“Derecho a soñar” en TVE, personajes femeninos no tan “actuales” como prometieron
Año y medio después de que finalizara su rodaje, TVE estrenó la ficción diaria Derecho a soñar este lunes 21 de enero. Jorge Sanz, uno de sus intérpretes, la definió en la rueda de prensa de presentación A juzgar por el tiempo de espera entre la producción y la emisión, la descripción del intérprete parecía arriesgada. Lo que en 2017 era actualidad podría no seguir siéndolo en este 2019.
Sin embargo, su primer episodio ha terminado por darle la razón. El acoso sexual y la corrupción son dos de los temas protagonistas del piloto. Ambos, por desgracia, frecuentes y vigentes en el momento presente. Julia (Alba Ribas) es sufre el primero nada más comenzar el capítulo. La joven trabaja en un supermercado y ha de soportar cómo su jefe le insiste en que se tome un café con ella, le toca el pelo y tira productos que está colocando al suelo para que se agache delante de él. En definitiva, abusa de su poder antes de que ella termine por lanzarle objetos a la cara y termine sentada en un juzgado.
'Derecho a soñar', pronto en TVE
La corrupción, por su parte, tiene lugar en el despacho de un importante bufete de abogados, en el que el máximo cargo sospecha que sus socios le están ocultando algo. Tal es su presentimiento que llama a su hijo Jorge (Jon Arias) que vive en Chicago y con el que no tiene apenas relación, para que regrese a trabajar con él “porque ya no puedo confiar en nadie”. Y no se equivocaba, antes de finalizar los 30 minutos de duración del episodio es asesinado tras quedarse solo en la oficina hasta altas horas de la noche.
A la mañana siguiente, su secretaria encuentra el cuerpo sin vida en el suelo. Junto a ella el resto de trabajadores que se muestran consternados y sorprendidos por el trágico suceso. Además, Ángel (Álex Adrover), otro de los abogados, copia todos los archivos del fallecido en una memoria externa antes de eliminarlos de su ordenador. La traición, el engaño y la intriga son puestas así encima de la mesa, a la que se unen los enredos de amores, ya que también hay tiempo en el primer metraje para conocer a alguna amante y dos parejas con intención de casarse.
Mujeres “inteligentes y actuales” (o no del todo)
En la citada rueda de prensa, productores, directores y miembros del elenco insistieron en que los personajes femeninos eran “muy inteligentes y actuales. Mujeres poderosas”. Considerando la primera entrega, esta definición queda bastante lejos de la realidad. Ellas ocupan en puestos de secretarias, becarias o paradas. Julia, la protagonista acaba de perder su trabajo, es licenciada en derecho y tiene un novio que la acompaña a todos lados. Como a visitar a su hermano, al que da vida Arón Piper antes de su aparición en Élite Está en un centro de menores tras haber sido acusado de robo y recae en su hermana mayor la responsabilidad de sacarle de allí.
En la conversación que mantienen en una de sus visitas el pequeño le pregunta al novio de ella: “¿Es que no eres hombre? ¿No le partes la cara?”, refiriéndose al jefe que había abusado de su hermana, como si la masculinidad llevara implícita tener que resolver los problemas a base de violencia, o si la “protección” de su pareja fuera su cometido.
En su regreso a casa, le propone que se casen, para que así pueda ser más fácil acceder a custodia del personaje interpretado por Piper. Como si el hecho de contraer matrimonio llevara implícito que todos los problemas que pueda tener una mujer se solucionen. Ella, aunque al principio reticente, acepta con resignación.
De forma paralela se desarrolla la trama de Jorge, el hijo del asesinado, que también está prometido, pero con la mujer con la que vive en Estados Unidos. Tras recibir la llamada por la que descubre que su padre ha muerto, decide ir a España para descubrir qué ha pasado. En su despedida, en la que lógicamente él está afectado por la pérdida, ella se muestra preocupada no tanto por su sufrimiento, si no por lo que ese viaje pueda suponerlos a ambos como pareja, entendiendo que el que vaya a España a enterrar a su padre ha de ser una amenaza a su futuro matrimonio. Y, sobre todo, como si las mujeres que rondan los treinta años tuvieran como único objetivo en la vida asegurarse el hombre con el que van a casarse.
Ambos compromisos de boda, terminarán previsiblemente en ruptura, eso sí. Ya que por lo que se deja entrever, es muy probable que Jorge, que ocupará el puesto al mando del bufete dejado por su padre, se termine encontrando con el de Julia, que como licenciada en derecho, optará por ocupar alguna vacante que pueda quedar libre en el mismo.
Las series de abogados, poco frecuentes en España
Derecho a soñar gira en torno al día a día de los empleados del bufete que, además de sus relaciones personales, se enfrentarán cada semana a un caso sobre el que trabajarán antes de que cada viernes se emita su resolución en un juicio. Las series ambientadas en este contexto han sido poco frecuentes en el panorama televisivo de nuestro país. Sé quién eres o Lex son dos de los ejemplos más recientes, aunque llama la atención viajar un poco más hacia el pasado para descubrir que Imanol Arias, padre de Jon, protagonista de la ficción diaria, tuvo también su primer papel principal para una serie de televisión interpretando a un abogado.
Fue en Anillos de Oro, de 1983,Anillos de Oro donde compartía cartel con la actriz Ana Diosdado. Hasta entonces había aparecido en un episodio de Estudio 1 en 1979 y en otro de Cervantes en 1981. Aunque por aquel entonces ya había filmado junto a Pedro Almodóvar la película Laberinto de pasiones. Jon, por su parte, aparecerá en Instinto, Instintoel thriller erótico que prepara Movistar + con Mario Casas.
Más allá de sus intérpretes, entre los que también se encuentran Guiomar Puerta (45 revoluciones) o Joaquín Climent (El bar, Física o química), Derecho a soñar reúne los ingredientes propios de las telenovelas, y que podrán ir aumentando su número de espectadores, después de que en su estreno cosechara un 6% del share. Los enredos amorosos, la intriga, la ambición, el drama, la sospecha y el engaño van a formar parte de esta ficción enmarcada en un bufete de abogados. El salseo está servido, y el cadáver también.