Wyoming, convertido en Abascal: “Nuestro imperio no se construyó con feminazis sino con hombres valientes”
El Intermedio celebró ayer otra de sus “entrevistas por la cara” de la mano de Dani Mateo que se encargó de charlar con Wyoming convertido en Santiago Abascal.
El líder de Vox iniciaba el encuentro sin darle la mano al presentador del que dijo que era el único “rojo que no ha pillado” ministerio.
Aún así, Mateo continuó con la entrevista en la que le preguntó por la cartera que eliminaría: “Todas, las 48, desde el Ministerio de la batucada hasta el de adoctrinamiento transexual de la infancia. En realidad en este país solo hace falta uno: el Ministerio de la españolidad. Con tres subsecretarías: la de la Iglesia Católica, la tauromaquia y la de la inmigración con los panchitos y los moros”, aseguró.
“Hay que detener a Torra, Puigdemont y a Piqué”
Sobre su papel como segunda fuerza en la oposición, Wyoming convertido en Abascal respondió que no iba a ser una papel “cobarde y llorón como el del PP” si no que para “controlar el nido de golpistas comunistas piojosos que han tomado las instituciones vamos a recurrir a las armas”.
Entonces sacó un tirachinas que amenazó con utilizar en el Congreso: “Cada vez que Pablo Iglesias grite violencia machista, ¡zas!; portavoza, ¡toma!, ahora sí que vas a llorar con razón, coletas”, avisó.
Mateo también preguntó por las soluciones que tenía en mente para el problema territorial en Catalunya: “Hay que mandar el Ejército a Cataluña y detener a Torra, Puigdemont y a Piqué, por renunciar a jugar en la Selección”, argumentó.
Para acabar, también habló de las medidas que más le preocupaban del nuevo Gobierno. En primer lugar habló del tráfico: “Esto va a ser un sindios. A ver 'perroflautas', ¡si es que además sois tontos!, si seguís prohibiendo a los coches circular por las ciudades, ¿a quién vais a pedir cuando hagáis malabares en los semáforos?”.
Y en segundo lugar, sobre la igualdad: “¿Acaso nuestro imperio se construyó con feminazis y marimachos?, ¡no!, conquistamos América con la valentía de los hombres que en el campo de batalla les aguardaba la gloria, y en casa, sus mujeres con la comida hecha y la ropa recién planchadita, así ha sido siempre y así debe seguir siendo”.
