no se reconoce de cuando tenía 25 años a la actualidad, sí que sus ideales y sus valores son los mismos, aunque el contexto haya cambiado. Yo he usado mucha intuición porque ella es creyente, tiene una parte muy religiosa. Lola y Paca yo creo que son un poco más conservadora y por la educación como que se han parecido más los valores en los que han sido educadas. Eso he intentado reflejarlo intentando ser fiel, pero siendo libre a la hora de crear un personaje.

¿Os costó mucho dejar esta época actual para trasladaros mentalmente al pasado?

Usero: Yo creo que siempre te disocias de tu yo actual y de dónde vives. Eran espacios reales, no había decorados. Era muy fácil llegar al set y decir: “Me creo que es Españoleto porque estoy rodando en la Calle Españoleto”. Hemos tenido muchísima suerte, hemos podido ir a lugares reales y pensar: “Ostras, es que no están tan tan cambiados. Es que además que han hecho un trabajo de atrezzo brutal, es que son espacios que ellas estuvieron también aquí y estas cuatro paredes eran así. Eso creo que te hace transportarte un poco. Luego el lenguaje o la ropa. Para mí la ropa era superimportante. Recuerdo que en los ensayos Juana propuso que lleváramos una toga porque te daban como otra cosa. En los juicios, te ponías una toga y decías: ”Me cago en la puta madre“. [Risas] Como que te coloca en un lugar de alerta y de seguridad que yo me la pondría todos los días, ¿eh?

Pascual: Creo que los espacios, al ser reales, generan cosas en el cuerpo, porque son espacios con historia. Hemos trabajado en casas antiguas y creo que eso genera que las historias que tienen estos espacios te hacen absorber todo lo que se ha generado ahí. Creo que ha sido muy importante a la hora de sentir esta época el vestuario, porque para mí era completamente diferente al actual y también los cambios de looks que hemos tenido, que yo creo que han sido muy radicales respecto a nosotras mismas.

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