Jane The Virgin 4x16: Cruzar la meta
Se acerca la season finale de la cuarta temporada de Jane The Virgin y se nota. La intensidad de los acontecimientos va in crescendo. Esta semana nos ha quedado claro que el objetivo inmediato de personajes y espectadores debe ser cruzar la meta.
¡¡CUIDADO SPOILERS!!
Una amiga con C
Comencemos por Xiomara, que se ha convertido en la gran protagonista de los últimos capítulos y no solo porque su personaje esté viviendo uno de los momentos más delicados que recordamos en esta serie, sino, sobre todo, por el gran trabajo que está desarrollando Andrea Navedo.
Al margen de una excelente caracterización, la actriz consigue transmitirnos con cada gesto, con cada mirada, con cada movimiento todo cuando siente y piensa Xiomara. Hemos visto sus ganas de luchar, su esperanza en llegar a la meta (aunque sólo sea alcanzar un banco), su esfuerzo por hacer frente a la situación con una sonrisa, su generosidad al querer que los demás estén bien, pero también hemos sido testigos de su creciente fragilidad, de su dolor, de sus miedos.
Quienes hemos tenido amigas con C sabemos que es un camino muy largo, muy duro, muy complicado, que a veces se hace muy cuesta arriba, pero que hay que recorrerlo con la mayor fuerza posible y que los que estamos al lado solo podemos hacer lo que hace Rogelio: dar ánimos y transmitir todo el optimismo y la energía positiva que seamos capaces. Esa es nuestra función.
Por eso ha sido esta semana tan importante que Xiomara haya conocido a Donna, una amiga con C, que se convierte en la perfecta confidente porque sabe mejor que nadie lo que está sintiendo porque está pasando por lo mismo. Ha sido bueno para Xiomara tener alguien con quien desahogarse, pero también ha sido un golpe muy duro darse de bruces con la realidad. Con esa realidad que te enseña que, a veces, por mucho que luches, por mucho que lo intentes, no es suficiente. Es la primera vez que esa sombra se cierne sobre la familia Villanueva, pero confiemos, esperemos, que solo sea una nube pasajera y muy pronto veamos cómo Xiomara cruza la meta.
Lo dije, lo digo y lo diré: Xiomara, ánimo, todo va a salir bien.
Todo por un sueño
Al lado de la situación de Xiomara, todo lo demás parece carecer de importancia, pero esto es (o era) una comedia así que vayamos con la parte bonita de esta historia, o sea, nuestra pareja protagonista, o sea, el TeamJafael, o sea, Jane y Rafael, que están lanzadísimos con su proyecto de vida en común. Se quieren ir a vivir juntos ya y Jane hasta es capaz de visualizar cómo será su vida de familia en ese apartamento tan mono de un dormitorio.
Sin embargo, a los señores guionistas les gusta amargarnos hasta los buenos momentos y se han propuesto ponérselo difícil. ¡Cómo si no hubiera sido suficientemente complicado llegar hasta aquí! En fin, que ellos quieren ese apartamento, pero tienen un ligero problema de dinero. Vamos, lo que les pasa a un alto porcentaje de parejas cuando quieren irse a vivir juntos. Que el amor es muy bonito, pero no paga las facturas. Y menos si tu hijo rompe por accidente un reloj de 4.000 dólares. Por cierto, ¿de qué era? ¿De oro macizo? Y eso que era un mercadillo. Por favor, Mateo, ni se te ocurra entrar en Tiffany’s.
Ahora bien, lo importante de este capítulo no han sido los problemas financieros de Jane y Rafael ni los desacuerdos de Alba y “su amigo” sobre cómo educar a Mateo. No. Lo importante es que ¡¡¡nos han cambiado a Rafael Solano!!!! En serio, nos han dado el cambiazo y no nos hemos enterado.
