Wyoming y su equipo volvieron desde su casa: “Esto también pasará y lo recordaremos como una anécdota”
Hace justo una semana que El Intermedio hacía un parón por la situación inédita que está viviendo el país por el coronavirus, y de la que la televisión también ha sufrido consecuencias.
Para volver a emitirse, el programa de laSexta ha tenido que reinventarse y lo ha hecho de forma que cumpliera con la situación de emergencia sanitaria que conmina a todos a quedarse en casa y lo ha rebautizado como 'El Intermedio desde el sofá'.
Así, Wyoming, Sandra Sabatés, Dani Mateo, Thais Villas y Andrea Ropero han protagonizado la primera entrega especial desde sus hogares.
Wyoming: “Nunca pensé que me enfrentaría a un momento como este”
“Aquí estamos con El Intermedio una vez más, al pie del cañón” arrancaba diciendo Wyoming, sentado en el estudio de su casa desde el que veíamos estanterías con libros y varias guitarras.
El presentador, habló directamente a los espectadores para mandarles un mensaje tranquilizador pero con los toques irónicos que le caracterizan: “Antes de nada quería mandarles un mensaje de tranquilidad: no me pasa nada, no estoy afectado por el coronavirus, esta es mi cara normal. Es lo que hay. En los próximos días El Intermedio va a cambiar el formato: durante más de 2000 programas hemos estado metidos en un plató y ahora vamos a estar metidos cada uno en nuestra casita, como es nuestra obligación. Pero vamos a seguir los mismos”.
Wyoming tampoco disimuló lo inédito de la situación: “La verdad es que nunca pensé que me enfrentaría a un momento como este y me sorprendió cuando me dijeron que tenía que irme a casa. Jamás en 2000 y pico programas he faltado a una sola emisión, tengo un compromiso con mis espectadores. Además, ¿a cuál de mis 35 mansiones me voy a dirigir?”.
A la vez, bromeó sobre las “toneladas de comida que ya se ha zampado” en el encierro, así como aplaudió el “trabajo heroico” que están haciendo las personas obligadas a salir de casa.
Para acabar anunciando que: “Vamos a ir haciendo todo lo posible por aliviar esta cuarentena a todos los que nos ven, especialmente a las personas que están viviendo una situación complicada: porque el espacio no les permite vivir cómodamente, tienen niños, tienen que teletrabajar, personas mayores... para todos ellos un abrazo muy fuerte. Y asegurarles que esto también pasará. Y lo recordaremos como una anécdota dentro de nuestra existencia y con risas.
Sandra Sabatés: “También os saludo desde mi casa porque se trata de eso”
Wyoming dio paso a Sandra Sabatés partiendo la pantalla en dos, cual imagen de Skype: “Como podéis comprobar yo también os saludo desde mi casa porque se trata de eso: quedémonos en casa para poder frenar cuanto antes, entre todos, el avance del coronavirus que tanto nos preocupa”.
La presentadora también informó de las últimas noticias sobre la situación: “Justo ahora estamos arrancando la segunda semana de aislamiento. Y estamos sobrecogidos por todas esas cifras de nuevos contagiados, fallecimientos que no paran de crecer día a día en nuestro país. Y al mismo tiempo asumiendo que esta situación de aislamiento se va a prolongar por lo menos 15 días más: hasta el 11 de abril”.
Nueva sección: “Tú en tu casa y yo en la mía”
La nueva situación del país hizo que el programa también adaptara sus secciones y apostara por una nueva llamada: “Tú en tu casa y yo en la mía”.
En ella, los primeros invitados por videoconferencia fueron Javi Ambrossi y Javi Calvo, “los Javis”.
Los entrevistados aprovecharon para hablar de La Veneno, su nueva serie que se estrena el próximo domingo.
Ambrossi dijo de su protagonista que “era una tía que no le tenía miedo a ser ella misma en un plató de televisión”, algo que confirmó Wyoming: “Era una guerrillera de primera línea”.
De hecho, el propio presentador recordó una anécdota que vivió hace unos años en la ciudad condal con ella: “Íbamos por Barcelona de noche, buscando un lugar en el que meternos y de repente encontramos un bar abierto. Vimos que había una pelea, nos asomamos y era 'La Veneno' repartiendo hostias como un molino (...) No se cortaba un pelo, estábamos fascinados”, zanjó.
