María Peláe: “En 'Tu cara me suena' no estás para lucir tu voz, sino para meterte en la piel de otro”

“Aquí se habla de lo gay, pero hablemos también de lo lésbico, por favor”. María Peláe actuó en la última gala de Tu cara me suena junto a Alba Reig, integrante del grupo Sweet California, transformadas en Becky G y Anitta para interpretar su tema Banana. Tras conocer las valoraciones, lanzó este alegato a favor de la visibilidad lésbica que fue aplaudido tanto en el plató como en redes sociales, donde no tardó en viralizarse.

“Me salió en el momento”, reconoce la cantante a verTele una semana después, “vi necesario que la broma no se fuera de madre. Para mí era una ironía ir con mi pareja a hacer una canción encima de una banana, pero si no lo especificaba, lo mismo fuera no se entendía”. La malagueña, que arrancó la edición siendo uno de los rostros menos conocidos a nivel televisivo, se ha convertido en toda una revelación. Siendo el flamenco su estilo, ya en la primera gala sorprendió con su imitación -clavada- de Nathy Peluso.

A partir de ahí se ha metido en la piel de artistas como Pastora Soler, Gloria Trevi, Miley Cyrus y Camilo. Este viernes transportará el plató del concurso a Eurovisión, ya que su reto es encarnar a la última representante francesa del certamen Barbara Pravi, con su canción Voilà. Inmersa en la recta final del programa, reconoce que no se ha “planteado” ganar. “Incluso desde el equipo nos dicen que está siendo de los pocos años en los que pasamos de las puntuaciones”, comparte sobre el ambiente “nada competitivo” que se ha generado entre sus compañeros.

¿Qué te llevó a querer embarcarte en la aventura de 'Tu cara me suena'?

Al final sí que ha sido una aventura bastante heavy [ríe]. Era un programa que había seguido y me gustaba bastante. Sobre todo porque tiene muchas vertientes dentro del show. No es sólo cantar, es imitar, actuar, meterte en la piel de otra persona. Me llamaba mucho la atención y cuando me dieron la oportunidad de ir me puse loca de contenta, aunque sabía que iba a ser un reto. Me he visto en cosas que jamás pensé que me iba a ver, empezando por cantar en inglés.

En inglés, esta semana en francés, lo siguiente va a ser…

Ya ruso. Si me toca, vamos al lío. Gracias a este programa he perdido muchos miedos en cuanto a cosas que no sabía si iba a ser capaz de hacer. Pero como dicen los flamencos, le hemos 'echado papas' y las hemos ido sacando poquito a poco. Con mucho trabajo, pero se disfruta muchísimo.

¿Qué balance haces de tu paso por el formato desde tu imitación de Nathy Peluso en la primera gala?

Parece que fue ayer pero han pasado seis meses desde que empezamos a grabar. Ya estamos con el modo pena, con la lagrimita de decir “madre mía, hemos hecho familia”. Si hay un balance que puedo hacer de mi paso por TCMS es haber trabajado hasta el punto que no sé cómo Alba me ha aguantado. ¡Vaya semanitas le he dado! La semana de Madonna me pilló dando conciertos y ahí, vestida de flamenca, ensayaba Express yourself tirada en el suelo. Ha sido una locura y a una maravilla ver como un equipazo tan grande puede crear un espectáculo tan bonito.

Carlos Latre habló en una gala del "síndrome del cantante", como la dificultad que teníais los concursantes cantantes por querer "cantar bien" más allá de clavar la imitación. ¿Es algo que tú hayas sentido?

Hay muchos síndromes a la vez. Que haya compañeros que sean un 10 en cosas en las que yo no, y todos entremos dentro de las mismas puntuaciones, los genera. Ha habido actuaciones de humoristas en las que quizás la voz no estaba al 100%, pero el resto sí. ¿Qué se valora más? El jurado lo tiene muy chungo a la hora de votar porque pone la misma vara de medir en personas que hacen cosas muy diferentes.

