Paul y Ruslana completaron el pasado lunes el podio de OT 2023, cuyo cajón más alto lo ocupó Naiara, que resultó la ganadora indiscutible de la edición por un aplastante resultado. Juanjo, Lucas y Martin fueron cuarto, quinto y sexto, quedándose a un solo paso de la votación final en la que la aragonesa acabó llevándose el gato (y el premio de 100.000 euros) al agua.
El granadino y la tinerfeña se han mostrado como dos versos libres dentro de la exitosa edición del talent musical, por la capacidad creativa del primero ante los temas que le iban dando y tras la rebeldía que la segunda ha tenido ante las canciones que le asignaban o las decisiones que tomaba el jurado. “No he podido pensar en las cámaras ni controlar lo que decía o hacía. Al principio sientes un poco de presión porque sabes que te están grabando todo el día, pero nunca me puse barreras de no hacer eso o lo otro. De lo más orgullosa que estoy de haberme mostrado natural”, cuenta Ruslana en palabras a verTele.
La benjamina de la edición junto a Martin protagonizó varias polémicas en el tramo final de la edición, con aquella semana en la que manifestó su desacuerdo con cantar el hit Miamor de Aitana como culmen de su desesperación dentro de la Academia: “Es fácil después de interpretar canciones a las que tú te tienes que adaptar por la interpretación, perder un poco tu esencia. Al final, cuando haces tu música haces lo que sale de ti. Es verdad que en un momento se me atravesó eso... y aunque no me perdí a mí misma, era un poco esto. Pero no siento que se me haya encasillado de nada”, ha querido dejar claro.
Por su parte, Paul desvela sus planes futuros como artista y reflexiona sobre sus complicadas primeras semanas de convivencia, cuando manifestó no sentirse integrado en el grupo: “Al final entras en una casa con gente que no conoces y a mí me costó más. Soy una persona que necesita sus espacios, estar solo... y cuando somos tanta gente es complicado. Me costó un poquito más integrarme, pero es algo normal”, sentencia.
Ruslana, se te ha visto como la concursante más “rebelde” de OT 2023. ¿Qué balance haces de tu paso por el programa?
Ruslana: No he podido pensar en las cámaras ni controlar lo que decía o hacía. Al principio sientes un poco de presión porque sabes que te están grabando todo el día, pero nunca me puse barreras de no hacer eso o lo otro. De lo más orgullosa que estoy de haberme mostrado natural. Todos tenemos partes buenas y malas. He estado feliz, he llorado... han sido muchas emociones y estoy muy orgullosa de haber sido yo en todo momento. No me arrepiento de nada.
¿Os ha ayudado OT a mostrar el tipo de artista que queréis ser fuera de la Academia? Ruslana, por ejemplo, ¿sientes que se te estaba intentando encasillar?
Ruslana: Aquí hacemos de todo y hay canciones que se te atraviesan más por un lado que por otro. Pero no, no siento que se me haya encasillado. Al final todo lo he llevado a mi personalidad. Estoy eternamente agradecida por haber probado cosas y haber estado en ámbitos diferentes aunque al final yo no vaya a ser eso. O sí, ¿quién sabe? [Risas].
Es fácil perder un poco tu esencia después de interpretar canciones a las que tú te tienes que adaptar por la interpretación
En aquel momento, le dijiste a Abril Zamora que, después de tres semanas de retos en OT, que culminaron con aquel 'Miamor' de Aitana, habías “perdido tu alma” como artista. ¿Cuál crees que es tu alma?
Ruslana: Siento que soy un alma más libre, un poco rockera, si se puede decir... Es fácil después de interpretar canciones a las que tú te tienes que adaptar por la interpretación, perder un poco tu esencia. Al final, cuando haces tu música haces lo que sale de ti. Es verdad que en un momento se me atravesó eso... y aunque no me perdí a mí misma, era un poco esto. Pero no siento que se me haya encasillado de nada.
Paul, al comienzo de la edición manifestaste que te costaba conectar con tus compañeros. ¿Cómo lo viviste?
Paul: Al final entras en una casa con gente que no conoces y a mí me costó más. Soy una persona que necesita sus espacios, estar solo... y cuando somos tanta gente es complicado. Me costó un poquito más integrarme, pero es algo normal. ¿Que me hubiese gustado pasar más tiempo en grupo cuando estábamos todos juntos? Sí, pero ya llegarán momentos para estar los 16 juntos con la gira y todo lo que se viene. No siento que ahora esté apartado y les tengo muchísimo cariño a todos. Desde Suzete hasta los que hemos llegado al último día. Somos una familia.
Ruslana: Sí, es complicado llegar y vivir con 15 personas.
En las últimas semanas, se os veía más agobiados, irascibles entre vosotros, comiendo incluso por separado. ¿Sentisteis en algún momento que el encierro os estaba superando?
Ruslana: Es duro y la última semana es dura. Se te hace todo un poco bola, pero no se trataba de nada personal ni de mal rollo. Simplemente cada uno veía que ya estaba llegando el final de su camino y eran muchas emociones que gestionar en un espacio cerrado donde no tienes escapatoria.
¿Qué os gustaría hacer ahora? ¿Tenéis claro cómo queréis enfocar el inicio de vuestras carreras?
Paul: Sé que lo que quiero contar son historias como mi música. Quiero centrarme en crear con un paso tranquilo y centrándome en lo importante, que son las canciones, que es una cosa que siempre nos dice Manu Guix. Hay que centrarse en lo que uno busca, en su verdad.
Ruslana: Hay un mundo ahí fuera por descubrir, tengo 18 años y me queda una vida muy larga y llena de cosas. A corto plazo no sé lo que puede pasar. He tenido la primera toma de contacto con la composición y es algo que está por explorar. Por ver cómo puedo plasmar en un papel lo que yo soy. Y quiero eso, que sea lo que soy, pero con un punto de rebeldía, tal... [Risas].
Quiero ir poco a poco e ir preguntando a amigos y familiares antes de ver todo lo que se ha dicho de mí
Paul, Tinet Rubira dijo en 2020 que Bad Gyal no tenía un repertorio indicado para un talent y este año tú has podido hacer Fiebre. ¿Qué opinas?
Paul: La música evoluciona. Todos llegamos a hacer 'clic' en un momento. Hace años, cuando tenía 14 años, tampoco entendía la música urbana. Decía 'yo no escucho reguetón'. Y no fue hasta que me llegó de casualidad para cogerle este cariño. Es comprensible que no siempre se entienda porque lleva relativamente poco en las calles.
¿Os dan miedo las redes y leer lo que se dice de vosotros?
Ruslana: Miedo no, sí vértigo. Quiero ir poco a poco e ir preguntando a amigos y familiares más que ver todo lo que se ha dicho de mí.
Paul: Tenemos curiosidad por saber lo que se dice, pero a la vez vértigo. Queremos llevarlo con terapia y tranquilidad.