Vis a Vis llega esta noche a su final. Ahora sí, 4 temporadas y 40 capítulos después, la cárcel de Cruz del Norte -antes Cruz del Sur- echa la llave. Y lo hace dejando una huella imborrable no sólo en los fans y espectadores que han devorado cada uno de los capítulos, sino también en la ficción nacional.
“Marcó el inicio de una nueva etapa en nuestras series”, declara a Vertele Sonia Martínez, directora de ficción de Atresmedia. Ella es una de las responsables de que la televisión se abriese a otro tipo de relatos y a otro tipo de personajes con la llegada de las presas del pijama amarillo. Su valentía y la de un equipo liderado por Álex Pina, Esther Martínez Lobato, Iván Escobar, Jesús Colmenar y Migue Amoedo hizo el resto.
Nos remontamos a 2014-2015, un momento en el que las cadenas generalistas estaban copadas por las series familiares y abonadas a las narrativas tradicionales. “Las circunstancias, en plena crisis y época de contención de gastos, abocaban a hacer ese tipo de series”, recuerda Martínez. Unos proyectos que por lo general daban buen rendimiento, hasta que llegaron los síntomas reales de que era necesario “un reseteo”.
Del Lolita a Cruz del Sur: el punto de inflexión
El gran detonante fue Bienvenidos al Lolita, serie firmada por el mismo equipo, que pese a contar con los cánones que por aquel entonces eran garantía de éxito, no logró ni terminar su primera temporada en Antena 3.“Nos dimos cuenta de que ya había que abandonar ese tipo de ficción, sin renegar de ellas porque habían sido válidas años atrás. Entendimos que el público no se conformaba con lo de siempre”, apunta la directiva.
“Vimos que los espectadores no demandaban Bienvenidos al Lolita, sino productos como Vis a Vis donde realmente la discusión no era si los personajes eran buenos o malos, sino si eran interesantes. Donde ya no había que iluminar un decorado con dos flexos, sino que teníamos que tener una fotografía cuidada”, añade por su parte Iván Escobar, creador, guionista y productor de la ficción que hoy se despide.
Una apuesta por las 'pautas prohibidas' que dio resultado
Ahí llegó el equipo de Globomedia y Antena 3 para marcar un punto de inflexión. Apostaron por la calidad visual, por un producto más cercano a lo que hasta entonces sólo veíamos en pantalla grande. Pintaron de gris una nave y la llenaron de pijamas amarillos. Retrataron el frío, las luces y las sombras de un lugar y de un grupo de personajes que no se parecía a nada que hubiéramos visto antes en nuestra televisión.
Ahí llegaron Maca, Zulema, Rizos, Saray y compañía para cambiar las tornas. Se apostó por dar protagonismo a las mujeres, por contar sus historias, sus miedos, sus maneras de caer y sus mil formas de levantarse. Todo ello dando oportunidad a rostros nuevos que venían pisando fuerte y que, como no podía ser de otro modo, han terminado quedándose.
“No sé si se puede decir que una serie abre camino, pero desde luego creo que Vis a Vis sí marcó algunas pautas que se han hecho después y que en ese momento estaban prohibidas”, comenta a ese respecto Escobar en una charla con este portal. “Recuerdo cuando Álex Pina comentó que nuestra historia de amor iba a ser de dos mujeres. Ahora parece una gilipollez, pero en aquel entonces se tendía a que la tensión sexual o las historias fueran entre un hombre y una mujer. Cosas que ahora años después parecen cotidianas, pero en aquella época eran decisiones que marcaban un momento de ruptura, no sé si kamikaze o no”, añade.
Con Vis a Vis, Globomedia y Antena 3 dejaron atrás las historias que buscan gustar a todos los públicos y fueron directos a un nicho, a aquel que estaba dispuesto a abrirse a otros discursos. Apostaron por contar las historias con todos sus riesgos, pese a emitirse en una cadena en abierto. Por ser crudos y violentos si el guion lo requería. Con ese atrevimiento lograron saltar las primeras comparaciones que surgieron con su lanzamientro para demostrar que eran mucho más que un Orange is the new black a la española, como aventuraron algunos.
