Pedro Sánchez sorprendió a todos este lunes, un día después de las elecciones municipales y autonómicas del 28M, anunciando un adelanto electoral y estableciendo el próximo domingo 23 de julio como día para las nuevas elecciones generales.
En una fecha ya muy marcada por las vacaciones de verano, una semana antes del mes de agosto en el que se produce el mayor éxodo laboral, y coincidiendo con un puente en varias comunidades; el anuncio pilló desprevenidos incluso a los periodistas que cubren la información política. Y a nivel televisivo, tiene más consecuencias de las que podrían parecer.
Paraliza RTVE, que no acometerá cambios ni novedades importantes
En todo proceso electoral nacional, la corporación pública RTVE acaba siendo la más afectada, y por qué no decirlo, también la más perjudicada. Ya de por sí la presidencia de Elena Sánchez es interina desde septiembre de 2022 tras la dimisión de José Manuel Pérez Tornero, y se esperaba que se mantuviese así hasta después de las nuevas elecciones generales previstas para fin de año. El adelanto electoral a dentro de apenas dos meses seguramente hará que ese período de interinidad se acorte, a la espera de si el Consejo se renueva tras las elecciones, o se mantiene y actualiza para cubrir la baja de Tornero.
Sin embargo, ya está afectando a las decisiones de sus responsables. Desde este mismo lunes en el que Pedro Sánchez anunció el adelanto electoral, fuentes internas explican a verTele que han de optar por la lógica prudencia que marca el nuevo Gobierno que se conocerá el 23 de julio, sea de continuidad o (más aún) si es de cambio político. RTVE ha paralizado, o pospuesto, cambios y novedades importantes que tenían planificado tomar pensando en el siguiente medio año, y más aún los pensados para el futuro de la corporación púbica. Incluso se han detenido relevos de responsables que ya estaban agendados.
Por suerte, la parrilla de La 1 está ahora mismo más asentada que en los últimos años (gracias principalmente a la tarde con La Promesa, El Cazador y Aquí la Tierra; y al access con 4 Estrellas), por lo que el día a día está garantizado, y también tienen nuevos proyectos ya anunciados para este mismo verano, siendo los principales el Grand Prix, y El Conquistador, pero también una serie diaria llamada La Exquisita, y otra apuesta internacional para el verano como Imma Tataranni.
Los plazos de Telecinco con Ana Rosa, invalidados
La propia Ana Rosa Quintana fue muy clara al explicar a sus espectadores de El programa de AR que a partir de septiembre iniciaría una nueva etapa en las tardes de Telecinco, haciéndose cargo del hueco de Sálvame. La presentadora y productora aclaró entonces: “No voy a dejar la mañana, no os hagáis ilusiones. Voy a seguir dando guerra. No toda la mañana, pero por lo menos hasta las elecciones estaré fundamentalmente en la mesa política”.
Para entonces la idea era que las elecciones fuesen en diciembre, por lo que Mediaset hacía que la presentadora, su principal y señalado referente político, siguiese opinando y dirigiendo la mesa política por la mañana, y también tuviese toda la relevancia por la tarde (aunque luego Alessandro Salem se apresuró a asegurar que su nuevo programa vespertino no tendrá política). Serían tres o cuatro meses de cobertura televisiva de la campaña que ahora, con este adelanto al 23 de julio, quedan invalidados.
Sálvame se despide para siempre el viernes 23 de junio, y lo planificado es que desde el lunes día 26 las tardes la ocupe durante todo el verano Sandra Barneda con Así es la vida, el programa-puente para el verano producido por Cuarzo al que relevará Ana Rosa Quintana en el comienzo de la nueva temporada. Habrá que ver, por tanto, si Así es la vida gira su dinámica para hacer hueco a la política en plena campaña, si Quintana no se irá de vacaciones para cubrir la campaña, y sobre todo si Telecinco seguirá manteniendo a Quintana desde septiembre al frente de la mesa política matinal habiendo pasado ya las elecciones. Una decisión importante teniendo en cuenta la crisis de audiencias de la cadena.
¿Unas elecciones con los principales presentadores de vacaciones?
El anuncio de adelanto electoral pilló por sorpresa a todos los periodistas, como recogió elDiario.es, sin importar en qué medio trabajen. Como en todas las empresas, la planificación de las vacaciones también afectará televisivamente puesto que a finales de julio es habitual que los principales presentadores de las cadenas estén ya de vacaciones, y sus programas estén siendo presentados por sus sustitutos suplentes, o directamente haciendo su descanso estival.
¿Pero una campaña sin Ana Rosa Quintana, Susanna Griso, Ferreras, o Vicente Vallés, entre muchos otros? El adelanto al 23 de julio de los comicios no sólo hará que las plantillas de los programas y cadenas tengan que reconfigurar sus vacaciones, sino que deja abierto si los principales presentadores adelantarán o retrasarán sus días libres, o directamente optarán por volver temporalmente para cubrir las elecciones. Tampoco sería nuevo: Ferreras ya lo ha hecho otras veces para cubrir noticias y eventos de gran calado interrumpiendo sus vacaciones.
La docuserie de Moncloa sigue buscando comprador
Saliendo de la televisión y la actualidad diaria, el adelanto electoral compromete incluso a productos más cercanos a la ficción. En septiembre de 2022, con presencia de verTele, las productoras Secuoya y The Pool presentaron ante los medios la docuserie sobre La Moncloa, titulada provisionalmente Cuatro estaciones, que nació con la pretensión de contar “el lado humano” de las 2.700 personas que trabajan en la Presidencia del Gobierno, incluyendo a Pedro Sánchez.
Nueve meses después, y tras haberse politizado generando críticas sin siquiera haberla visto, el proyecto sigue sin encontrar un comprador, como desvela Informalia, que además explica que terminó su grabación hace unas semanas y actualmente se encuentra en fase de postproducción. El problema es que ahora su emisión podría acrecentar las acusaciones por supuesta “propaganda política”, ya que se produciría poco antes de los comicios; y sobre todo que se le acaba el tiempo para quedar desactualizada, especialmente si hay cambio de Gobierno.