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'El Príncipe' 2x08 Review: adulterio con una testigo

Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez

Ritmo frenético, giros inesperados, acción trepidante… fueron algunas de las características que nos cautivaron en la primera temporada de ‘El Príncipe’. Sin embargo, en esta segunda tanda de episodios algo cambió. Sigue habiendo sorpresas verdaderamente sorprendentes, valga la redundancia, pero todo transcurre a una velocidad mucho más ralentizada.

El mejor ejemplo lo hemos tenido en el último capítulo. Hemos estado una hora girando una y otra vez sobre la misma cuestión y en quince minutos, los últimos, por supuesto, nos han dejado sin palabras. ¿Lo vemos?

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

Fátima los pone a todos en peligro y todos la protegen

Ya dije la semana pasada que Fátima tiene un don especial para meterse en todos los líos habidos y por haber en ‘El Príncipe’ y tenía que llegar el momento en que esa habilidad de pasase factura. Y llegó. Yasin clama venganza por el fracaso de su gran atentado y tiene en Fátima a la culpable perfecta. ¿Qué diría si supiera que el boicoteador ha sido el gran jefe supremo de Akrab?

En fin, ese es otro debate, centrémonos en lo que importa. Fátima está metida en muy serios apuros y ¿qué pasa cuando una dama está en aprietos? Que sus apuestos caballeros acuden al rescate. Dicho y hecho. Todos los machos alfa de ‘El Príncipe’ se reconvierten en guardaespaldas. No quiero ni pensar lo que le ha costado a Khaled tener que ir a pedir ayuda al CNI. Tener que recurrir a su peor enemigo para proteger a su mujer ha tenido que ser de lo más humillante para alguien tan orgulloso como él, pero, al mismo tiempo, eso también nos confirma que, a pesar de todas sus maldades, quiere a Fátima y no quiere que le pase nada aunque eso signifique problemas para Akrab.

¿Y qué decir de esa nueva alianza Morey – Faruq? Se veía venir desde hace un par de episodios y por mucho que Faruq diga que “me lo tengo que pensar”, está más que claro que el CNI cuenta con un nuevo colaborador en el barrio. Morey nunca será el mejor amigo de la familia Ben Barek, pero es el malo menos malo, aunque Aisha aún no se haya dado cuenta.

Lo que no tengo claro es si Faruq se mostraría tan dispuesto si supiera que el CNI ha utilizado a su hermana como cebo para cazar al terrorista. Sí, así es. Al final el CNI y Salman han tenido la misma idea. Si Yasin quiere matar a Fátima, se la ponemos a tiro para que salga de su escondite y lo cazamos nosotros a él. ¿Cuál es la diferencia entre el tío Salman y Morey? Que el primero la quería dejar sola en un banco del parque y Morey la ha “exhibido” rodeada de media comisaría, más Faruq, que, dicho sea de paso, ha sido el héroe esta vez.

Confiemos en que Fátima nunca sepa que Morey la ha vuelto a utilizar porque si lo descubre seguro de desandamos gran parte del camino que hemos andado en este episodio.

Adulterio con una testigo

Al margen de los avances que nos han ido ofreciendo, en el momento en que Fátima le dijo a Faruq que Morey disparó a Abdu, pero “no tuvo la culpa” ya intuíamos que algo había cambiado en nuestra protagonista. El muro que había levantado entre Morey y ella empieza a derrumbarse. Ya hemos matizado el nunca olvidaré que has matado a mi hermano y si encima él jura una y otra vez que te va a proteger y se crea la atmósfera adecuada, pues blanco y en botella. Después de ocho capítulos, Fátima y Morey se han reencontrado a pesar de vasos rotos y criadas metomentodo.

Y hablando de la criada, todo un episodio protegiendo a Fátima de un peligroso terrorista entrenado en Siria y el enemigo, perdón, su peor enemiga está bajo su propio techo. La criada, ama de llaves o lo que sea ha demostrado con quién está su lealtad y no duda en acusar a Fátima de adúltera. Que no nos guste que lo haya hecho, de acuerdo, pero hay que reconocer que mentir no ha mentido.

Y, claro, ante semejante revelación, Khaled saca su peor cara (él que es tan bueno, pobre Aisha, qué disgusto se va a llevar cuando descubra la verdad) porque aunque derrame todo un mar de lágrimas, su objetivo estaba más que claro y la intención es lo que cuenta. Menos mal que Fátima, ya lo hemos dicho muchas veces, es una alumna aplicada y ya sabe reaccionar como la mejor de las espías y se saca de la manga… ¡¡un embarazo!!… de dos meses, que las cuentas salgan rapidito, no vaya a ser que a Khaled se le dé por hacer números y no cuadren. Eso se llama salir por la tangente porque fue eso lo que hizo ¿no?

Buscando a un traidor

Y mientras Fátima se las ve con su marido, Morey se pone el traje de agente del CNI (una duda, ¿queda alguien en Ceuta que no sepa que es espía?) y sigue intentando organizar el rompecabezas del vídeo de Carvajal, los franceses, el congelador, Akrab, etc. Faruq dijo en este capítulo que le empezaba a doler la cabeza y sólo le habían dado los titulares, Morey debe tener migrañas crónicas a estas alturas.

Vayamos por partes. Ya sabemos que fue Bastian el que encerró a Morey en el congelador y que los franceses le juegan sucio al CNI son sus “arreglos” con Khaled. Por cierto, todo un equipo del CNI en ‘El Príncipe’ sabiendo que Khaled es terrorista y que los franceses les mienten y se les pasa por alto la reunión entre Bastian y el líder de Akrab. No lo puedo entender. Que no se han encontrado en una callejuela oscura en medio de la noche. Que se han citado en medio de un descampado al que han llegado con sus coches de alta gama. No es que pasaran desapercibidos precisamente, pero los servicios de inteligencia españoles tenían los ojos en otra parte.

¿O es que acaso no les interesaba ver esa escena? Ha tenido que pasar una hora de episodio para que me incorpore en el sofá por la sorpresa. Resulta que Bastian tiene conciencia y confiesa a su colega Morey todo el tinglado. Los franceses no cooperan con Khaled para evitar atentados ni por el bien de la seguridad nacional, sino que Francia actúa por el gran motivo que mueve el mundo ¿el amor? No. El dinero.

No se trata de salvar vidas, sino de que un grupo de empresarios franceses engorden sus cuentas corrientes con un proyecto faraónico, pero para eso hay que sacar a España de la jugada. ¿Cómo? Creando una psicosis terrorista que desestabilice al país.

Hay que reconocerlo, el plan es tan inmoral y deleznable como brillante. Menos mal que Morey se ha puesto la capa de superhéroe y va a intentar evitarlo a toda costa. Ahora ya sabe cuál es el plan y quiénes son los malos, con lo que será más fácil echarlo abajo.

Solo hay un problema. Un grave problema. Morey tiene al enemigo en casa. Literalmente.

Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez

Ritmo frenético, giros inesperados, acción trepidante… fueron algunas de las características que nos cautivaron en la primera temporada de ‘El Príncipe’. Sin embargo, en esta segunda tanda de episodios algo cambió. Sigue habiendo sorpresas verdaderamente sorprendentes, valga la redundancia, pero todo transcurre a una velocidad mucho más ralentizada.