Acaba 'MasterChef 11', la edición de los experimentos que deja un peor sabor de boca

TVE emite este lunes 19 de junio la gran final de MasterChef 11, la edición más particular de todas las que ha ofrecido La 1 incluyendo las diferentes versiones del talent culinario. Una temporada que ha estado marcada por una nueva dinámica y que ha multiplicado por dos lo referido a número de días de emisión, galas y concursantes, pero no los datos de audiencia.

El pasado mes de marzo, la cadena pública presentaba y estrenaba su undécimo MasterChef de anónimos. Y lo hacía con sus novedades más significativas: dos entregas por semana, doble de aspirantes, un plató ampliado y una nueva dinámica de expulsiones que pretendía refrescar el formato y a su vez, teóricamente cumplir la eterna demanda de la racionalización de horarios en prime time (que no se ha cumplido, ni se cumplirá en su final de este lunes).

A petición de TVE, la productora Shine Iberia puso todos sus esfuerzos en plantear una edición del todo diferente, con galas en teoría de menor duración e igualmente atractivas para los espectadores con eliminaciones al final de cada entrega. El resultado ha sido una temporada que ha generado más contenidos (porque ha duplicado sus galas, no las ha desdoblado) y también más polémicas, y que pone el broche tres meses y 25 programas después con la coronación de su undécimo ganador.

Eneko, Lluís, Álex y Pilu son los cuatro aspirantes que se juegan este lunes suceder a María Lo como el nuevo MasterChef España. Será en una gala única que seguirá la dinámica habitual de toda final del formato culinario, y que buscará poner la guinda a una trayectoria en audiencias que, a pesar de su evolución ascendente, cerrará como la menos vista de la historia de MasterChef anónimos.

Una edición en claro ascenso que no evita el mínimo global

Como decimos, MasterChef 11 se despide como el más largo de todos los emitidos hasta ahora en TVE. Contando la gran final, ha tenido un total de 25 galas de una duración que ha oscilado entre las 3 horas y 8 minutos de la primera entrega de presentación, y las 2 horas y 40 minutos que han tenido las siguientes.

Estas 25 entregas son el doble de programas que una edición “normal” de MasterChef, y salvo una ocasión puntual provocada por el fútbol, se han emitido en packs de dos por semana, de manera consecutiva. El balance, a falta de conocer el último dato de este lunes 19, es de un 13.1% de cuota y 1.345.000 espectadores, la media más baja en share y público de las once temporadas, pero aún así siendo un pilar fundamental para La 1.

MasterChef 11 arrancó con un 13.8% y 1.531.000 espectadores, y tras cinco semanas de altibajos tanto en la noche del lunes como la del martes, consiguió estabilizarse para empezar a registrar sus mejores datos a partir de la sexta. Fue tras superar la decena de entregas cuando el talent pasó de oscilar entre el 11.5% el lunes y el 9.5% el martes, a promediar cifras de share superiores al 14% y el 12.5% en los mismos días.

El programa de La 1 ha logrado liderar su franja en 9 emisiones de 24, todas ellas en lunes. Un dato significativo en el que probablemente ha tenido mucho que ver la competencia, que ha sido más fuerte los martes con Supervivientes: Tierra de nadie de Telecinco, que los lunes con Mi casa es la tuya y antes, con La isla de las tentaciones. Y algo que a la vez ilustra la acogida a la nueva dinámica, pues en estas doce semanas ha funcionado mejor la primera gala semanal, con doble prueba en plató, que la segunda, que ha tenido los retos de exteriores como contenido diferenciador.

Así las cosas, el formato llega a su gran final en su mejor momento, tras haber alcanzado la pasada semana su techo de la edición: un 15.9% y 1.560.000 espectadores en el prime time del lunes, y un 14% y 1.381.000 el martes. Se espera, por tanto, que el desenlace culmine esta remontada y ponga la guinda al pastel con un nuevo máximo que mejore el balance, y que deje un mejor sabor de boca en una TVE que no logra alcanzar estos registros con otros formatos semanales.

