Jane The Virgin 4x07 Review: Cuestión de tiempo
Los fieles espectadores de Jane The Virgin sabemos que en esta serie no podemos dar nada por sentado. Estamos ya curados de imprevistos y sobresaltos, pero, a veces, algunas sorpresas son menos sorprendentes porque sucede aquello que todos esperábamos que sucediera. Y esta semana hemos tenido un buen ejemplo. Lo que ha pasado en este capítulo era sólo cuestión de tiempo que pasara. ¿Lo vemos?
¡¡CUIDADO SPOILERS!!
Una huida hacia adelante
Comencemos por las mujeres Villanueva. Son tan diferentes que cuesta creer que sean de la misma familia, pero hay ocasiones en las que el parentesco pesa. Y esta semana lo hemos comprobado. Las tres generaciones Villanueva se han visto en la misma tesitura. Con matices.
Comencemos por la tesitura. Todas ellas han sentido la necesidad de salir corriendo de situaciones que les resultaban dolorosas, complicadas, frustrantes y demás adjetivos similares. Ese es el punto común, pero vayamos ahora con los matices, es decir, con las razones que llevaron a cada una de ellas a huir.
La razón de Jane tiene nombre. Adam. Nuestra protagonista está furiosa por la decisión de su último novio de mudarse a Los Ángeles justo cuando ella estaba dispuesta a apostar por su relación. La verdad es que hacía tiempo que no veía a Jane tan cabreada. De hecho, me vi tentada a cambiar de canal para evitar que su enfado traspasase la pantalla. Al final, obviamente, me mantuve fiel a la serie. Tuve más suerte que el pobre cisne al que desnucó (nota para los defensores de los animales: no ha habido maltrato. Era una toalla).
A priori Jane tenía una buena oportunidad para desconectar ya que está inmersa en la promoción de su novela. Por cierto, antes de que me olvide, Snow Falling ya está disponible en Amazon en inglés. A quien corresponda, no estaría de más que se pusieran ya con la traducción al español. No olviden que Jane Gloriana Villanueva, la autora, es hija de una gran estrella de las telenovelas. Por cierto, querida editorial, de nada por la publicidad gratuita.
Sigamos con lo que nos ocupa. Como decía, Jane podía utilizar la promoción para desconectar de su crisis sentimental, pero quizá una Convención de Escritores Románticos no sea el mejor sitio para superar problemas de amores. Y Jane se derrumbó y fue TT en Twitter. ¿Puede haber algo peor? Sí, su novela no recibió una crítica demasiado buena.
Aunque esto es relativo. Es cierto que los críticos de manual no fueron muy considerados con su debut literario, pero hay otras críticas que son mucho más importantes y Jane recibió una muy inesperada. La madre de Michael, la que tardó en darle la bendición a la novela, la que no quería ni leerla, fue a la firma de libros y le pidió a su nuera que se la dedicara porque habría comprendido que era una muy buena forma de tener a Michael siempre presente.
Si Jane tenía motivos para evadirse, Xiomara también. Está furiosa con Rogelio porque, a pesar de sus dudas, nunca dio el paso de preguntar si Jane había nacido finalmente y dejó que Xiomara se sintiera culpable por haberle ocultado la existencia de su hija. Esta situación es un tanto complicada porque creo que la huida de Xiomara fue la consecuencia final de todo lo que ha vivido con Rogelio desde su boda. Y es que no han tenido un camino fácil precisamente.
En este caso, lo mejor del conflicto fue la resolución. Xiomara ha llegado a la conclusión de que lo mejor para su matrimonio es ir a terapia. Rogelio, todo un caballero, la apoya hasta que Xiomara termina la frase. Ella cree que deben ir a terapia de pareja. La cara y la reacción de Rogelio es ¿cómo decirlo? muy Rogelio, pero, a pesar de eso, accede e irán. ¿Alguien se imagina a una personalidad tan peculiar como Rogelio de la Vega ante un terapeuta? A mí, la verdad, me cuesta trabajo.
Pues bien, si madre e hija tenían sus razones para escapar, a la abuela le sobraban los motivos. Resulta que Jorge le ha pedido matrimonio y ella, ante la sorpresa, en vez de responder, salió corriendo. Hasta ahora Alba había sido un personaje muy entrañable, la voz de la experiencia, la mejor consejera, pero a partir de esta semana creo que vamos a verla con otros ojos. La coreografía de abuela, madre e hija en su noche de fiesta no tiene nada que envidiar a la de las hermanas Elizondo de Pasión de Gavilanes. Si llegan a poner el “Quién es ese hombre…” me pongo a dar saltos en el sofá.
