Laura Bozzo y sus últimas confesiones antes de entrar a 'GH VIP 8': “Si veo que alguien humilla a otro, lo hago puré”

Adrián Ruiz

15 de septiembre de 2023 14:56 h

El estreno de Gran Hermano VIP 8 estuvo marcado este jueves por el fresco debut de Marta Flich como presentadora, en una gala que anotó mínimo histórico en Telecinco -pero que plantó cara a sus rivales en prime time-, y por un casting con pocos 'vips' en el que Laura Bozzo se erige, a priori, como la concursante estrella de la edición. verTele tuvo la oportunidad de hablar con ella segundos antes de que entrara en la casa más famosa de la televisión.

En una instalación de Guadalix anexa al pabellón de pruebas, la presentadora peruana se mostró dispuesta a realizar sus últimas confesiones y dejar claro sus propósitos ante esta nueva aventura profesional que ha decidido emprender. Bozzo quiere romper con la imagen que el público tiene de ella después de protagonizar numerosas polémicas en América que le llevaron incluso a sentarse ante los tribunales.

“Reto a todos los periodistas a que me saquen una sola condena”, declara la comunicadora, que considera que todos los conflictos judiciales en los que se ha visto envuelta son fruto de las acciones que ha llevado a cabo en los programas que ha presentado. “Cuando tú tienes una forma de hablar como la que tengo yo, que le quita muchas veces la ignorancia a la gente más humilde, que habla de frente, que lucha, y saca cosas que no debe sacar, pues obviamente tienes que pagar las consecuencias”, opina convencida de que “no hay justicia”, sino “un poder político en nuestros países manejando la justicia como le da la gana”.

Laura Bozzo cruza el charco para concursar en el formato de Zeppelin TV años después de consolidarse como una de las principales estrellas de la televisión latinoamericana, especialmente durante los 90. Su programa más conocido fue Laura en América, un espacio de testimonios en el que personas desfavorecidas (y otras muy polémicas) contaban sus historias frente a las cámaras, protagonizando momentos escandalosos que daban la vuelta al planeta.

En España, Bozzo consiguió una gran fama gracias a Crónicas Marcianas, donde Xavier Sardá y Boris Izaguirre comentaban algunos de sus vídeos más sonados. Tanto fue así que en 2007, tal y como recogimos entoncesTelecinco negoció con la peruana para que se pusiera al frente de un espacio similar al que conducía en su país. Sin embargo, el proyecto no salió adelante.

Con los años, tras protagonizar varias polémicas que a continuación recopilaremos, Bozzo volvió a la primera línea televisiva como concursante de La casa de los famosos, versión mexicana de este GH VIP en el que también participará. “Mi punto débil es que no soporto la discriminación, el maltrato, el machismo... Si yo veo que alguien en la casa está humillando a otra persona, me pongo encima y lo hago puré”.

¿Cómo surgió esta oportunidad de venirte a España para concursar en GH VIP?

No pensaba hacerlo en un principio, no era mi idea. Yo estaba haciendo mi programa, tenía otras cosas que había evaluado, pero pensando y analizando la situación dije: “A ver, Laura Bozzo, ¿qué más puedes lograr en América? Eres la reina del talk show, el rating es impresionante, tienes todos los premios ganados... ¿Por qué no España?”. Yo siempre he tenido esa espinita. En 2007 estuve a punto de quedarme acá, pero al final terminé en México. Pero yo siempre decía que en algún momento de mi carrera quiero estar en España. Mis cuatro abuelos eran italianos y para mí Europa es un pendiente a conquistar. Entonces decidí abrirme a este reto, porque es un reto, ya que no hay mucho público que me conozca a mí, conocen el “desgraciado”, todo eso, pero nadie conoce ni mi labor social, ni las cosas que hemos hecho, ni los cambios que hemos hecho en la vida de tantas miles de personas.

Estos días, al conocerse tu participación en GH VIP, te has defendido en redes ante todo lo que se ha publicado sobre ti...

Se habla de que si Laura fue denunciada, que si fue arrestada... Yo reto a todos los periodistas a que me saquen una sola condena, porque en Perú me absolvieron. Es más, anularon mi juicio. En México me pidieron perdón, el mismo juez que había dictado una orden. Lo que aprendí en estos años es que yo, como doctora en Derecho y Ciencias Políticas, puedo decir y afirmar: No hay justicia, lo que hay es el poder político en nuestros países manejando la justicia como quiere, como le da la gana. A mí, ni me dieron orden de captura y sin embargo yo me quise quedar en Perú. Todo porque saqué a la hija no reconocida de un presidente, Alejandro Toledo, que hoy está preso. Lo que quiero decir es que cuando tú tienes una forma de hablar como la que tengo yo, que le quita muchas veces la ignorancia a la gente más humilde, que habla de frente, que lucha, y saca cosas que no debe sacar, pues obviamente tienes que pagar las consecuencias. Si yo no hubiese sacado a Zaraí sería multimillonaria en este momento.