Partiendo de esa base, los cantantes también tenemos que tener un punto de humor. Estás en un programa que no es para lucir tu voz, sino meterte en la piel de otra persona. Todos hemos ido a jugar. La 'putada' en ese sentido es que a los cantantes nos tienen cogida la voz por nuestras carreras.

Personalmente, me ha divertido porque siempre me ha encantado imitar. Tengo un vídeo con cinco añitos imitando a Juan Luis Guerra, con la mano en la oreja, cantando Ojalá que llueva café en el campo. Convertirme en otros artistas me ha dado para jugar e incluso para descubrir registros de mi voz que no sabía que tenía.

Fui muy poquito hace tiempo a unas clases de canto porque me quedaba mucho afónica pero poco más. No tengo una preparación vocal como para conocer todos mis registros y gracias a hacer diferentes artistas los he descubierto y voy a poder usar en mi trabajo normal. Me ha venido bien. Investigas cosas que tú no investigarías con tus formas de cantar.

El jurado lo tiene muy chungo a la hora de votar porque pone la misma vara de medir en personas que hacen cosas muy diferentes

Eras de las caras menos "conocidas" de la edición a nivel televisivo, en cuanto a no haber participado en otros formatos previos de esta exposición, ¿piensas que esto ha jugado a tu favor o a la contra?

Uno de mis “miedos” es que era consciente de que era de las menos conocidas. De hecho, cuando me dijeron quienes eran el resto de compañeros estaba como una fan más. ¡Dios mío con Los Morancos! ¡Loles! Pero sí veo que me ha venido bien en el sentido llegar a más público.

Evidentemente, cuanta más gente te escuche, a más vas a gustar, o a menos. Tú te lanzas a los leones a ver qué es lo que ocurre. Es verdad que siendo a través de este programa era cuestión de demostrar las cosas que puedes hacer desde la mayor humildad del mundo. Cuando te tocan artistas muy grandes, solo se puede afrontar desde ahí e intentar hacerlo lo mejor que se pueda. Y este programa también te lo permite. Todo lo que sea visibilizar y que la gente te conozca, bendito sea.

Mencionabas antes a Alba, con quien te vimos actuar la semana pasada por Becky G y Anitta. Al final de la gala lanzaste un alegato a favor de la visibilidad lésbica, ¿surgió en el momento o lo tenías preparado?

Me salió. Realmente no soy mucho de hablar en esos momentos porque no me sale. Me lo paso pipa con los compañeros. No intervengo mucho porque no me puedo parar de reír. Y también entiendo que es un espacio en el que los humoristas lo dan todo. ¿Cómo me voy a perder ese show?

Pero es cierto que desde que terminé la actuación lo tenía en el estómago, como cuando se te queda algo en la lengua que le quieres decir a una amiga y lo quieres soltar. Cuando estás grabando no sabes cómo se van a entender las cosas fuera, aunque lo hagas con el mejor cariño del mundo. Por ello, creí necesario aclarar ciertas cosas.

Para mí evidentemente era una ironía ir con mi pareja a hacer una canción encima de una banana. Dentro del humor me presto al “ja, ja” las dos bolleras encima de una banana. Me parecía divertido. Pero claro, si no especificaba y comentaba eso, lo mismo no se entendía. Vi muy necesario que la broma no se fuera de madre sin que se especificara que nosotras éramos lo que éramos, somos los que somos; pareja, y que quedara bien claro que por nuestra parte había más de visibilidad que de bromita. Me pareció bien decirlo para que fuera no se malinterpretaran ciertas cosas.

Nia habló de salud mental y de trastornos alimenticios, en tu caso fue un alegato LGTBI ¿piensas que 'Tu cara me suena' es también un buen altavoz para lanzar mensajes a nivel social?

Sí. Estamos dando los premios a asociaciones que no solo merecen y necesitan ese dinero; sino también visibilidad y saber que existen. Que utilices el altavoz que tienes para hacer lo que hizo Nia me parece lo más maravilloso. Porque llegas al salón de una casa en el que no sabes lo que está pasando. Si con ese pequeño detalle puedes ayudar a alguien, bendito sea.

