Scandal 7x10 y 7x11 Review : Llegó el momento de la intervención
Por Paola Rojas
La tensión y los desacuerdos presentes en los anteriores capítulos de Scandal solo podían culminar de una manera: hacerle una encerrona a Liv para que confesara y se diera cuenta del nivel de cinismo y maldad al que ha llegado. Lágrimas, peleas y nuevas etapas han marcado la esencia de los capítulos que a continuación comentaremos. ¡Sígueme!
7x10…
Tenemos que hablar
Otra vez Fitz y Liv envueltos en un romance. Uno exprés ya que, mientras que Liv solo buscaba consuelo y distracción en Fitz, éste aprovecha para llevársela a su casa de Vermont para que se enfrente a su equipo. Es por su bien, es como cualquier intervención que se le hace a un amigo o ser querido cuando lo vemos perdido, afectado y con problemas. A veces, necesitamos opiniones ajenas a las nuestras para darnos cuenta de nuestro errores y esto es lo que Fitz, y los gladiadores, buscaban al encerrarla en la casa hasta que admitiera lo que le había hecho a Quinn y que se diera cuenta de la gravedad de lo ocurrido.
La rabia la reconcome. Como una leona enjaulada, Liv se encierra en la habitación mientras sus compañeros intentan dialogar con ella a través de la puerta. Tras horas de conversaciones nulas, Olivia decide salir y aclarar las cosas. Siempre con sus excusas, sus puntos de vista, como lo queramos llamar. La cuestión es que ella siempre pone por delante a la República, el bienestar de país y la importancia de las decisiones que toma aunque a veces afecte a inocentes. Pero, ¿cómo puedes preocuparte por millones de ciudadanos si no eres capaz de cuidar de tus propios amigos y familiares? Parece que cada vez que haba en alto y escucha sus excusas, éstas van tornándose débiles pero no está dispuesta a dar su brazo a torcer. Ha hecho mucho por llegar a ser el mando, y al mando, nadie lo juzga ni lo derroca. Lo que no sabe es que, Mellie, tras enterarse de todos sus tejemanejes y el secretismo de B613, le da donde más le duele y nombra a Jake como el nuevo jefe.
7x11...
Cara a cara
El teatro montado entre Rowan y Quinn tenía fecha de caducidad. Era cuestión de tiempo que alguien se diese cuenta de que Quinn seguía con vida. Y nadie mejor para hacerlo que su prometido Charlie. Entre lágrimas, abraza a Quinn y a la hija que tanto anheló. Sin entender nada de lo que está ocurriendo le exige a Rowan que las deje libre para que puedan empezar una vida juntos. Pero, ¿qué pasará cuando el mundo se entere de que todo era una pantomima?
Mientras los gladiadores, en especial Huck siguen destrozados por la supuesta trágica muerte de su amiga, Quinn decide dar un paso al frente y salir de casa de Rowan para poder ver la cara que pondrá Olivia Pope al verla viva. Con la cara desencajada, observa como su amiga, a la que condenó a muerte, aparece entre la oscuridad de su departamento con pistola en mano. Los reproches y el dolor inundan los rostros de ambas. No dudamos de que Liv se arrepintiera de lo que hizo, pero, ¿tiene perdón? Aunque Quinn no fue capaz de apretar el gatillo, no significa que la cosa quede ahí. Tiene claro que quiere ver a la que fue su ídolo entre rejas.
Hora de dimitir
Demasiados frentes que defender. Pocas fuerzas con las que luchar. Presiones por parte de las altas esferas de la Casa Blanca y un grupo de amigos que ya no están a su lado hacen que Olivia ceda a la petición de Mellie de dimitir como su jefa de gabinete. La confianza y la complicidad que había entre ambas terminó en el momento en que Olivia mandó asesinar al presidente de Bashran y tomó otras medidas bajo el secretismo del B613. Esa amistad y compañerismo que las unió, quedó en el olvido cuando Mellie entendió que Olivia siempre actuaria según sus principios e ideales, sin dar su brazo a torcer ni escuchar otras opiniones que no fueran las suyas. Todos los escándalos, las malas decisiones y las constantes presiones hacia el mandato de Mellie dejan este capítulo con la interrogante del posible cese de Mellie en el aire. ¿Habrá terminado su época dorada nada más empezar?
Sobre este blog