· Audiencias de 'MasterChef 11' en La 1

  • Gala 1 (Lunes 27/03/23): 13.8% y 1.531.000 (estreno)
  • Gala 2 (Martes 28/03/23): 13.9% y 1.256.000
  • Gala 3 (Lunes 3/04/23 ): 12% y 1.412.000
  • Gala 4 (Domingo 9/04/23): 9.7% y 1.117.000 (mínimo)
  • Gala 5 (Lunes 10/04/23): 11.5% y 1.383.000
  • Gala 6 (Martes 11/04/23): 9.8% y 1.122.000
  • Gala 7 (Lunes 17/04/23): 11.8% y 1.429.000
  • Gala 8 (Martes 18/04/23): 9.9% y 1.138.000
  • Gala 9 (Lunes 24/04/23): 12.8% y 1.292.000
  • Gala 10 (Martes 25/04/23): 11.9% y 1.142.000
  • Gala 11 (Lunes 1/05/23): 14.2% y 1.341.000
  • Gala 12 (Martes 2/05/23): 12.7% y 1.262.000
  • Gala 13 (Lunes 8/05/23): 14.6% y 1.434.000
  • Gala 14 (Martes 9/05/23): 12.5% y 1.155.000
  • Gala 15 (Lunes 15/05/23): 15.8% y 1.518.000
  • Gala 16 (Martes 16/05/23): 13% y 1.229.000
  • Gala 17 (Lunes 22/05/23): 15.2% y 1.516.000
  • Gala 18 (Martes 23/05/23): 12.8% y 1.291.000
  • Gala 19 (Lunes 29/05/23): 14.7% y 1.460.000
  • Gala 20 (Martes 30/05/23): 12% y 1.208.000
  • Gala 21 (Lunes 5/06/23): 15.1% y 1.482.000
  • Gala 22 (Martes 6/06/23): 13.2% y 1.286.000
  • Gala 23 (Lunes 12/06/23): 15.9% y 1.560.000 (máximo)
  • Gala 24 (Martes 13/06/23): 14% y 1.381.000

*En negrita: galas con las que MasterChef ha liderado su franja de emisión.

Si atendemos al histórico, MasterChef 11 cerrará como la edición con un promedio de cuota y espectadores más bajo de todas las emitidas hasta la fecha en La 1.

En lo que respecta al share, es algo que ya podía esperar TVE, pues al reducir ligeramente la duración de las galas y no alargarse tanto en la madrugada, inevitablemente la media baja unas décimas. En lo referido a los espectadores, no obstante, era susceptible de crecer con esta nueva dinámica en favor de la racionalización de horarios, pero finalmente no ha podido superar los datos de la edición de 2022.

· Histórico de audiencias de 'MasterChef':

  • MasterChef 1 (2013): 18.3% y 3.421.000
  • MasterChef 2 (2014): 19% y 3.189.000
  • MasterChef 3 (2015): 18.6% y 3.090.000
  • MasterChef 4 (2016): 19.7% y 3.071.000
  • MasterChef 5 (2017): 17.5% y 2.495.000
  • MasterChef 6 (2018): 18.9% y 2.528.000
  • MasterChef 7 (2019): 15% y 1.847.000
  • MasterChef 8 (2020): 23.1% y 2.932.000
  • MasterChef 9 (2021): 15.2% y 1.638.000
  • MasterChef 10 (2022): 14.6% y 1.642.000
  • MasterChef 11 (2023): 13.1% y 1.345.000

Racionalización de horarios y liderazgo en diferido

Como apuntábamos en líneas superiores, TVE planteó esta edición diferente de MasterChef como una vía para cumplir la eterna demanda de racionalizar los horarios de sus emisiones de prime time, como televisión pública que es. Como ya avisó la cadena, las primeras galas de presentación no siguieron esta norma y tuvieron una duración mayor, pero en noches sucesivas sí prometió no alargarse hasta altas horas.

En la teoría, esto se lograría recortando la duración de las galas. Sin embargo, y aunque es cierto que se han reducido entre 30 y 40 minutos respecto a ediciones anteriores, tener de 'telonera' una apuesta de access como 4 Estrellas ha seguido llevando el final de cada programa más allá de la una de la madrugada. Por tanto, sí, MasterChef 11 ha adelantado el final de sus emisiones, pero no lo suficiente como para que se considere que ha cumplido esa petición de los espectadores que arrastra desde hace años.

Es por ello, porque la madrugada sigue siendo poco compatible con los horarios de un gran porcentaje de los espectadores, que MasterChef ha sido una edición más el formato estrella del consumo en diferido de La 1 en sus meses de emisión. Así ha quedado evidenciado en los datos de mayo, donde el programa de Shine Iberia copa el top-10 de emisiones más vistas a la carta en todo el mes, sumando entre 501.000 y 382.000 espectadores por gala a las cifras del lineal que analizamos cada mañana.

El número de aspirantes, una losa en el arranque

En lo que respecta al contenido, y como ya hemos mencionado, la nueva dinámica ha llevado al programa a multiplicar el número de aspirantes de los 16 habituales a los 26 que han pasado por las cocinas en MasterChef 11. Algo que ha permitido que haya emoción en las galas con una -o incluso varias- expulsión por entrega y algún giro inesperado, pero que ha pesado como una losa en el arranque.

Como ocurre en otros formatos como La Voz, por donde también desfila un número elevado de concursantes o aspirantes a concursar, para el público es prácticamente imposible conectar con un casting numeroso. Con más caras, menos minutos de televisión para ellos. Y sin tiempo en pantalla no es posible que los espectadores les conozcan, se identifiquen con ellos y en definitiva, se enganchen a seguir su recorrido televisivo.