En tu visita a El Hormiguero confesaste que eres muy fan de Chenoa, algo que en ese momento solo sabía Nia. ¿Hubo reacción por parte de ella? ¿Le has pedido ya el autógrafo?

Fue muy divertido porque Chenoa se enteró ahí. La semana siguiente grabamos la gala en la que yo imité a Gloria Trevi, así que imagínate el surrealismo de estar yo así vestida y Chenoa venir a decirme que se había enterado de que de pequeña era Chenoísta.

A nivel artístico la admiraba, pero no la conocía y es maravillosa. Ha sido un descubrimiento a nivel personal. Y Lolita, que me daba mucho respeto por lo que para mí suponía estar delante de la hija de Lola Flores. Que me haya acogido con ese cariño, buenos consejos y de manera familiar, significa mucho.

Compositora de dos temas que pudieron representar a España en Eurovisión, Arde y Nadie se salva, ¿probaste suerte en el Benidorm Fest?

No. Estaba encima de la mesa hacer alguna canción o algo, pero no creo que sea el momento. No lo intentamos. Es algo a lo que tengo mucho respeto. Al mismo tiempo que te digo que para Tu cara me suena estaba con muchas ganas, Eurovisión es algo que se te escapa más de las manos. Puedes hacer algo con muchísimo cariño y muy bien medido pero evidentemente no le puedes gustar a todo el mundo. Y no sé si ahora mismo en mi situación lo llevaría muy bien. Fue el motivo por el que dije vamos a seguir adelante poquito a poco que ya bastantes tilas me tomo al día. Vamos a dejarlo ahí.

La polémica que se ha formado, ¿te ha llevado a reafirmarte en tu postura o ha hecho que te dé más respeto de cara a futuro?

La polémica de después se alargó demasiado. También nos gusta comentar y todo el mundo quiere su momento de protagonismo a la hora de hablar; cuando no es más que gente haciendo arte y todo el mundo lo hizo muy bien. Manchar un momento tan bonito de arte con comentarios de tanta gente no fue lo más idóneo. No sé si reafirmo mi postura del principio porque me parece valiente cada persona que se presenta a una cosa de estas, pero sí puedo entender a nivel psicológico lo que puede ser.

Si las redes sociales no existieran y solo estuviera lo físico, imagina que fueras andando por la calle y cada uno, sin educación alguna, te soltara lo que le diera la gana. Eso es lo que vive mucha gente día a día porque es algo a lo que estás expuesto, pero eso no excusa la mala educación. Me indignan mucho estas cosas, pero mientas entre nosotros nos apoyemos… Quiero seguir pensando que hay un porcentaje grande de gente que es buena. Por eso digo que se alargó más de la cuenta. Incluso alguna gente que lo hacía para bien, lo suyo era ya cortar.

Manchar un momento tan bonito de arte con comentarios de tanta gente no fue lo más idóneo

Volviendo a 'Tu cara me suena', ¿cómo encaras la recta final? ¿Te ves de ganadora?

Es algo que no me he planteado, igual que no hemos ido contando las puntuaciones. Ha sido algo muy gracioso, porque incluso el equipo del programa nos ha dicho que está siendo de los pocos años en los que pasamos de las puntuaciones. Nos importan las valoraciones pero no las puntuaciones.

Somos conscientes de que cada uno es muy diferente y que también depende mucho del artista que te toque cada semana, del tipo de show, lo vistoso que sea, de cómo se vive de manera muy diferente de plató a las casas. Sabemos que tiene tantos condicionantes que precisamente por eso no nos hemos fijado en los puntos que tenemos cada uno. Así que imagínate si yo me he planteado o no el ganar. En su momento, no me creía ni que fuera a ir al programa… Ahora, si gano, lo voy a celebrar muchísimo. Que no, también. Eso es así.

¿Hay algún artista al que te hubiera gustado imitar y que se vaya a quedar en el tintero?

Hay una cosa en el tintero pero no la puedo decir [ríe]. No me dejan todavía.