“Nunca quisimos hacer un Orange is the new black”, recuerda Martínez. “Vis a vis nace en un momento que las ficciones carcelarias con mujeres se convierten en tendencia. Entendíamos las comparaciones antes de su estreno, pero el espectador se dio cuenta rápido de que tenía mucho más de thriller y acción que de comedia”, añade a directiva.
La audiencia y la industria la recibieron con los brazos abiertos
La idea estaba clara. La decisión, tomada. Faltaba lo más importante: ¿estaban los espectadores realmente preparados para un producto así?. “Nos arriesgamos, quisimos probar si era el momento, como creíamos, de dar un paso más (...) En Antena 3 estábamos dispuestos a asumir el riesgo y en Globomedia entendieron lo que les estábamos pidiendo. La gran duda era si el público estaba preparado para dar el salto con nosotros”, apunta Sonia Martínez.
“La expectativa era que no nos echasen de Globomedia”, dice entre risas Iván Escobar al recordar el reto que asumieron entonces. “Cuando tuvimos el primer capítulo salimos muy contentos, pero no sabíamos si realmente teníamos un producto generalista o no. Antes no existía todavía Netflix ni HBO, y las ficciones morían en un prime time de televisión generalista (…) Notábamos que intentábamos hacer algo distinto, en ese sentido fuimos muy atrevidos, pero del mismo modo podíamos estar ahora mismo trabajando en Pizza Hut”, añade el productor y guionista.
Y funcionó. Vis a Vis se estrenó en Antena 3 ante más de 4.3 millones de espectadores, arañando un 22,4% de cuota de pantalla. Unos datos que no fueron un espejismo, pues la primera temporada concluyó con una media de 3.6 millones de espectadores y un 19.9% de share.
Al éxito en audiencias se sumó el reconocimiento al equipo técnico y artístico por parte del sector, de la prensa y de los fans. Premio Ondas 2015 a todo su elenco femenino, Premio de la Unión de Actores y Actrices a Maggie Civantos, Alba Flores e Inma Cuevas, MiM Series, Festival de Luchon, Fotogramas y un sinfin de nominaciones fueron la mejor muestra de que la industria recibió este soplo de aire fresco con los brazos abiertos.
En la segunda temporada, la mayor oscuridad de sus tramas provocó una pérdida de espectadores que convirtió a Vis a Vis en un producto poco rentable económicamente para una cadena comercial. Eso, sumado a la política de Series Atresmedia de no pervertir la esencia de sus ficciones, les llevó a un final que en aquel entonces pareció definitivo.
“Estábamos muy orgullosos de la primera y la segunda temporada, pero la serie se canceló y lo hizo porque no respondía a unos estándares de audiencia. Hubiera podido morir ahí Vis a Vis”, recuerda Escobar. Entonces llegó Fox España, dispuesta a dar una segunda vida a la altura de una serie y una fiel Marea Amarilla que así lo reclamó durante dos años de manera incansable.
Su segunda vida en Fox: del renacer al adiós con honores
El equipo no lo dudó ni un segundo, y acudió directo a una llamada que les permitió quitarse la “espinita”: “Fue muy llamativo cuando empezamos a contactar con las actrices después de dos años, que estaban cada una en distintos proyectos, y de la primera a la última nos preguntaban cuándo se volvían a poner el pijama amarillo. Cuando le conté a Najwa Nimri de qué iba a ir la 3ª temporada se tiró al suelo, así como es ella, exhultante y llena de ganas de volver a empezar. Cuando eso se consigue, cuando las propias actrices y el equipo vuelven así, es que había algo que terminar de contar. De puertas para dentro teníamos la necesidad”, asegura el productor.
Entonces arrancó una nueva etapa en el pago. Un salto que les dio libertad para seguir experimentando, para seguir dando pasos y para seguir siendo valientes. Una segunda vida que ha complacido a sus seguidores, y también a sus creadores. “En su nueva etapa en Fox, Vis a Vis ha tenido también muy buenas críticas, creo que ha satisfecho a sus fans y ha demostrado ser una de las mejores series españolas”, asegura Sonia Martínez, que en ese cambio cedió el testigo a otra cadena.