Por cierto, al final Alba le dio su respuesta a Jorge y he de decir que yo me esperaba otra. Espero que tras las vacaciones nos aclaren por qué cambió de opinión.
Sola en el mundo
Si yo perteneciera a la familia de Petra, Anezka y Magda, sí que saldría corriendo a la mínima oportunidad. Las razones de las Villanueva para huir son simples anécdotas en comparación a lo que sucede entre estas tres mujeres.
Para empezar, el presunto funeral de Anezka nos ha dejado claro que nadie la va a echar de menos. Y, sí, he dicho presunto porque resulta que no está muerta. La cada vez menos “pollina estúpida” fingió su muerte para descubrir de verdad quién la quería y quién no. Y lo descubrió y el resultado fue descorazonador. Anezka averiguó lo que todos sabemos desde hace mucho tiempo: no les importa ni a Magda ni a Petra ni a sus sobrinas.
Pero, lejos de venirse abajo, Anezka ha resurgido de sus propias cenizas y ha elaborado ella solita la mejor de sus venganzas. Le dijo a Luisa que habían sido Petra y Rafael los que habían contratado a Carl para desquiciarla y quedarse con sus acciones del hotel. Yo creo que lo de la manipulación de los acontecimientos en beneficio propio debe ser un gen familiar porque las tres lo hacen de maravilla. Anezka lo tenía un poco menos desarrollado, pero una maratón de Juego de tronos le ha venido divinamente para despertar ese don.
Todo pintaba bien para Anezka y mal para Petra hasta que una de ellas se cayó por una de las ventanas del hotel. Y digo una de las dos porque yo ya no me atrevo a decir nada con estas gemelas. A priori ha muerto Anezka, pero no seré yo quien descarte que sea Petra, porque con el vestuario y el peinado adecuados no las reconoce ni su madre. Si ha muerto Anezka, Petra vuelve a demostrar su habilidad para salir airosa de cualquier problema. Iba a decir lo de que siempre cae de pie, pero en este caso creo que no procede el comentario. Sea como fuere, seguro que Yael Grobglas bien como Petra bien como Anezka nos va a regalar grandes momentos.
Ser valiente
Esta semana el gran protagonista del capítulo ha sido Rafael. Poco a poco Justin Baldoni se ha alejado del galán descafeinado para construir un personaje muy completo y complejo.
Esta vez le ha tocado quedarse con Mateo mientras Jane viajaba y ha demostrado que es un gran padre. El niño se puso enfermo e hizo lo que tenía que hacer: llevarlo al médico y no asustar a Jane sin necesidad. Pero lo más interesante es descubrir que la muerte de Michael afectó más de lo que creíamos a Mateo y comprobar que Rafael supo gestionar perfectamente los miedos de su hijo.
Pero Mateo no ha sido el único que ha necesitado los cuidados de Rafael. El niño contagió a su abuelo. De verdad, quien no haya visto el capítulo aún, que no pierda detalle de las secuencias de Justin Baldoni arropando a Jaime Camil como si fuera un niño. Son indescriptibles.
Esta semana hemos descubierto, a través de varios flashbacks, que si alguien me puede regalar estas Navidades la novela de Jane (sí, es una indirecta) es gracias a que Rafael la empujó a seguir adelante con su sueño cada vez que ella flaqueaba. Sé valiente le dijo cuando ella le confesó que quería ser escritora. Sé valiente le dijo cuando Patricia le dio su bendición a la novela. Sé valiente le dijo cuando ella dudó sobre si seguir escribiendo.
Pero quien fue verdaderamente valiente fue Rafael. Tanto que yo me sorprendí a mí misma saltando y aplaudiendo porque, como bien dijo Rogelio, era cuestión de tiempo que pasara lo que pasó. Ahora también es cuestión de tiempo (los casi dos meses que se toma la serie de vacaciones) ver cómo evolucionan los acontecimientos. No he dicho lo que ha pasado, ¿verdad? Y no pienso hacerlo. Solo diré que ¡¡¡TeamRafael is back!!!
Los fieles espectadores de Jane The Virgin sabemos que en esta serie no podemos dar nada por sentado. Estamos ya curados de imprevistos y sobresaltos, pero, a veces, algunas sorpresas son menos sorprendentes porque sucede aquello que todos esperábamos que sucediera. Y esta semana hemos tenido un buen ejemplo. Lo que ha pasado en este capítulo era sólo cuestión de tiempo que pasara. ¿Lo vemos?