¿Crees que todo eso que se ha publicado puede perjudicar la imagen que tus compañeros y el público desde casa tiene sobre ti?

Hay una cosa que aprendí en 30 años, en los que he tenido los programas más exitosos de la historia de la televisión latina: al público no se le miente. El público capta con tu lenguaje corporal absolutamente todo de ti. Si alguno me ve por el morbo, ahí me va a conocer. Entonces no le tengo miedo a eso, no temo la desventaja de que acá no soy conocida, porque mucha gente no sabrá quién soy yo. Pero yo voy a enganchar desde el primer día con el público joven, que tengo billones de visitas en el mundo entero. No me preocupa.

Aquí también te conoce mucha gente...

Acá también sí. ¿Qué no hice en Crónicas Marcianas, por el amor de Dios? ¿Qué no hice? Qué recuerdos...

¿Esperas entonces que este programa, en el que se te ve las 24 horas del día, enseñe a la gente quién es la auténtica Laura Bozzo?

Más que eso, yo lo que quiero con este programa, y por eso también acepté, es demostrar que las mujeres a cualquier edad podemos cumplir nuestros sueños. No es que tengas que estar encerrada, y solo son los hombres los que salen con las niñas, no. Y yo lo que quiero es hacer un homenaje con mi participación a María Jiménez y a María Teresa... [emocionada, hace una pausa para coger aire] Campos, porque de verdad fueron pioneras de alguna manera. Sufrieron muchas cosas y yo estoy segura de que María Teresa hubiera podido seguir trabajando. Yo me muero si dejo de trabajar, siento que entro en una depresión absoluta. Amo mi trabajo y con esto quiero demostrarle al mundo que las mujeres, repito, lo que queramos lo conseguimos.

Al venir de fuera, tal vez cuentas con la desventaja de no conocer a ninguno de tus compañeros. ¿Te preocupa o te da igual?

A mí me da igual, yo vibro con la energía de la gente desde que la veo. Yo te veo y ya sé si me caes bien o no. La mala energía la elimino de mi vida, simplemente. Aquí tengo que convivir también con la mala, pero cada uno en su espacio. No se trata de que tengo que estar pegada con nadie, ni voy a hacer grupitos, ni pienso hacer estrategias o juegos sucios, porque al final a veces perdiendo se gana. La vida me lo ha demostrado: perdiendo se gana.

Vas a aportar diversidad a la casa, ¿te parece importante que se muestren en televisión diferentes culturas y a gente de diferentes nacionalidades?

Yo creo que ya el mundo está en un nivel en el que eso de las nacionalidades está pasado. Eso de las fronteras... Para mí no existen. Yo estoy en Chile, en Argentina, México, en todos lados, y me siento de todos los lugares. Estoy en España y me siento española. Estoy en Italia y me siento italiana, aunque también toda mi sangre es italiana y por eso estoy media loca, porque los italianos son medio loquitos. Nunca me he sentido extranjera. Bueno, en Francia un poco más.

Participaste en La casa de los famosos en México. ¿Cuáles son tus puntos fuertes y débiles a la hora de estar encerrada?

Yo no sé nada, porque tengo un problema. Yo no entro ni con estrategias, ni siquiera pienso en ganar, lo juro por mis hijas. Yo lo que quiero es ser yo, que la gente sepa mi lado bueno, mi lado malo, mi lado horroroso... Tengo muchos defectos: aparento ser muy fuerte, pero ya estoy a punto de llorar porque extraño a mis hijas. Quiero que me conozcan y sepan que uno puede tener depresión y puede tener ansiedad. Yo quiero hacer una lucha muy fuerte, como he hecho en América, por la salud mental. Porque en América ahora ya mejoró, pero mucha gente piensa que ir al psicólogo o psiquiatra es algo tremendo. Acá creo que ha mejorado bastante más. Pero yo creo que es bueno, he tenido 10 años de psicoanálisis permanentemente por mi programa y las cosas horrendas que me han tocado ver. Yo me cuido, porque si no lo hago yo, ¿quién? Entonces, voy a dar recetas de cómo volver a empezar. Yo salí de un cáncer, he salido de arrestos, he salido de septicemias, he estado 15 segundos muerta y podría seguir así horas y horas contando todo lo que me ha pasado. Y aquí estoy en España empezando de nuevo.

¿Y tu punto débil y fuerte de cara a la propia convivencia?