Justin Baldoni, por favor, ¿nos puedes explicar qué le ha pasado a tu personaje? Hace ya un tiempo que dejó atrás el calificativo que le di de galán descafeinado, pero es que ahora es el perfecto héroe de la historia. ¿O acaso cómo describiríais a alguien capaz de renunciar al sueño de toda su vida para ayudar a la mujer que quiere a conseguir el suyo? Es más, que levante la mano la que no se emocionó cuando le dijo a Jane eso de que su sueño no es tener un gran hotel, sino un apartamento con ella. Es la meta que quiere cruzar y la verdad es que lleva un buen ritmo de carrera y seguro que pronto lo consigue.
Una nueva telenovelera
Vayamos con Rogelio. Esta semana, además de cuidar de Xiomara, ha tenido que sudar la camiseta en un particular carrera. Conseguir que la versión USA de Las pasiones de Santos sea precisamente eso, la adaptación de una telenovela, y no ese no-se-sabe-muy-bien-qué que pretende hacer la diabólica diva.
Empecemos por el principio. Resulta que River Fields no ha visto nunca una telenovela, pero quiere adaptar una a la televisión estadounidense. ¿Alguien lo entiende? No, ¿verdad? Pues yo tampoco. ¿Cómo puedes trabajar en base a algo si no sabes de qué va o cómo funciona ese algo? Para que luego digan que los norteamericanos son unos grandes profesionales de la televisión. Pues a nosotros nos ha tocado justo la que no tiene ni idea del medio
En serio, cómo alguien puede pretender versionar una telenovela rompiendo las dos reglas fundamentales del género (romanticismo y dramatismo) y dejando a un lado cuestiones claves como las criadas – madres o los protagonistas con amnesia (o algún tipo de discapacidad pasajera). River Fields, hazme caso, escucha a Rogelio, que sabe de lo que habla. Eso sí, Rogelio, he de reconocer que a mí nunca se me hubiera ocurrido calificarlas como “pornografía de emociones”. No sé yo lo que dirán los más puristas sobre esa definición.
Menos mal que ahí estaba Xiomara, toda una telenovelera de pro, para ilustrar a River Fields, que, después de un ver un par de capítulos, acompañados por unos brownies un tanto especiales, vio la luz y descubrió que las telenovelas “lo tienen todo, te sorprenden, te conmueven”. Hemos sido testigos privilegiados de la captación de una nueva adepta a la causa. ¿Os imagináis a Brooke Shields colaborando en una telenovela?
Por cierto, Jaime Camil, para que conste. Tú ni has hecho demasiadas concesiones, ni has perdido la esencia del show, ni has decepcionado a tus fans. De hecho has conseguido algo que parecía muy complicado. Que los telenoveleros de toda la vida, los que no han visto una telenovela en toda su vida y los que no las soportan coincidan en reconocer que el personaje de Rogelio de la Vega es fundamental en el éxito de Jane The Virgin. Es más, creo que ya lo dije en alguna ocasión, pero lo repito, ahora que parece que se acerca el momento de decirle adiós a esta serie no estaría de más que The CW se planteara un posible spin off de este personaje. Ahí lo dejo.
Y para terminar voy a hacer una versión libre del “clásico final de suspense de los viernes” diciendo solo un par de cosas más.
Una, de verdad que siento ser malpensada, pero empiezo a desconfiar (otra vez) de Petra. Es cierto que a Magda no hay que creerle ni media palabra, pero, no sé, aquí hay algo que no me gusta. Espero equivocarme.
Dos, la semana que viene es la season finale y ya sabemos que a los guionistas de Jane The Virgin les gusta despedirse dándonos un disgusto. Recordemos que ya hemos pasado por un secuestro y un intento de asesinato y que en ambos acontecimientos estaba implicada Sin Rostro, quien, curiosamente, ha reaparecido en este capítulo. Por si acaso, yo ya me voy a ir preparando para lo que pueda pasar la próxima semana porque, a estas alturas, yo ya no creo en las casualidades. ¿Y vosotros?
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