La historia de los talent shows en televisión ya ha demostrado que la implicación de la audiencia con el casting es clave. Y que funciona infinitamente mejor cuando éste está compuesto por un número más reducido de concursantes. De hecho, si observamos la evolución en audiencias de MasterChef 11 se demuestra que el seguimiento de la edición ascendió significativamente en la sexta semana, cuando ya quedaban la mitad de aspirantes en la competición, cuando se podía dedicar más tiempo a seguirles y, en definitiva, cuando era más parecido al MasterChef de siempre.

Macarena Rey, productora del programa y CEO de Shine Iberia, ya anunció en la rueda de prensa de presentación que este experimento no volverá a repetirse y que, de cara a siguientes temporadas, regresará el formato tal como lo conocemos. Tras ver el resultado de la edición, podemos concluir que es una decisión acertada. Aunque pueda reducirse para conciliar horarios de verdad.

Una edición con mucho reality y polémica por Luca, pero poca cocina

Si echamos la vista atrás y vamos hasta las primeras ediciones del formato culinario, podemos recordar que seguir cada una de sus galas era una clase de cocina. Como lo eran las de Maestros de la Costura en su disciplina. Sin embargo, con el paso de los años el formato ha ido apostando más por su faceta de reality que por la de talent.

Ahora los concursantes se preguntan entre ellos, siempre que la cámara les enfoca, por los aspectos más polémicos de sus vidas. Sacan a la luz las intimidades personales y las dejan mucho más claras que las recetas que están siguiendo. Y cuánto más llamativos eran los perfiles de su casting, menos ha ido importando su calidad culinaria.

Esto parecía haberse solventado en la décima edición, que contó con una María Lo que devolvió la esperanza por encontrar concursantes prodigio en los fogones. En 2022 fue la indiscutible ganadora, ya que nadie le hizo sombra.

Sin embargo, el espejismo ha durado poco y este año volvemos a encontrarnos con finalistas mediocres, entre los que ninguno destaca por su talento culinario. Podría ganar cualquiera, pero sin alabanzas. Un problema menor al lado del show en el que se ha convertido la edición a costa del polémico Luca.

El tiktoker ha sido el protagonista absoluto sin tener el nivel mínimo de cocina que se supone que busca el programa. Y aún así llegó hasta la entrega 22 gracias a pruebas en las que siempre se salvaba porque parecía ser el “amuleto” cuando era evidente que se lo reservaban para que el show continuara. Algo que lamentó semana tras semana el público, algunos compañeros e incluso exaspirantes de otras ediciones como Pablo, como recogimos.

Las ansias por llegar al público de las redes sociales, por contar siempre con un “bufón” y por crear titulares han desbancado, esta edición más que nunca, a la esencia con la que partió el formato: la cocina. Y por eso, su emisión ha sido la que peor sabor de boca ha dejado a los amantes de MasterChef.

Así va a ser la final de 'MasterChef 11' en TVE

Como explica RTVE en su nota oficial, en este último programa de la temporada los aspirantes tendrán dos oportunidades para conseguir la chaquetilla de duelistas. El primer duelista saldrá elegido del primer reto, mientras que los otros tres finalistas restantes deberán intentar conseguir la segunda chaquetilla en la prueba de exteriores.

La primera prueba es un clásico de las cocinas del programa: el reto de seguir al chef. Sin embargo, en esta ocasión, los jueces aumentarán la dificultad. Para conseguir la primera chaquetilla de duelista, los finalistas tendrán que cocinar una réplica de un plato que el chef Toño Pérez preparará en directo. Sin embargo, por primera vez en la historia de MasterChef, lo harán de espaldas al cocinero, por lo que deberán prestar especial atención a las indicaciones para no saltarse ningún paso.

Los tres finalistas que no logren clasificarse para el duelo final en la primera prueba tendrán una segunda oportunidad en el Restaurante Martín Berasategui de Lasarte-Oria. En este reto, los finalistas prepararán un menú firmado por el chef que catarán 10 grandes representantes de la cocina del País Vasco.

El reto final

En el reto final, los duelistas elaborarán un menú completo compuesto de un entrante, un plato principal y un postre que debe reflejar todo lo que han aprendido en MasterChef. Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo- Nágera y Jordi Cruz exigirán técnica y sabor, pero también platos con identidad que hablen de los duelistas y sean la máxima expresión de su historia personal. La responsabilidad de elegir al ganador de MasterChef no recaerá únicamente de los jueces. En la decisión final intervendrá también el chef Mauro Colagreco.

El vencedor de la undécima edición se llevará el trofeo de MasterChef España y un premio de 100.000 euros en metálico, verá publicado su libro oficial de recetas y disfrutará del Máster en Cocina, Técnica y Producto del Basque Culinary Center de San Sebastián. El segundo y tercer clasificado no se irán con las manos vacías: el segundo podrá disfrutar de un Máster en Pastelería de Restaurante y Cocina Dulce y el tercer clasificado realizará un Curso de Especialización en Técnicas Culinarias de Vanguardia, ambos premios ofrecidos también por el Basque Culinary Center de San Sebastián.