Aitor Trigos reaparece en Sálvame y lamenta su pasado de “cosas para adultos” con “clientes”

Aitor Trigos volvía a ser noticia esta semana tras declarar que está viviendo “una situación límite”.

El que fuera uno de los presentadores de más éxito hace años, ahora ha visitado Sálvame para explicar que ha “tocado fondo”.

Así llegó Aitor Trigos a “tocar fondo”

En el programa de Telecinco los colaboradores preguntaban cómo había llegado a esa situación: “Yo me iba engañando a mí mismo, con el dinero que es lo que me cegó, porque me lo ponía todo muy fácil”.

Trigos intentaba alargar “una situación económica que no tenía. Hasta que llega un día que me encontré un precinto, un desahucio, que han abierto la puerta de mi casa. Han entrado la policía y la jueza a casa y se han llevado a tus perros y tus peces”.

Una situación que describió como “el peor momento que he pasado nunca”.

Kiko, a Aitor: “Hacías pasar un buen rato a señores”

Fue entonces cuando Kiko Hernández señaló que Aitor había “alternativas para ganar dinero entre ellas cenas bajo pago de gente que no conoces de nada”.

Trigos lo confirmó y detalló que todo era para él “una frustración personal muy grande porque terminé trabajando con Ivonne Reyes en Verano de campeones ese mismo año que me quitaron la casa. Y pensé, 'ya me volverán a llamar'”, pero esa llamada nunca llegó.

“Mi vida personal y profesional estaban tan mezcladas... hubo una ruptura, cuando se cae el naipe se cae todo. Yo lo intenté por muchos medios volver a trabajar, pero veía que no”.

Y llegó el momento comentado por Kiko Hernández que detalló mejor Trigos: “Me ayudó una persona del mundo de la noche que me llevó a una casa no muy recomendable. Lo pasé muy, muy, muy mal porque vivir en una casa de ese tipo...”.

Kiko indagaba en aquella situación y Aitor quería “ser claro” asegurando que “la primera vez es muy dura”. Y tildó a aquel lugar de “casa en la que había cosas para adultos. Yo vivía allí”.

En ese momento Hernández aclaró la función de Trigos allí: “Hacías pasar un buen rato a señores”. Y aunque a este le costó contestar, acabó diciendo un contundente “sí”.

“Lo he hecho poco pero realmente quizá no he tenido mala suerte y por lo general los clientes son buenas personas que buscan esa vía. Cuando les decía que necesitaba hacerlo porque no tenía para comer, alguno me llegó a ayudar”.