Mi punto débil es que no soporto la discriminación, el maltrato, el machismo... Si yo veo que alguien en la casa está humillando a otra persona, me pongo encima y lo hago puré. A mí que me ataquen, que me digan “momia”, “vieja”, lo que sea, no me interesa. Pero si yo veo que alguien está ofendiendo a otra persona o la está haciendo sentir mal, yo me pongo como una fiera a defenderla. Bueno, soy abogada. Mi madre me decía que soy la defensora de las causas perdidas, pero bueno. Ese es mi punto débil y fuerte, porque al yo salir me perjudico en beneficio de los demás. Yo nunca me victimizo, porque hay mucha gente que para ganar el premio empieza con el drama. No, yo no.

¿Qué es lo que vas a llevar peor?

No estar con mi familia, con mis hijas. Especialmente con mi hija Alejandra, la menor, que es soltera y está muy pegada a mí. Para mí despedirme de ella ha sido... Y de mi nieto, de mi hija mayor... Eso para mí es lo que me puede matar. Si algo amo en esta vida son mis hijas, mi nieto y mi familia. He dedicado mi vida a ellos y me siento orgullosa de decir que a pesar de toda la fama y el glamour que tenía su madre, nunca nadie ha visto a ninguna de mis hijas en un escándalo, un problema, absolutamente nada. Cuando uno cría a sus hijos con valores es lo que uno va a recibir.

¿Tienes alguna manía del día a día?

No me gusta la suciedad. Pero maniática no soy.

¿Y qué habilidades tienes? ¿Se te da bien cocinar?

[Suelta una carcajada] Si cocino yo, se mueren todos. Voy a tener la habilidad de contar historias, de armar shows, de hacer mi programa con todos los participantes, de divertirnos.

Tienes una forma de hablar muy directa. ¿Intentarás contenerte durante tu paso por GH VIP o vas a seguir siendo igual?

Yo voy a ser siempre exactamente igual, pero voy a intentar mandar mensajes. A mí hay un tema que me preocupa, no solo en América, sino también en España, que es el incremento brutal que hay en adolescentes. Es una cosa de terror. Yo soy divertida y suelo mandar muchos mensajes divertidos pero dirigidos a la gente joven. También de mi experiencia haciendo mis programas, me dirijo a los padres, que mucha responsabilidad de lo que pasa en el mundo la tienen los padres. Yo estoy a favor de los jóvenes y siempre voy a estar. Hay muchos valores que se han perdido de una manera horrorosa. Todo es comprar, tener, el poder económico. Y yo digo: ¿Cuándo te mueres que te llevas? Tus buenas acciones y tus obras.

¿Eres de las que prefiere nominar a la cara o en secreto en el confesionario?

Yo a la cara, no tengo problema. ¿Qué secretos? ¿Qué es esa pendejada? No va conmigo. A la jefa [el súper] la voy a volver loca seguro, porque voy a hablar con ella a cada rato.

¿Por qué crees que conectas tanto con ese público joven?

Porque mi mente está programada para los 30 años y ser eternamente joven. Yo me siento eternamente joven. Nunca he sentido el paso de la edad, ahora sí un poco porque me caí y de hacer tanto spinning me fastidié la rodilla. Pero yo nunca me he sentido mayor. Actúo como si fuese una joven. Yo siempre he tenido, como decía mi madre, el síndrome de Peter Pan, soy eternamente niña. Puedo verme arrugas, pero me siento joven y no empatizo mucho con la gente mayor. Tengo energía, salto, corro, llevo dos días sin dormir y aquí estoy.

¿Quién te va a defender en plató?

Mi hija Alejandra. Será su debut, pero no va a venir siempre, vendrá ocasionalmente porque vive en Miami. Yo, como le decía a la producción, me defiendo sola, no necesito defensa. Yo estoy para defender a todos los que están allá dentro.

¿Vienes a por todas y dispuesta a llegar hasta la final? ¿La palabra 'abandono' no está en tu cabeza?

Jamás. Soy un ser humano y doy gracias a Dios, a mi familia y a cómo me educó, que tiene toda su sangre de migrantes y los migrantes somos de los que no paramos jamás. Me encanta volver a empezar y eso es lo que yo quiero transmitir a la gente, a la gente mayor y de cualquier edad: se puede volver a empezar de cero. Es lo que quiero hacer allá.

¿Esperas que tu participación en GH VIP te abra las puertas de seguir trabajando en España con tu propio programa?

¿Por qué no? El cielo es el límite y vale la pena soñar. A mí me gusta soñar. ¿Quién sabe? Lo que Dios quiera. Acá tengo a mi virgen de Guadalupe, siempre la llevo y soy una persona que siempre digo que lo que Dios quiera.

¿Tienes alguna línea roja en este programa, un 'por aquí no paso'? ¿Dónde está tu límite?

Yo no tengo límites, el que me permita mi cuerpo. Pero límites no tengo.