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“El gran cambio de Fox no fue ser más violentos, mostrar más sexo o ser más incisivos, fue la duración de los capítulos. Me dijeron que la duración sería lo que exigiera la historia. Es la primera vez que alguien me mira a los ojos y me dice eso, antes siempre nos exigían 70”, señala Iván Escobar.
No obstante, si hay algo que ensalzar de esta segunda etapa, es haber tenido la posibilidad de despedir la serie con honores. Así lo destaca el productor: “Fox nos dijo que estaba funcionando muy bien, pero que si opinábamos que se debía acabar, tenía que hacerlo. Nos ha dado la oportunidad de poder diseñar un final de Vis a Vis sabiendo que es el final, no porque tenga malas audiencias o porque sea mal recibida, sino porque se merece tener una historia cerrada”.
¿Hacia dónde va la ficción?
Una historia que cierra hoy, pero que ha abierto el camino a una nueva ficción en España. De este equipo, el que se mudó a Vancouver Media con Álex Pina, nació La casa de papel: un éxito mundial reconocido hace apenas unos meses con un Emmy Internacional. Y de este equipo, también el que se quedó en Globomedia, seguirán naciendo nuevas historias.
“Se están haciendo series muy interesantes. Lo estamos viendo con 80 títulos que hay ahora que están funcionando muy bien”, dice Iván Escobar, al tiempo que avisa de un peligro: “Creo que existe el riesgo de intentar hacer ficciones americanas. Hay algo maravilloso que tiene la ficción española que siempre ha generado un ADN propio, tiene una iconografía e idiosincrasia propia, y no la deberíamos perder. En el momento en que pensemos que hacer carreras de coches por una autopista de 6 carriles es una ficción española y que lo vamos a hacer mejor que los americanos, estamos equivocados”.
Pero si algo tiene claro el showrunner de Vis a Vis, es que en este nuevo panorama en el que conviven cadenas generalistas y plataformas de pago, todo pasa por primar las buenas historias: “De repente se pone todo el mundo a hablar de una serie de Netflix en la que puedes elegir tu final. Yo no estoy de acuerdo. Lo que vamos a demandar siempre son buenas historias, que te toquen, te hablen de ti, de tus obsesiones, miedos, anhelos... lo demás es artificio. No necesitamos inventarnos ahora espectadores interactivos, creo que la ficción no va a ir por ahí”.
“Lo que busco son miradas muy distintas, un ADN que me transmita, una personalidad. Muchas veces cuando me meto en una plataforma estoy 45 minutos eligiendo qué ver, y acabo sin ver nada. Creo que tenemos una sobreabundancia de la ficción y no necesariamente eso es bueno. En algún momento nos vamos a dar cuenta de que no es necesario tener 57 series nuevas cada semana, sino tener una buena historia. En ese sentido creo que va a haber cierta criba porque los espectadores lo van a demandar”, añade el productor de Globomedia sobre el futuro más inmediato de la ficción.
En este futuro seguirá teniendo un papel protagonista Atresmedia, tanto como productor de contenidos para su prime time como para plataformas gracias a Atresmedia Studios. “Nuestra estrategia en ficción pasa por tener un catálogo variado de series de diferentes géneros y temáticas, siempre con una apuesta indudable por la calidad de producción. Nuestro modelo de negocio pasa por hacer una explotación integral de nuestras producciones, por eso nuestras ficciones se rentabilizan más allá de la clásica emisión tradicional”, sentencia Sonia Martínez.
Así ha ocurrido con proyectos como Velvet, La casa de papel y Vis a Vis. Y seguirá ocurriendo, con total probabilidad, con aquellas series que, como hizo en su día la ficción carcelaria, lleven la calidad por bandera. Vis a Vis se despojó de los complejos y puso esa primera piedra. Sigan construyendo.