Este domingo, tras el paréntesis de los especiales dedicados a la crisis del coronavirus, Lo de Évole retomó las historias relacionadas con la cárcel con la entrevista a Sandro Rosell que había dejado aparcada.
El expresidente del F.C Barcelona concedió a Jordi Évole su primera entrevista en televisión desde su puesta en libertad, en 2019.
A partir del libro de sus memorias en prisión, relató cómo fue desde su detención en mayo de 2017 acusado de blanqueo de capitales y de formar parte de una organización criminal, hasta cómo era su vida diaria en Soto del Real junto a otros presos famosos como Bárcenas, Oriol Junqueras y Rato, entre otros.
“Se puede explicar, le puedes preguntar pero que sea más valorativo”
Rosell, que fue ingresado en prisión preventiva, donde pasó casi dos años a la espera de juicio y finalmente fue absuelto de todos los cargos y puesto en libertad, reiteró en varias ocasiones en el programa su inocencia y no tuvo problema en narrar pasajes en la cárcel.
Algo que obligó a que su abogado interrumpiera hasta en dos ocasiones la entrevista en laSexta.
La primera vez fue cuando el entrevistado hablaba de su libro explicando que lo inició el primer día de encierro, tras comprar libretas y bolígrafos en el economato.
En ese momento el abogado entró para dejarle a Évole las diez libretas originales que él utilizó para escribir. El presentador aprovechó la ocasión para preguntar al letrado si había metido tijera en dichas memorias, antes de publicarlas: “Sí, mucha”, confesó señalando que en ocasiones las opiniones de alguien pueden resultar dañinas para otros.
El presentador agradeció que el abogado llegara en el momento justo, y este respondió entre risas: “He escuchado que estaba a punto de decir una gorda, así que he venido a pararlo”.
La siguiente interrupción llegó cuando Rosell narraba el momento en el que la policía registró su casa. El letrado le pidió que sus explicaciones fueran más con tono de “opinión” porque si no podrían meterle una querella. “Se puede explicar, le puedes preguntar pero que sea más valorativo”, detalló el abogado también mirando a Évole.
Este último saltó: “Andrés, llevamos página y media de guion, si cada página y media tenemos todo esto...”, algo que hizo que el abogado diera marcha atrás y no volviera a aparecer.
“Esa cárcel parecía el telediario de laSexta”
Évole quiso saber cómo era la vida en la cárcel de Soto del Real y Rosell lo explicó: “Pedí que me pusieran junto a su amigo y socio Joan Besolí y nos lo permitieron. La celda medía cinco metros de largo por dos de ancho. Tenía una ducha pequeña y una taza de water metálica, helada en invierno. No la olvidaré jamás. Tienes que tragarte mucho el orgullo, la intimidad, y hacerlo delante de tu compañero”, señaló.
También reflexionó sobre que “el cuerpo humano se acostumbra a todo. Tampoco te queda otra. No parábamos de hacer colas para todo.. y te acostumbras. Es una cura de humildad”.
Una de las mayores contradicciones que Rosell confesó haber vivido en tal situación fue la de hacerse “amigo” de un asesino: “Había matado a su pareja. Allí la relación es muy bestia y yo le decía a Joan que no podíamos ser amigos de alguien que había matado, pero lo éramos. Es bestial”.
Sobre el momento en el que coincidió en prisión con otros presos famosos, Évole le preguntó si aquello “parecía GH VIP”, y el entrevistado confirmó: “Coincidimos con Ignacio González, Romeva, Turull, Sánchez, Quim Forn, Rodrigo Rato, Bárcenas, Junqueras, Cuixart... llegamos al módulo e íbamos saludando y parecía el telediario de laSexta”, respondió.
“Cualquier periodista hubiera pagado por todo aquello”, dijo asombrado Évole y quiso saber su opinión sobre ellos. En cuanto a Bárcenas señaló que “en seguida le veías llegar porque tenía una personalidad diferente y hablábamos de que a mi hija le gustaba el grupo de su hijo (Taburete)”. .
Sobre los presos independentistas, señaló que con el que se llevaba mejor era con Cuixart: “Me caía muy bien, es muy fresco, muy natural, salíamos al patio e intentaba identificar los pájaros”.
Finalmente, también recordó que perdió 8 kilos durante su tiempo en prisión.
Évole desvela que Rosell no ha querido mostrar su casa en la TV
Évole también desveló que Rosell se había negado a mostrar su casa durante la entrevista, ni tampoco caminar por el jardín: “Estamos grabando esta entrevista en tu casa, preciosa en el Empordà. Y no la enseñamos porque no te gusta enseñarla”.
Algo que el entrevistado razonó por su “cultura catalana” que prefiere disimular su riqueza.
“¿Crees que si nos viesen por el jardín, la gente diría: ¡Mira lo que tiene!?”, preguntó Évole, y Rosell respondió: “No, pero si alguien piensa que soy un cabrón, pensaría que es soy un gran cabrón”.